El secretario general del Congreso Nacional Africano visitó la residencia oficial del mandatario para entregarle una carta con la solicitud formal de que dimita.
El partido gobernante en Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano (CNA), requirió formalmente la dimisión del presidente del país, Jacob Zuma, según confirmó este lunes la formación.
“El NEC (Comité Ejecutivo Nacional del CNA, siglas en inglés) decidió lo que sigue: apartar al militante, camarada Jacob Zuma, de acuerdo a la regla 12.2.21.2 de la constitución del CNA", anunció a la prensa el secretario general del partido, Ace Magashule.
La decisión se tomó la noche del lunes, tras semanas de negociaciones secretas y maniobras internas, y fue comunicada oficialmente a Zuma este martes. La discusión sobre la salida prematura del presidente, con mandato hasta 2019, viene motivada por su mala imagen y los graves escándalos de corrupción que le rodean.
"Estoy seguro de que el presidente responderá mañana", anticipó Magashule, después de asegurar que no hay una fecha límite exigida a Zuma para concretar su dimisión.
"Esperamos que nuestro militante haga lo que nuestra organización espera que haga. Depende de Zuma. Es un asunto urgente así que tiene que ser tratado con urgencia", recalcó.
En su último intercambio, el presidente propuso al partido que se le diera un plazo de tres a seis meses para dimitir, pero los miembros de la ejecutiva, reunidos en Pretoria en la noche del lunes, rechazaron la petición, según informó Magashule.
"Aunque apreciamos la propuesta del presidente Zuma, el NEC tiene en cuenta que Sudáfrica atraviesa un periodo de incertidumbre y ansiedad como resultado del irresoluto tema de la transición", declaró.
Por ello, la resolución de apartar al presidente quedó en firme y ya "no puede cambiar", dijo el secretario general.
Según la cúpula del partido, la confianza de los sudafricanos desatada por el cambio de liderazgo que atravesó el antiguo movimiento de liberación el pasado diciembre, cuando el vicepresidente Cyril Ramaphosa fue elegido nuevo número uno del antiguo movimiento de liberación.
Ramaphosa, quien en su ascenso hacia el poder hizo campaña sobre ser implacable con la corrupción y revitalizar la economía sudafricana, se sitúa ahora como el primero en línea para suceder al presidente, siempre que este acate la decisión de su partido.
La disciplina interna del CNA obliga a sus miembros, incluidos los cargos electos, a acatar las decisiones del bloque.
"Es obvio que queremos que el camarada Cyril Ramaphosa entre como presidente de Sudáfrica", manifestó Magashule, quien no obstante hizo hincapié en que el partido no quiere un proceso "humillante" para Zuma, sino una salida "amigable".
Sin embargo, si pese a todo Zuma se resiste a abandonar el poder, podría ser destituido vía moción de censura en el Parlamento (de mayoría oficialista).
Ya hay un trámite de este tipo programado para el día 22, solicitado hace varios días por la oposición, aunque Magashule afirmó que la formación no ha hablado de moción alguna.