El magistrado Rubén Darío Pinilla Cogollo envió el pasado martes a la Corte Suprema de Justicia la carta de renuncia a su cargo como magistrado de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Supremo de Medellín, después de una carrera de 23 años.

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Pinilla es recordado por haber pedido, en 2013, la compulsa de copias a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes para investigar al expresidente Álvaro Uribe Vélez por apoyo y connivencia con el paramilitarismo.

Asimismo, sobresalió por su vehemencia y sus críticas al papel y la responsabilidad del Estado en el fenómeno del paramilitarismo.

En la carta dirigida al presidente de la Corte, Rigoberto Echeverri Bueno, señaló que tomó la decisión, luego de estar durante cinco años en la Sala de Justicia y Paz, porque “no puedo seguir ejerciendo mi cargo cuando no me identifico con unas decisiones que estoy obligado a aplicar como inferior funcional de la corte”.

Según su posición, es cuestión de coherencia, integridad y dignidad.

Pinilla solicitó que aceptaran su denuncia a partir del 14 de agosto de este año, para no perjudicar las audiencias ya programadas. Además, espera que su renuncia sea aceptada después de la plenaria de la Corte que se realizará la próxima semana.

El magistrado no quiso dar declaraciones, mientras continúa en el cargo, sobre si su decisión está amarrada a molestias que pueda haber causado su posición vehemente y crítica frente al expresidente Uribe y a la responsabilidad del Estado en la expansión del fenómeno paramilitar.

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Por ahora, ve como posibilidad después de salir de su cargo enfocarse en la academia y dedicar tiempo a sus nietos.

“Hay varias posibilidades, pero no me he decidido, voy a tomarme un tiempo para pensar a qué me voy a dedicar”, expuso.