Nuestro sistema de salud no es el que más se preocupa por invertir en grandes campañas de educación y prevención de ciertas enfermedades que resultan graves al transcurrir de los días por no estar diagnosticadas en el tiempo correcto. En el caso concreto de la salud de nuestros ojos, hay muchas enfermedades en ellos y por no saber que existen o por tener miedo de consultar, cuando el médico da los resultados ya no hay como dice el refrán “Santa Lucía que valga”. Es el tema concreto del glaucoma, que se cree que es una enfermedad de viejos, que la sola palabra da miedo, que a nadie le gusta decir que la tiene, que no se siente, que no duele y que además cometemos una serie de errores en todo nuestro estilo de vida, que lo que hacen es empeorar la situación.

¿Qué es el glaucoma?

María Fernanda Delgado, oftalmóloga con especialización en glaucoma, miembro activo de la Sociedad colombiana de glaucoma, lo define como “una enfermedad que afecta a los ojos y que poco a poco conduce a la pérdida de la visión, llegando incluso a causar ceguera, como consecuencia de un daño en el nervio óptico que es el encargado de llevar las señales que percibe el ojo hasta nuestro cerebro. Más explicado: dentro del ojo, entre el cristalino y la córnea, hay un líquido transparente que se produce y se elimina continuamente. Si disminuye el drenaje de este líquido por sus canales naturales, se produce acumulación del líquido y aumento de la presión dentro del ojo. Esta mayor presión disminuye el flujo de sangre y comprime al nervio óptico ocasionando daño en los ojos. Esto es el glaucoma”.

Existen diversos tipos de glaucoma, pero los dos principales son, el de ángulo abierto y el de ángulo cerrado, que se nombran según la forma como se encuentra obstruida la salida del líquido dentro del ojo.

Juan Camilo Parra, jefe del Departamento de glaucoma de la Fundación oftalmológica de Santander, en Bucaramanga, dice sobre el tratamiento: “El cuento no es poner anteojos, sino examinar bien y hacer el seguimiento a una enfermedad que en la década de los 70 se le definía como el ladrón silencioso, un enemigo silencioso de la vista, que tiene avance lento, no presenta síntomas claros, es casi imperceptible. Pero que si se diagnostica temprano se reduce. Las campañas que se han hecho en Bucaramanga han sido positivas, ya que hay pacientes que van a la consulta y dicen: yo vengo para un chequeo de glaucoma”.

En el glaucoma hay que hacer diagnóstico temprano y seguimiento. No podemos seguir cometiendo imprudencias: comprando lentes de aumento en la calle; automedicándonos con gotas para el cansancio de los ojos; usando lentes de sol sin verificación y siguiendo el boom de la vanidad de operarse la miopía sin necesidad.
Según un análisis de situación de salud visual en Colombia publicado en 2016 por el Ministerio de Salud, más de 66.000 personas consultan al año por problemas de visión relacionados con glaucoma y lo preocupante es que cerca de un 90% se ha incrementado el número de consultas por esta patología. Los departamentos con más prevalencia estimada de glaucoma son: Valle, Antioquia, Bogotá, Santander y Norte de Santander.

Opiniones médicas 

El doctor Jorge Zapata, oftalmólogo de la IPS de la Universidad de Antioquia, dice: “Esta enfermedad del nervio óptico en donde la persona  empieza a perder la visión desde la periferia al centro, por eso muchas veces no se consulta porque la persona tiene muy buena visión central. El paciente no siente nada viene y consulta por otra cosa y al hacer el examen del nervio se ve que hay cambios de esta enfermedad. La gente le tiene miedo a la palabra glaucoma  porque no sabe lo que es y cree que es un cáncer o lo confunden con cataratas. Hay varios exámenes para detectar el glaucoma, es difícil hacerlo: examen del nervio, presión intraocular, tomografía del nervio óptico, los campos visuales, una paquimetría que da el grosor de la córnea.
El tratamiento depende del tipo de glaucoma, generalmente es con gotas. Con el diagnóstico y el tratamiento se evita el progreso de la enfermedad. Si hay un mal diagnóstico o no se diagnostica a tiempo, el riesgo es grande, es la pérdida de la visión irreversible.

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¿Hay más consultas hoy sobre glaucoma? 

El doctor Juan Guillermo Ortega, médico de la Universidad Javeriana y especializado en oftalmología de la Universidad de Antioquia, dice: “Sí, el número de consultas por glaucoma se está dando más ahora y como es una enfermedad silenciosa, vienen no por síntomas, sino por componentes  familiares. Hoy en día hay unos equipos de diagnóstico muy sofisticados  con los que se puede hacer un diagnóstico precoz.

Mitos y realidades 

- Se cree que el glaucoma sólo afecta a personas mayores.
NO: el glaucoma puede afectar a personas en cualquier edad, incluso a niños y bebés

- Quien tiene glaucoma se queda ciego.
NO: los daños que produce son irreversibles, pero con un diagnóstico oportuno, control y tratamiento adecuado se puede evitar su progreso.

- El glaucoma es hereditario.
Ciertos tipos de glaucoma son hereditarios, pero hay pacientes con Glaucoma que nunca han tenido presencia de esta enfermedad en la familia.

- Si no hay síntomas no hay que preocuparse.
NO: una persona puede tener glaucoma y no saberlo.

- El dolor en los ojos es síntoma de glaucoma.
NO: las personas con glaucoma generalmente no sienten dolor, el glaucoma no presenta síntomas.

Saber y prevenir 

- Enfermedad que da más en mujeres después de la menopausia.
- Enfermedad que da más en la raza negra que en la blanca.
- Enfermedad que no se sabe por qué se produce.
- Hay un glaucoma genético.
- Enfermedad que se ve mucho en la raza asiática.
- Enfermedad que se consulta con el oftalmólogo y no con el optómetra.
- Enfermedad que no se cura pero sí se controla.
- Cada uno o dos años se recomienda hacerse un examen completo de los ojos con dilatación de las pupilas.
- Los pacientes con glaucoma deben compartir su diagnóstico con los miembros de su familia y alentarles a realizarse un examen oftalmológico.