La Provincia de Guanentá ubicada al sur del departamento de Santander, tiene como eje la ciudad de San Gil, centro urbano que se ha convertido en destino turístico colombiano, en especial para aquellos amantes de la aventura, pero más allá, los municipios cercanos brindan una excelente opción para diferentes gustos de experiencia turística.

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Los municipios pequeños de esta Provincia se caracterizan por conservar sus características arquitectónicas coloniales. Las iglesias principales son excepcionalmente bellas. Por la vía de acceso a ellos se pueden observar las cercas en piedra que limitan los terrenos. En el centro de los poblados, sus plazas se caracterizan por el orden, el buen cuidado de los jardines, en los que dan prioridad al ornamento de árboles y flores, más que al cemento. Sus calles, muchas de ellas aún en lajas de piedra, son como una máquina del tiempo que trasladan al visitante a los tiempos coloniales y de la independencia.

Recorrer los diferentes municipios de esta parte del terruño santandereano y palpar ese legado histórico patrio, porque no es regional, sino nacional e internacional para los cinco países bolivarianos, realmente emociona al ver el reconocimiento que le hacen a sus héroes y heroínas.

En la provincia vecina, la Comunera, en especial en El Socorro, se dieron las primeras emancipaciones contra la corona, iniciadas en El Socorro, pero en Charalá, municipio de la provincia de Guanentá, se llevó a cabo una batalla crucial para el triunfo libertador en el Puente de Boyacá. Esta, infortunadamente, es desconocida por la gran mayoría de los colombianos, la Batalla del Puente de Pienta.

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Yendo hacia El Socorro, está el municipio de Pinchote. Allí nació la heroína Antonia Santos Plata, en 1782 y fusilada en El Socorro en 1819, por apoyar la guerrilla de Coromoro, cuando hizo de su hacienda el lugar de concentración del grupo insurgente. El fusilamiento el 28 de julio, fue una chispa más para la batalla del Puente de Pienta.

Curití, hacia la salida para Bucaramanga, es otro de esos lugares bellos de esta región. Este municipio se caracteriza por ser reconocido en el ámbito nacional por sus artesanías elaboradas en fique, la Cueva de la Vaca y la Cueva del Yeso, recorrer sus senderos ecológicos y la infaltable chapuceada en sus charcos, son parte de sus atractivos turísticos. Como oferta gastronómica están los deliciosos helados de hormiga culona, una experiencia única para el paladar.

Entre San Gil y Charalá se encuentran varios municipios que tienen fácil acceso, con vías pavimentadas, entre ellos están:

Páramo (fundado en 1768), allí es tradicional la romería a la Virgen de la Salud, un santuario al que llegan miles de visitantes a orar por la salud propia o de seres queridos, a la entrada del mismo, se puede leer el testimonio de personas que fueron bendecidas por la Virgen, igualmente está la cueva del Indio, y se puede hacer turismo extremo.

Valle de San José, es otro de los municipios con oferta especial de turismo de naturaleza, con diferentes “charcos”, que allí los llaman balnearios. Se recomienda no perderse los chorizos cocinados en guarapo, es el diferenciador gastronómico de este lugar.