En estas elecciones se realiza el ideal de los constituyentes del 91, quienes se propusieron escribir una Carta Política para el pluralismo.
Los colombianos estamos convocados hoy a la primera de las tres jornadas electorales en las que vamos a decidir el rumbo del país en los cuatro años venideros. Para elegir los 107 miembros del Senado, se han postulado 944 candidatos, mientras que para la elección de 172 miembros de la Cámara de Representantes se han postulado 1.793 aspirantes. Entre estos postulantes, el elector encontrará ciudadanos con diferentes trayectorias y personalidades que le permiten escoger a quienes en Senado y Cámara pueden representar sus aspiraciones y creencias. La semana pasada y como un acto de transparencia, señalamos las razones por las cuales acompañaremos con nuestro voto a Sofía Gaviria (L-70) para el Senado, por su trabajo por los derechos de las víctimas, la seguridad alimentaria, la soberanía nacional en las inversiones públicas y la equidad tributaria, principalmente. A la Cámara de Representantes encontramos valiosas aspiraciones en distintos partidos políticos.
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Como pocas veces desde su promulgación, en estas elecciones se realiza el ideal de los constituyentes del 91, quienes se propusieron escribir una Carta Política para el pluralismo, que creara condiciones de participación a todos los colores del espectro ideológico. La amplitud de la convocatoria sigue siendo motivo de amplia discusión entre demócratas, pues en esto bien puede aplicarse el dicho popular “ni tanto que queme al Santo, ni tan poco que no lo alumbre”. Así pues, no hay que caer en el error de dividir en tantos matices el mencionado espectro ideológico que terminemos con una multitud de partidos de garaje, unipersonales y pasajeros, que confunden a la ciudadanía y hacen más difícil el manejo de los tarjetones electorales. Pero tampoco hay que volver a unanimismos o un bipartidismo limitante.
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Y hay que decir que bajo el pretexto de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc, el actual gobierno hizo todo lo posible por unificar la opinión en torno a sus figuras, obras o ideas. Al no lograrlo, los promotores de la entelequia crearon el fantasma que llaman “polarización”, que les sirve para desdibujar la amplitud de voces en el espectro político y, su acción preferida, perseguir a quienes disienten de la voz dominante. Por esa vía se han caricaturizado unas voces, perseguido otras y, lo más perverso, satanizado hasta a las víctimas del conflicto armado con las Farc que han reclamado justicia, quienes han sido calificadas como “enemigas de la paz” porque rechazan la reconciliación humillada que les exigen sus victimarios y el Estado. Qué distinto este camino al que la Constitución le señala al Estado al exigirle ser garante de la libertad de expresión, o sea del derecho a disentir, controvertir y oponerse, además de ofrecer a sus opositores, plena protección para participar en la actividad política.
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En estas elecciones, Colombia estrena la Ley 1864 de 2017, sobre participación democrática, que establece 16 nuevos delitos electorales, la mayoría asociados con el fraude, el constreñimiento al elector y hasta el tráfico de votos. Tan importante como tipificar conductas que afectan la libertad del voto es actuar contra ellas, mediante la denuncia ciudadana, de las que ayer se registraban más de 500 en el sistema Uriel, pero, más necesario, a través del seguimiento y castigo a campañas que siguen incurriendo en compra de votos, presiones sobre líderes, incentivos ilegales, entre otras prácticas que le quitan transparencia a la elección de Congreso. Por la importancia de la elección, la Registraduría se ha comprometido con la robustez de su plataforma digital y la oportunidad en la entrega de resultados, compromisos por los que la ciudadanía ha de estar vigilante.
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En esta jornada, los ciudadanos elegirán senadores y representantes. También podrán participar en una de las dos consultas interpartidistas (Gran Consulta por Colombia y Consulta por la Inclusión y la Paz). La participación transparente, o sea sin ánimo de boicot, en las consultas interpartidistas, les permite a los adherentes tomar decisiones en los partidos a que pertenecen. En la selección también pueden decidir ciudadanos que en primera vuelta han decidido sufragar por un candidato que no participa en estas consultas, con la conciencia de que en la segunda vuelta sufragarían por el ganador de aquella consulta en que participaron, si llega a esa instancia; siendo tal opción legítima y acorde con el espíritu de una elección presidencial en tres tiempos. Para facilitar el uso de los tarjetones, en esta edición publicamos facsímiles que pueden usar como guías de aprendizaje.
Hoy es un día para la ciudadanía. Para votar gracias a que existen múltiples opciones para hacerlo a conciencia. Para cuidar el voto propio y el de otros ciudadanos que puede ser afectado por delitos electorales. Para vigilar los conteos de votos y entregas de resultados. De todos depende que hoy sea un día de gran fiesta democrática.