Hay una forma inmediata de perder todos los derechos y ganar todas las obligaciones; postularse como candidato para algún cargo de elección popular. Son tiempos de absoluto descrédito en lo público, de desesperanza, entonces levantar la mano para hacerse contar, es avivar los comentarios más inesperados de amigos y extraños, es convertirse en el blanco de todas las especulaciones y malas intenciones de cuanto opinador aparece. Pero es que hemos visto tantos, tan groseros, tan corruptos, tan maltratadotes y abusadores del poder que uno ya no sabe qué pensar cuando llega la hora de enfrentarse a un tarjetón. Ahora empiezan los tres meses más intensos en cuanto a jornadas electorales en Colombia, son los comicios locales y regionales. Esta creciente desvalorización de la política, de la cual tienen mucha responsabilidad los partidos políticos, se ha venido intensificando cada vez más con los ataques de soberbia y fanfarronería de algunos de sus militantes. Unos porque al contrario de unir y articular, dividen todo lo que tocan, con el argumento de la transparencia, de la pureza. Me divierte mucho ese discurso donde todos son malos menos ellos, todos son corruptos menos ellos. El otro extremo son las múltiples manifestaciones de intrigas y tráfico de influencias para lograr sus propósitos. En México se hizo muy famoso un alcalde en el estado de Nayarit, que despúes de un ataque de sinceridad, le dice a sus electores: “Sí robé, pero poquito” y por ese gesto, volvió a ganar. Es que asociamos político con ladrón, con oscuridad, con mentirosos, entonces para contrarrestar semejante desprestigio, el nuevo estribillo de los candidatos es que no son políticos, que están limpios de esos males. En Colombia tenemos uno que hace 20 años usa los partidos menos tradicionales para aspirar a todo y aún hoy, después de dos décadas, continúa diciendo que no es político, que es diferente. Pienso y reitero nuevamente que los partidos políticos tienen algo de culpa en esta desvalorización de la política, pero tambien nosotros por creer cuentos, por votar por personas y no por programas. En esta época de pugnas políticas en Colombia, los municipios y los departamentos se preparan para elegir a los miembros de sus corporaciones y a sus alcaldes y gobernadores para el período 2020 - 2023 y claramente las personas que levanten la mano para ocupar estas cargos son los líderes, los que deciden representarnos, los que ponen sus nombres a consideración. Sólo en Medellín hay nueve candidatos ya inscritos, para la Gobernación de Antioquia son siete. Para el próximo 27 de octubre, de los casi 37 millones de ciudadanos habilitados para votar en el país, el 53% de la población cumplió con su deber en las elecciones pasadas, aunque pasó la contrario en Antioquia, el 57% no lo hizo, siendo uno de los departamentos de mayor abstención. En esta oportunidad se proveeran 12.063 curules en los concejos municipales de casi 80.000 candidados aspirantes a ocupar estas sillas. Pero a los anteriores datos de la Registraduría General de la Nación se le suma que de 1.122 municipios que existen en Colombia según el DANE, 1.101 tedrán contienda electoral, además 32 gobernadores, y 418 diputados para las respectivas asambleas departamentales. Se elegirán tambien 6814 ediles. Sin profundizar mucho se proveerán más de 20.000 cargos, entre más de 150.000 candidatos y somos responsables nosotros de elegirlos bien y respetar las deciciones que la mayoría tomen. El reto es “simple”, recobrar la seguridad, trabajar por la sustentabilidad de los territorios y fomentar la dupla Educación – Desarrollo Económico, tan fácil como para entender que esto no se resuelve en un período de gobierno, y además que no se puede lograr con unas pocas personas trabajando en ello. Las ciudades no pueden ser solamente las veinte grandes urbes que tenémos en el país, tampoco podemos seguir pensando que estamos llenos de “pueblitos”. Trabajar para convertirlos en ciudades, tendría que ser la mayor consigna, de lo contrario seis millones de antioqueños viviremos en el área metropolitana de Medellín en muy poco tiempo.

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Comentarios:

Omar
2019-07-30 09:44:16

Votar por programas: sirve realmente, cuando estos no obligan o son simples plataformas para contratos amañados? No podemos olvidar que en nuestro medio ser "político honesto" es un imposible categórico. Por cual gobernador, alcalde, secretario, concejal o edil, se puede "meter la mano a la candela" sin peligro de perderla ?

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