La antesala a las elecciones se caracteriza por su elevado costo, por el número histórico de convocados a votar y por la atmósfera llena de críticas y desprestigios entre algunos candidatos.
México inicia este viernes la campaña electoral más grande de su historia marcada por las críticas más que por propuestas, con cuatro aspirantes a la Presidencia y con la izquierda como favorita en los sondeos de intención del voto.
Más de 88,3 millones de mexicanos estarán convocados a votar el 1 de julio en los comicios para elegir al Presidente y a quienes ocuparán otros 3.400 puestos de elección en 30 de los 32 estados del país.
El izquierdista Andrés Manuel López Obrador, recalcitrante opositor al gobierno de Enrique Peña Nieto, larga como favorito en la intención del voto en unos comicios en que el aspirante oficialista, José Antonio Meade, arranca en tercera posición.
El conservador Ricardo Anaya entrará a la recta final de la contienda presidencial en segundo lugar de las preferencias, aunque disminuido por acusaciones del oficialismo sobre presuntos actos de corrupción que, hasta hoy, no han llegado a los tribunales.
Los equipos de Anaya y de Meade se han enfrascado desde diciembre en una guerra de acusaciones recíprocas de corrupción sin pruebas, lo que ha permitido a López Obrador mantenerse como primero en las encuestas, que además muestran una proporción de indecisos de entre 20 y 28%.
La independiente Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), estará en la boleta como la primera persona en obtener una candidatura presidencial sin el respaldo de un partido político, conforme a las reformas electorales de 2014.
Fuera de la boleta, por no reunir el número de apoyos requeridos por la ley electoral, se quedaron el senador Armando Ríos Piter y el gobernador con licencia del estado de Nuevo León, Jaime Rodríguez.
El próximo presidente de México, para el periodo 2018-2024, recibirá un país sumergido en una espiral de violencia creciente, una desigualdad social pertinaz, el desprestigio de la clase política y constantes escándalos de corrupción.
Oficialmente, el proceso electoral se puso en marcha el 16 de septiembre de 2017 y a partir del 14 de diciembre del mismo año se abrió el debate político con el proceso interno de los partidos políticos para designar a sus candidatos.
Después de 58 días de precampaña, Meade, que oficialmente no milita en ningún partido, logró la candidatura de una alianza denominada "Todos por México" liderada por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), secundado por el Partido Verde Ecologista de México (Pvem) y Nueva Alianza (NA).