Peligros de la verdad única en Hidroituango

Autor: José Hilario López
28 mayo de 2019 - 11:04 PM

Es un error tanto del Señor Gobernador como de Skava suponer que el fallo de la GAD se debió a que este túnel tuvo operar con caudales superiores a 1.200  m3/s, criterio éste sin ningún soporte técnico ni de la experiencia.

Medellín

José Hilario López

Acabo de dar una primera lectura al reciente libro del Gobernador de Antioquia doctor Luis Pérez titulado La verdad de Hidroituango, con el cual pretende demostrar que tiene la certeza de las “causas raíz” del grave accidente y consecuente contingencia del más importante proyecto de infraestructura concebido por la ingeniería colombiana. Y, lo más grave, autoerigirse como el supremo juez para establecer responsabilidades y culpables de las afectaciones a la obra y a las comunidades asentadas aguas debajo de la presa.

Lea también: La conjura contra Hidroituango

En primer lugar, resulta inaceptable que alguien quiera imponer una única verdad basada en sólo un estudio contratado por el mismo ente que él dirige, consistente en una asesoría de la Universidad Nacional (Unal), cuyo informe de octubre de 2018 apenas sale ahora a la luz pública. La complejidad de un caso como Hidroituango hace necesario explorar con mayor conocimiento y profundidad los hechos, lo cual requiere tiempo para reflexión y consulta con verdaderos expertos. Ambicionar tener la única verdad es igual de peligroso que el fundamentalista religioso.

Lo que aquí me propongo no es desvirtuar las afirmaciones del señor gobernador, ya que en algunos apartes se le puede conceder la razón, sino indicar la inconveniencia de agudizar la confrontación con su socio EPM en Hidroituango S.A, y a la vez responsable de la construcción y operación de la futura central hidroeléctrica, que generará la energía que requiere el país para irse liberando de las fuentes fósiles. Adicionalmente me propongo discutir el principal argumento con que el referido libro intenta hacernos creer que el colapso de la Galería Auxiliar de Desviación (GAD) radicó en un error del diseñador, cuando éste, supuestamente, desconoció que dicha galería no podía operar con caudales superiores a 1.200 metros por segundo (m3/s), vale decir como túnel a presión.

En anterior columna ya nos habíamos referido al malogrado informe de Skava de febrero de 2019, contratado por EPM, un estudio equivocado conceptual y metodológicamente, que de manera ligera asignó la falla de la GAD a errores en el diseño del soporte estructural, desconociendo que existía todo un entramado de decisiones de gerencia, relacionadas con el plan de aceleración del proyecto, puesto en marcha por EPM para tratar de superar los atrasos acumulados en el programa de construcción. Un consultor, el Consorcio Generación Ituango (CGI), constituido por las empresas Integral y Solingral, en este caso ya como asesor de diseño, no puede ser señalado como responsable de poner en operación un componente de la obra, la GAD, sin asegurar que cumplía con los debidos estándares de calidad, “la ingeniería del desespero” de que habla el Gobernador Luis Pérez.

Volvamos a lo del caudal de diseño de la GAD, donde parece que el libro del Gobernador cree encontrar la principal causa del colapso de este túnel de desviación, que sustituyó los dos túneles originales de desviación.

La GAD fue diseñada por el CGI con la capacidad suficiente para evacuar las crecientes del río Cauca, con base en criterios establecidos para este tipo de obras. Al respecto, es necesario precisar que el sistema de desviación de un río está compuesto por los túneles de desviación, así como por las ataguías (pequeñas presas temporales que permiten direccionar el río hacia los túneles de desviación). Con ambos componentes se define la capacidad del sistema de desviación requerido.

Para desviar el río Cauca por la GAD, el atrás referido caudal de 1200 m3/s fue determinado por el CGI para dos actividades específicas, que de manera obligatoria debían ser ejecutadas en períodos de estiaje. Estas dos actividades se relacionaban con: 1. La construcción de las ataguías que permitieran direccionar el río hacia la GAD y 2. La fijación del día en el que se podría iniciar el llenado del embalse.

En estas condiciones es un error tanto del Señor Gobernador como de Skava suponer que el fallo de la GAD se debió a que este túnel tuvo operar con caudales superiores a 1.200 m3/s, criterio éste sin ningún soporte técnico ni de la experiencia. Experiencia incontrovertible basada en el funcionamiento durante casi cuatro años continuos de los dos túneles de desviación originales del proyecto, con dimensiones y soporte de construcción iguales a la GAD, en una operación sin el más mínimo deterioro en ninguna de sus estructuras. También se debe destacar que los túneles originales de desviación evacuaron caudales máximos hasta de 4.250 m3/s con velocidades máximas del orden de 12 m/s, superiores a las que soportó la GAD.

Las intensas lluvias del mes de abril de 2018 generaron numerosos deslizamientos en las laderas del cañón del río Cauca, aguas arriba de la presa de Hidroituango en construcción, lo mismo que en la zona de los portales de los túneles originales de desviación.  Por otro lado, en esas mismas laderas estaba todavía apilado el material vegetal removido de las laderas, para impedir que esta biomasa se descompusiera dentro del futuro embalse.

Lo invitamos a leer: El informe Skava sobre Hidroituango

Los altos caudales del río Cauca registrados ese mismo abril acumularon todo ese material (detritos rocosos, suelo y biomasa) en el portal de entrada de la GAD, lo que dio lugar al taponamiento de esta y consecuente represamiento de las aguas, generando un indeseado embalse de hasta 58 metros de altura sobre la GAD, cuando de manera natural se rompió el tapón y el agua, sobrecargada con la presión hidrostática generada por el embalse, volvió a fluir por la GAD. Esta hipótesis, como posible causa del colapso de la GAD, apenas sugerida en el referido informe de Unal, debería ser investigada en mayor detalle, antes de andar buscando errores en el diseño hidráulico y estructural de la GAD.  Lo prudente es esperar que EPM termine el proyecto, como todos esperamos, antes de seguir con señalamientos y acusaciones mutuas. 

 

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Comentarios:

Edgar
Edgar
2019-05-29 08:20:00
Lo que pasa es que e señor Luis Pérez G, siempre ha buscado, desesperadamente ,una gran notoriedad pasándose por encima los argumentos y la ética, aprovechando su posición política ,por ejemplo, en el uso del canal de Teleantioquia para su propio beneficio. Pronto lo veremos diciendo que es ungido a la presidencia de éste país. Y lo otro, que es peor, cree que tiene la verdad revelada que, como dice Don José Hilario, se constituye en un posible fundamentalista, aterradora posición de quien no acepta otros conceptos, otras verdades.

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