Aunque hay quienes afirman que el vallenato actual se ha enriquecido con las fusiones y la implementación de la tecnología, muchas personas siguen prefiriendo las canciones de hace diez años o más.
Que todo tiempo pasado fue mejor es una frase popular que se puede aplicar en muchos ámbitos, y la música, con todos sus géneros, no es la excepción.
En este caso, quienes gustan del vallenato honran con sus preferencias el dicho citado, pues la tendencia es consumir en mayor porcentaje las producciones que se grabaron entre ocho y casi quince años atrás, según lo expresado a EL MUNDO por el director de una emisora donde se escucha la música vallenata.
De acuerdo con Marlon Escobar, director de Radio Uno, y experto en vallenato, de los oyentes que piden temas de este tipo de música en esta emisora, el 90% solicita canciones que se produjeron antes de 2010.
“Yo creo que todo lo que se produjo en los 90 hasta el 2005 o 2010 es lo que la gente solicita. Son muchos años y se hicieron muchas producciones, pero fueron épocas diferentes”, subrayó Escobar.
Y vinieron los cambios
El director de Radio Uno resaltó que en los 90 había muchos artistas, incluso con cuatro o cinco canciones “pegadas”.
Pero, también como ocurrió con otros géneros, se presentó una interrupción en esa época donde sobreabundaban los éxitos de la música vallenata que serían recordados por su belleza con tanto cariño por los seguidores muchos años después, señaló el experto.
Llegó una etapa en que los músicos "se encargaron de hacer letras muy vanas, muy normales, muy pendejas. Se crearon una nueva corriente musical que se llamaba la nueva ola, que les gustaba a los pelaos y lograron partir eso y en últimas ni la nueva ola ni le pusieron cuidado al (vallenato) romántico".
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Canciones que pueden tener más de quince o veinte años siguen siendo recordadas y se perciben como recientes, pues el panorama cambió y se presentó “un espacio donde se dejó de hacer vallenato parecido a ese bonito, entonces, como hay tan poco vallenato actual que se quede en la memoria de los seguidores, para un oyente los discos de Jean Carlos (Centeno) son nuevos, porque no ha habido otra cosa que los mueva”, sostuvo.
Para Escobar, en parte el éxito de los temas ‘añejos’ se debe a que “la gente escucha canciones que le traen recordación. Escuchan una canción con la cual se enamoraron, que se la dedicaron a su esposa o esposo, a su amiga, a su amante, su novia o un amigo muy especial”.
Más unión, más fuerza
Y aunque el género sigue contanto con artistas que evidencian su talento, Escobar afirma que ha faltado unión entre ellos para fortalecer este tipo de música.
“El vallenato tiene mucho seguidor pero yo creo que el vallenato ha bajado un poco en el sentido en que se le ha dado un poco de participación, pero por los mismos grupos musicales: no hay mucho orden entre ellos, cada uno trabaja por sí solo”, manifestó.
“Uno ve que algunos géneros musicales se unen mucho para perdurar en el tiempo y perdurar en éxitos. Al vallenato le han faltado ese tipo de cosas: un poquitico más de amistad, de confraternidad”, añadió.
Sin embargo, sin cambios el vallenato “hubiera tenido sus tiempos contados, porque en realidad se convertiría ya en una cultura de unos pocos”.
No todo lo que brilla...
Marina Quintero, docente de la UdeA, investigadora y experta en este género, explicó que para que una música sea catalogada como vallenata, esta debe cumplir con ciertas condiciones acordes a la identidad de dicha expresión artística. “En lo vallenato hay una identidad. Se tienen que conservar las características musicales y literarias para que podamos hablar de que la expresión es vallenata. Si se sale de las características ya es otra cosa”.
Si “no es ni paseo ni merengue, ni son, ni puya”, los cuatro aires “que se reconocen como la expresión vallenata”, entonces no es vallenato, enfatizó.
“Esos cuatro aires se definen por virtud de lo que hacen los músicos que reconocemos como juglares, a principios del siglo veinte. Es decir, estos cuatro aires tienen más de cien años de haberse constituido, de haberse ido demarcando por el uso y la costumbre” añadió.
Llegando más lejos, Quintero aseveró tajantemente que en la actualidad se ha dejado de hacer vallenato en aras de lograr grandes resultados comerciales.
Según ella, hay quienes “son unos vendedores de música, entonces lo que tienen que hacer es buscar la manera de llegar cada vez a un número mayor de personas para que les compren y eso les genere unos ingresos económicos. La música vallenata no nace como un recurso económico para quien quiera un trabajo o unos ingresos los obtenga. La música vallenata nace como un requerimiento espiritual de los hombres”.
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Por esto se ha llegado “a extremos sorprendentes, por ejemplo hacer canciones contra las mujeres, de hablar mal de ellas e insultarlas”. En ese sentido, la docente de la UdeA resaltó que es evidente que algunas de las líricas actuales no responden a las características literarias de antes y se transformaron hasta transmitir manifestaciones de agresión. “Dejó de ser la mujer la musa de la inspiración, como lo fue para Escalona, para Rosendo Romero, para Santander Durán, y se convirtieron (los autores) en ultrajantes de las mujeres. Eso no es vallenato”.
Sin embargo, rescató que en los festivales vallenatos todavía se encuentran cantantes que interpretan verdadero vallenato y que no lo hacen con el fin de “mercaderear”.
Traspasando fronteras
“Yo como compositor de los recientes, desde hace quince años para acá, veo una evolución del vallenato a favor, porque no nos podemos quedar anclados en lo mismo”, opinó por su parte Luis Fernando Álvarez Diosa.
Este artista que compone canciones que se escuchan actualmente, manifestó que la incorporación de la tecnología ha representado avances significativos para el vallenato. “Antes nada más era caja y guitarra, ese era el vallenato que nació; luego le metieron el acordeón y luego le metieron otros instrumentos y ya hoy en día le están metiendo sintetizador, muchas guitarras, entre ellas también guitarras eléctricas, pero eso decora”, subrayó.
Sin embargo, afirmó que en Valledupar, cuna del vallenato, muchas personas no aceptan las nuevas manifestaciones musicales, por lo que "muchas agrupaciones vallenatas no se escuchan en ese territorio”.
Por otro lado, resaltó que “el vallenato se expandió totalmente, y son los vallenatos de hoy en día que gustan tanto y que están trayendo estos grandes grupos, en el ámbito internacional, y obviamente esta música en Colombia se encuentra totalmente posicionada”.
“El mundo está disfrutando hoy en día las giras a Europa de tantos artistas vallenatos, los Estados Unidos, Paraguay y México; hay muchas plazas adonde trabajar donde gusta el vallenato nuevo, obvimamente, dándole todo el respeto al clásico”, puntualizó el compositor.