La insólita campaña a la Alcaldía de Medellín, que comenzó con la inusitada y escandalosa cifra de quince aspirantes, siguió deshojando candidaturas y este fin de semana, a 37 días de los comicios territoriales, quedó reducida a una docena.

La última deserción la protagonizó en medio de una muy misteriosa novela política el concejal de Medellín, Jesús Aníbal Echeverri, en desarrollo de una trama y drama en la se asegura que fue actor principal el senador Carlos Andrés Trujillo González.

El epílogo de este novelón se conoció en la mañana de este sábado, en la Plaza de las Luces al frente de La Alpujarra, donde Echeverri y Trujillo terminaron vinculándose a la campaña a la Alcaldía de Medellín del delfín político Alfredo Ramos Maya, pero en todo momento rondando el fantasma de Daniel Quintero, quien tiene asustado a más de un uribista y ramista. 

Así las cosas, doce competidores persisten en sus aspiraciones, en lo que a todas luces no es ningún ejemplo de participación democrática electoral, sino una feria de apetitos políticos individuales, carentes de un verdadero respaldo popular o en otras palabras de legitimidad.

Pero algo es algo y se espera que en lo que resta de la muy particular campaña, otros candidatos tiren la toalla y se reduzca aún más la baraja y el abanico, que son las dos palabras que suenan mucho cada cuatro años por elecciones.

Recordemos que por la Alcaldía de Medellín iban unas 17 alternativas, pero antes de las inscripciones se marginó Luis Bernardo Vélez, mientras que no la pudo concretar por falta de recursos para comprar la póliza como candidato por firmas el controvertido y desorbitado concejal “antiguerrista”, Santiago Jaramillo.

Fue así como al cierre de la inscripciones quedaron en la línea de partida quince opciones, pero en el recorrido dos ya pincharon y se marginaron, los llamados alternativos Jesús Ramírez y César Hernández, quienes eran más animadores con el discurso, que candidatos con votos de carne y hueso.

Sin embargo, el retiro de Echeverri, al menos en el papel, sí tiene más peso y repercusiones electorales porque a lo largo de la campaña y tras las encuestas buenas y las sospechosas, siempre ocupó el segundo y tercer lugar, con un 10% en promedio, en medio de los muy bajos porcentajes de intención de voto en la actual oferta de candidatos para dirigir a Medellín.

El drama en la campaña de Jesús Aníbal Echeverri comenzó a incubarse desde hace varios días atrás, pero se agudizó o se hizo imposible en la parte económica o mejor dicho no había plata o recursos para enfrentar el difícil remate de la contienda electoral.

Las limitaciones financieras no las confirmó este ya excandidato, lo que ya había comenzado a afectar su patrimonio familiar, sino personas muy allegadas a su aspiración y vida, al tiempo que Echeverri se concentró en justificar su retiro a su estancamiento estadístico ante el electorado, lo que llevó a que no entraran recursos, pero si gastos que cada día fueron imposible de cancelar.

A partir de este momento comenzó un novelón con ingredientes reales y posiblemente de ficción, que derivaron en que desapareció otro candidato.

Las alarmas sobre las angustias de Echeverri las prendió un portal digital denominado 360Radio que divulgó desde el jueves pasado el marginamiento de Echeverri como candidato y su anexión a la de Ramos.

Encabezados por el propio Jesús Aníbal Echeverri y varios comunicadores trataron de mentiroso a ese medio digital, pero todo era en el fondo una comedia del aspirante porque se la pasó toda la mañana y parte de la tarde del viernes desmintiendo la información de su retiro y tuvo muy calladas sus verdaderas intenciones, toda vez que a eso de las cinco de la tarde la oficializó por escrito ante la Registraduría del Estado Civil, sobre lo cual algunos especulan que la formuló ante la Registraduría de Itagüí. Esta novedad la logró conocer El Colombiano y la publicó en la noche del viernes, lo que se confirmó este sábado con el acto de la Plaza de las Luces, al cual previamente había convocado por redes el ya excandidato, lo que despertó el olfato periodístico de que algo estaba ocurriendo con su aspiración.

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Pero en todo este novelón entró a jugar como actor principal el senador Carlos Andrés Trujillo, quien este sábado se mostró a todas sus anchas o sacó pecho en el acto de adhesión de Echeverri a Ramos.

