El superclásico español se disputará en el marco del torneo veraniego International Champions Cup (ICC).
Real Madrid y Barcelona jugarán este sábado el segundo clásico de la historia fuera de España y el primero en Estados Unidos en medio de una gran expectativa en Miami, que ha esperado durante meses el encuentro.
Se trata de un partido amistoso de pretemporada, pero para algunos en Miami es el mayor evento deportivo que ha acogido una ciudad en la que se han disputado diez Super Bowls, cinco finales de la NBA y dos Series Mundiales de béisbol.
Y, aunque sea un encuentro de preparación, para los mismos jugadores, como declaró el pasado jueves el barcelonista Ivan Rakitic a la prensa, “un clásico es un clásico” y la intención es “ganar siempre”.
El nuevo técnico del Barça, Ernesto Valverde, tendrá su primer clásico como entrenador, que además será una prueba para los dos que tendrán lugar el 13 y el 16 de agosto, correspondientes a la Supercopa de España, ya con carácter oficial.
Los culés han ganado los dos partidos que han jugado en la pretemporada, ambos de la International Champions Cup (ICC), ante Juventus (1-2) y Manchester United (1-0), resultados que les convierten además en líderes del torneo en solitario.
En ambos partidos Valverde alineó a una mezcla de titulares y suplentes de inicio, con cambio de los once jugadores al descanso.
Se espera que ante el Madrid el técnico vasco repita el tridente de ataque formado por Messi, Luis Suárez y Neymar, que jugó por primera vez esta pretemporada en el amistoso ante Manchester United.
Real Madrid, que será local en Miami, llegó sin Cristiano Ronaldo, al que muchos seguidores querían ver en la cita del sur de Florida pero que aún no se ha incorporado a la pretemporada blanca.
Al contrario que el Barça, el equipo de Zinedine Zidane aún no conoce la victoria en sus partidos de preparación, ambos frente a los dos grandes de Manchester en California.
Su primera prueba ante el United acabó con empate a un tanto y derrota en los penaltis, mientras que ante el City sufrió un severo correctivo al caer por 4-1.
En los dos encuentros Zidane sí alineó un equipo que podría ser titular, debido a la cercanía del primer título oficial de la temporada, el 8 de agosto otra vez ante Manchester United en la Supercopa de Europa.
Sin embargo, el entrenador francés también cambió a sus jugadores en las segundas partes.
El único precedente del clásico fuera de España fue el disputado en 1982 en Barquisimeto (Venezuela), con victoria del Real Madrid por 1-0 con gol de Vicente del Bosque.
El estadio Hard Rock, con 65.000 localidades, será el lugar en el que Madrid y Barça harán realidad los sueños de decenas de miles de aficionados al fútbol de Estados Unidos, y aún quedan algunas entradas a la venta.
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Según datos de la organización del clásico, un tercio de las entradas se vendió en el área metropolitana de Miami, mientras que hay una gran cantidad procedente de zonas como la de Nueva York y Nueva Jersey, que combinadas suman más del 11 %.
Pero también se compraron algunos boletos desde Ciudad de México (0,68 %) y otras ciudades mexicanas, que representarán el poder latino junto a otros de latinoamericanos que acudirán a presenciar el encuentro desde distintas partes del mundo, con Marc Anthony encargado del espectáculo del descanso, al estilo Super Bowl.