El ministro renunció, y no podía haber sido de otra manera porque debía responder políticamente por el manejo que se dio al operativo y a la información correspondiente
La moción de censura contra el exministro de Defensa Botero, que se tramita en el Senado -digo que se tramita porque la renuncia del funcionario no obsta para que sea aprobada, según el artículo 135-9 de la Constitución- tuvo origen en muy distintos motivos relacionados con la conducción de la fuerza pública durante su gestión. Pero lo que terminó tumbando al ministro fue la divulgación que hiciera en el debate el senador Roy Barreras acerca de la muerte de 8 menores en el Caquetá durante un bombardeo ejecutado por las Fuerzas Militares el 29 de agosto contra disidencias de las Farc, en que se dio de baja al guerrillero alias "Gildardo Cucho".
La razón de propuesta de censura en este punto (entre varios que se consideraban respecto a la conducta del exministro):
Por una parte, aunque se trataba de un blanco legítimo, se ha debido aplicar un elemental principio de precaución, de manera que si se sabía o se pensaba que en la zona por bombardear había presencia de menores, se ha debido suspender o clausurar el operativo. Al parecer, según el exministro, ello fue previamente consultado con abogados, luego había dudas, y ante las dudas han debido imperar la precaución, la prevalencia de los derechos y la vida de los menores. El principio no puede ser "bombardear a discreción, caiga quien caiga".
Por otro lado, aunque el presidente de la República Iván Duque, después de los hechos, informó al país sobre el operativo, sobre la orden que él mismo impartió al respecto y acerca de la baja del jefe guerrillero, nada dijo acerca de la muerte de los ocho menores. Presentó la operación militar como "meticulosa, impecable y con todo el rigor".
Tampoco el entonces titular de la cartera de Defensa, ni los mandos militares informaron en su momento acerca de las muertes de menores, y nada hubiéramos sabido los colombianos sobre esa atroz realidad de no haber sido por la denuncia del senador Barreras a propósito de la moción de censura.
El ministro renunció, y no podía haber sido de otra manera porque debía responder políticamente por el manejo que se dio al operativo y a la información correspondiente. Como lo hemos dicho en otras ocasiones, en Colombia muy poco se conjuga el verbo renunciar a pesar de graves equivocaciones de los funcionarios, y muy pocas veces se deduce la responsabilidad política de los mismos. Por eso, estuvo bien que el Dr. Botero la hubiera asumido, si bien no hemos entendido los elogios y homenajes del presidente de la República a la gestión del exministro, al día siguiente de aceptar (o acordar) su retiro del gobierno. ¿Por qué, si era tan acertada e impecable esa actividad ministerial, se aceptó o solicitó su renuncia a raíz del escándalo?
Desde luego, como siempre lo hemos dicho, las organizaciones subversivas son responsables por la ilícita e inhumana práctica del reclutamiento de menores, aunque no sabemos si en el caso del que se trata, la presencia de los menores afectados en la zona del bombardeo respondía en todos los casos a aquella condición.