En Colombia existen 512.000 hectáreas sembradas de palma de aceite en 21 departamentos, donde 4.500 son palmicultores de pequeña escala.
La producción de aceite de palma crudo en Colombia en 2017 superará las 1'600.000 toneladas, cifra récord que revela un crecimiento de 42% respecto a 2016.
Al cierre de 2017, la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) reveló que la producción de aceite de palma crudo para el año que termina fue del orden de 1'632.667 toneladas, con un valor estimado de $3,3 billones. Este incremento obedece principalmente a una mejora sustancial de las condiciones climáticas que favoreció la producción del fruto de la palma, al inicio de la producción de áreas en desarrollo, y a aumentos en la productividad en las diferentes zonas palmeras.
Así lo explicó Jens Mesa Dishington, presidente ejecutivo de Fedepalma, al tiempo que expuso que este aumento generalizado en la productividad de los cultivos de palma ha llevado a que el rendimiento promedio nacional alcance las 3,8 toneladas de aceite por hectárea, cifra que supera el promedio mundial y que nuevamente pone a Colombia en niveles similares a los observados en los países líderes como Indonesia y Malasia, lo que evidencia el gran potencial productivo con que cuenta el país para consolidarse como un jugador destacado en el mercado mundial de la palma de aceite.
Frente a este aumento sobresaliente de la producción, las ventas de aceite de palma para exportación han cobrado gran importancia y para 2017 fueron del orden de las 817.000 toneladas, lo que equivale a 50% del total producido.
El jefe de la cartera agropecuaria indicó que esto hace parte del Renacer del Campo, que ha liderado el Gobierno Nacional y al trabajo organizado del sector palmicultor, el cual es un foco de desarrollo para el agro colombiano: "resulta de gran importancia generar valor agregado en todas las actividades agrícolas y pecuarias. Del aceite crudo debemos pasar a la oleoquímica, refinación y venta de energías limpias", propuso.
Esta fuerte dinámica exportadora de la agroindustria de la palma de aceite, ha llevado a que los aceites de palma sean, después del café, los que más contribuyen al buen comportamiento de las exportaciones agrícolas del país este año, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Estas cifras dan cuenta de que el sector palmero colombiano continúa consolidándose como uno de los líderes en el ámbito agropecuario, pues esta dinámica se ha sustentado en una base empresarial con altas condiciones de formalidad, contribuyendo así no sólo al desarrollo económico sino también al social y a la sostenibilidad ambiental, siendo una actividad que hoy día genera alrededor de 160.000 empleos directos e indirectos.
Aun cuando el balance sectorial de 2017 es bastante positivo, la agroindustria de la palma de aceite debe continuar enfrentando importantes retos en 2018.
Estos retos están asociados, principalmente, a seguir mejorando la productividad, en especial en cuanto al cierre de brechas tecnológicas entre productores y las distintas escalas de producción; al mejoramiento del estatus fitosanitario, con énfasis en el control de la pudrición del cogollo que continúa siendo la principal problemática en la mayoría de regiones del país; al impulso a los productores para la implementación y consolidación de una palmicultura sostenible ambiental, social y económicamente; al posicionamiento de los aceites de palma frente a los consumidores, como un producto versátil con amplios beneficios; y, en general, a mejorar el posicionamiento y diferenciación del sector palmero colombiano en el país y en el ámbito mundial.
Por su parte, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Guillermo Zuluaga Cardona, manifestó que "gracias a este cultivo se generan 160.000 empleos directos e indirectos a lo largo de la cadena productiva", resaltó, quien en su recorrido por los principales núcleos palmeros del sur de Casanare reafirmó la voluntad de trabajar conjuntamente para desarrollar este importante renglón de la economía, que en este departamento representa la concepción de 12.530 puestos de trabajo: "Los proyectos de palma que hemos visitado en el sur de Casanare son un buen ejemplo de sostenibilidad en lo económico, social y ambiental", añadió.