El otro hecho noticioso fue el apoyo del senador Carlos Andrés Trujillo a la campaña de Alfredo Ramos.

Por tal motivo el otro hecho noticioso político, es que desde este sábado este senador conservador comenzó a respaldar públicamente también a Alfredo Ramos y la pregunta que muchos se hacen es quién arrastró a Echeverri y a Trujillo hacia Ramos, fue el excandidato o fue el senador.

Recordemos que hace unas tres semanas atrás, el senador Trujillo y su equipo protocolizaron, con sus 14.000 votos que han sacado en Medellín, el apoyo a la hasta ese momento candidatura de Jesús Aníbal Echeverri, que por esos días no daba muestras de pobreza o penurias y por el contrario lanzaba a los cuatro vientos que iba hasta el final y sería el próximo alcalde de Medellín.

Pero sorprendentemente en esta semana se acabó el oxígeno económico de Echeverri y algunos aseguran y cuentan con muchos detalles las reuniones que con carácter de urgencia llevó a cabo primero con Ramos y después con el candidato de Fico, Santiago Gómez,  para entregar su aspiración a cambio, entre otros aspectos, de una supuesta ayuda financiera para pagar las deudas y obligaciones de la campaña que había adelantado.

Por lo que sucedió, todo indica que no hubo acuerdo con Gómez, pero si con el lado ramista, en lo cual habría sido decisivo el trujillismo, el cual habría recibido días atrás un buen “cariñito” burocrático hacendista por Bogotá, para una dama antioqueña de origen azul que ya se ha fogueado por las mieles del poder centralista y que antes estuvo militando por la valenciocracia. Sin embargo, el senador Trujillo lo negó, diciendo que “a mí no me apunten eso, aunque escucho ofertas”.   

El anterior episodio coincide con la presencia esta semana por Medellín de un asesor cercano a las esferas del poder nacional y a quien mandaron con la muy directa orden de ayudar a la campaña de Ramos, ante el riesgo o peligro que representa un triunfo en la Alcaldía de la capital de Antioquia de Daniel Quintero, de quien especulan o anticipan aparecería de primero en una muy comentada encuesta de la que todo el mundo está hablando y que sale publicada este lunes.

Entre tanto, Ramos logra un alivio con el apoyo de Echeverri, quien en sus 16 años como concejal llegó a sacar en las urnas una cifra máxima de 14.000 votos.

Estos apoyos a Ramos, candidato del Centro Democrático, se suman a los ya recibidos de parte de la ASI y su candidato a la Gobernación, Rodolfo Correa, de Mira, Somos, el sector conservador del congresista Germán Blanco, la Misión Carismática Internacional y Región Colombia. Lo curioso es que el senador Trujillo volvió a apoyar a un ramista, sector donde comenzó en política, antes de convertirse en jefe de un equipo.

Jesús Aníbal Echeverri era en la campaña por la Alcaldía de Medellín el último vestigio del proyecto que se parió desde el Concejo de Medellín para proponerle a la ciudad un candidato a la Alcaldía y del cual hicieron parte los liberales Fabio Rivera y Aura Marleny Arcila, a los que su propio partido no les paró bolas, el conservador Carlos Alberto Zuluaga, quien se bajó de ese cuento muy rápido apoyando a Jesús Aníbal Echeverri, quien tampoco pudo coronar e imitar al único concejal que ha sido alcalde popular, el actual mandatario Federico Gutiérrez.

Pero mientras los problemas económicos acabaron con los sueños de Echeverri, no parece que la situación sea muy holgada en las otras campañas.

Por ejemplo, en la favorita de Alfredo Ramos tampoco sobra la plata y por eso le ha llegado a muchas personas una invitación a un evento social el 2 de octubre, en el Dann a un millón de pesos.

Y como que la escasez también preocupa a las arcas de Santiago Gómez, Juan Carlos Vélez y a los fajardistas Valderrama y Rave, a quienes los han visto reunidos jugando a quién es el próximo en tirar la toalla.

De otro lado, se insiste en que las renuncias de los candidatos debieron ser hasta el viernes pasado para no salir en el tarjetón y por eso Echeverri corrió a formularla.

Sin embargo, esta disposición es muy rara porque no figura en el calendario electoral que para los comicios del 27 de octubre expidió desde el año pasado el registrador nacional del Estado Civil.

Insisten que se trata de una resolución emitida por ese funcionario, pero nadie la muestra.