Para continuar con el tema de la verdad como elemento cohesionador de la sociedad y pilar fundamental del estado de derecho, es importante ejemplarizar lo dicho: Hidro Ituango. Los ciudadanos llevamos gran parte de este año asistiendo a la mas grande feria de las incertidumbres, las dudas y la sospecha de que alguien esta mintiendo. EPM es acusada de esconder información, de acosar laboralmente a sus funcionarios, de proteger a los verdaderos responsables del desastre y de atentar contra los bienes públicos; el gobernador es acusado de politiquero, de oportunista y de calumniador.
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Pero ¿Qué están escondiendo los directivos de las Empresas y el Alcalde? ¿Cuál es la verdad que reclama el Gobernador y para quién o qué la reclama? No hay que descartar que todo sea un melodrama montado para desviar la atención de la ciudadanía y eludir responsabilidades. Tanto el Municipio como el Departamento cuentan con órganos cuya misión más importante sería la de hacer control sobre las respectivas administraciones, con los apoyos de las contralorías. Estos controles no pueden seguir siendo los meros debates llenos de mentiras, calumnias, odios y venganzas en los que se han convertido.
Urge que nuestros políticos y dirigentes asuman la verdad como defensa de la sociedad a la que representan, a la que juraron defender y la que se consagra como causa y fin de todo el Ordenamiento. En el caso de las asambleas y concejos, tendrían que ser analizadas en la nueva reforma política y su supresión considerada. Pero como en Sodoma, la existencia de un solo caso hace que su conservación valga la pena; una sola voz es suficiente para demostrar que, si con ella se alza la verdad, aún hay esperanza de redenciones sociales. Es posible que la verdad salga de una sola boca y nos redima.
Los miembros de los cuerpos colegiados no están elegidos para solapar los actos de las administraciones y el Gobierno. Por el contrario, su función está íntimamente ligada a la construcción de la verdad para entregarle a la ciudadanía cuentas claras, aunque con ello pierdan la buena voluntad de los que mal actúan. Y en medio de esta barahúnda, tenemos que felicitarnos por la actitud valerosa, propositiva y argumentada de una mujer joven e inteligente que ha dedicado su tiempo a pasar en limpio lo que realmente sucede con las cuentas de EPM. La concejal Aguinaga Lezcano es la verdadera joya de la corona.
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Pero no solamente los corporados pueden ayudar a la construcción de la verdad para beneficio social. El periodismo es el instrumento por antonomasia para estos menesteres. Los periodistas tienen el sagrado deber de establecer lo que realmente sucede en el mundo acudiendo a los sistemas investigativos en los que son expertos. Su función tendrá que estar desprovista de sesgos y ocultaciones, pues son ellos los que nos pueden salvar de las malas utilizaciones de los modernos medios y de las maliciosas actuaciones de funcionarios y dignatarios que, por prebendas, unturas o como se llamen, traicionan a su pueblo.