Cuando el presidente Donald Trump señala que Colombia envía criminales a Estados Unidos, y agrega que el negocio de la droga ha crecido 50 % durante el período del presidente Iván Duque, solo está haciendo una modesta contribución a las 7.645 “mentiras o afirmaciones engañosas” que aquel pronunció, por ejemplo, durante el año 2017, o sea, unas 21 por día, según cálculos del prestigioso periódico británico The Guardian.

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Pero con motivo de lo anterior, conviene mencionar un hecho reciente y señalar las consecuencias del sometimiento a los dictados imperiales del Gobierno de Estados Unidos. A continuación, los principales extractos de un reportaje de la Voz de América al presidente Duque el pasado 17 de febrero:

-Pero ¿está dispuesta Colombia a recibir tropas estadounidenses en su territorio?

-Yo he sido claro. La solución en la que creo es en la del cerco diplomático. Por eso la hemos articulado desde el Grupo de Lima. Por eso hemos hablado en la OEA. Por eso he llamado a los líderes de la Unión Europea. Y la continuidad del cerco diplomático tiene que ser…

-Entonces ¿no está dispuesta Colombia a recibir tropas estadounidenses en su territorio?

-Nosotros hemos sido claros. Lo más importante para que Venezuela alcance la libertad es el cerco diplomático.

-Entonces eso no.

-El cerco diplomático es la herramienta más importante que se ha visto en la historia reciente de América Latina…

-Discúlpeme, señor presidente, pero no me está contestando la pregunta. ¿Está dispuesta Colombia a recibir militares estadounidenses en su territorio?

-Le respondo de nuevo.

-Sí o no. No tiene matices esta pregunta.

-Como no tiene matices, le reitero que creo fehacientemente en la importancia del cerco diplomático, el cerco diplomático es la mejor herramienta que hemos visto para enfrentar la dictadura. El cerco diplomático es mucho más importante que cualquier cerco belicista…

Esto ocurre poco después de la entrevista del presidente Duque con el presidente Trump, cuando este reitera una vez más, con respecto a la situación de Venezuela, que todas las opciones están abiertas, lo que bien significa que una de ellas es el empleo de la fuerza militar de Estados Unidos. Y el presidente Duque deja pasar la afirmación sin señalar que para América Latina y, en especial para Colombia, la opción militar es de una prepotencia y un imperialismo totalmente inaceptables y de gravísimas consecuencias. Pero obsérvese que lo ocurrido en la Casa Blanca se convierte luego en una complicidad al registrar las continuas y penosas evasivas del reportaje antes presentado.

Eso nos pasa por la sumisión ante Estados Unidos y la aceptación de la inútil y llamada “guerra contra las drogas” impuesta por este país, aceptada por nuestros gobiernos sin mayor oposición y que ha llenado los cementerios de toda clase de colombianos.

Pero vale la pena señalar qué ha significado dicha guerra para los Estados Unidos:

-Allá esta la creciente demanda por estupefacientes que ha llevado a las cárceles muchos consumidores, principalmente afroamericanos, pues bastantes otros, sobre todo de clases altas, parecen tener fuero. Y a un país donde impera el capitalismo salvaje le queda muy fácil entender que siempre que exista una demanda aparecerá una oferta, sea de Colombia o de otra parte, pues se está ante un negocio de riesgo pero de enormes ingresos debido a la prohibición.

-En el proceso de producción, transporte y distribución de las drogas, la mayor parte del dinero se obtiene en la venta al menudeo en las calles. La parte principal de esta ingente suma se queda en Estados Unidos y es allí donde se lava. ¿Se ha conocido que en ese país denuncien y encarcelen directivos de los grandes bancos que cooperan con ese eficaz lavadero?

-Un negocio de miles de millones de dólares en los Estados Unidos no puede ser manejado por seres anónimos sino por grandes capos. ¿Cuántos de estos han sido capturados allí? ¿No deberíamos solicitar nosotros la extradición de algunos de ellos por el criminal daño que causan a gentes e instituciones de Colombia?

-En esa tal guerra, impuesta desde los años del presidente Nixon, Colombia ha perdido magistrados, jueces, periodistas, políticos, candidatos presidenciales, soldados, policías, civiles… y ello continúa. Apenas hace pocos días murieron dos militares al pisar una mina antipersona, mientras desarrollaban labores de erradicación. Y ¿cuántos muertos ha puesto Estados Unidos?

-El país más poderoso del mundo no es capaz de impedir la entrada de drogas a su territorio, pero sí le exige a Colombia que haga hasta lo imposible para evitar su salida.

-En nueve estados del país del norte la marihuana está legalizada para uso recreativo, mientras en Colombia se sigue persiguiendo a los consumidores. Hay sanción hasta por portar la dosis mínima.

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Como tantas veces se ha dicho, y se ha practicado parcialmente en algunos países más soberanos, la solución ante este monstruoso problema es la despenalización y la regulación, al igual que el tratamiento de los consumidores, víctimas del infame negocio, como parte de un problema de salud pública.