La agrupación política, que tendrá en el Senado diez escaños y en la Cámara de Representantes otros nueve, argumentó la decisión con base en cuatro aspectos.
El partido Alianza Verde (centroizquierda) se declaró el pasado jueves oficialmente en oposición al Gobierno del presidente electo, Iván Duque, quien tomará posesión del cargo el próximo 7 de agosto.
“Nos declaramos en oposición constructiva y autónoma frente al Gobierno del presidente electo, Iván Duque. Constructiva, porque será centrada, argumentada, propositiva, responsable, razonada y no tendrá la intención de obstruir ni de ser sectarios”, manifestó el partido a través de un comunicado.
Cuatro aspectos forman parte del argumento de la colectividad. En el primero de ellos alegan que el partido Centro Democrático, al cual pertenece Duque, “ha liderado la oposición al proceso de paz” tras la firma del acuerdo entre la entonces guerrilla de las Farc y el Gobierno de Juan Manuel Santos.
De igual forma asegura que su elección a la Presidencia estuvo apoyada por “todas las maquinarias tradicionales y clientelistas” ligadas a la corrupción y porque sectores que “apoyaron” su candidatura han “atentado” contra los derechos de las minorías.
“Porque nuestro partido defiende un modelo de desarrollo económico, social y ambientalmente sostenible, distinto al ofrecido por el presidente electo”, agregó como cuarto punto la Alianza Verde.
Tras la decisión, el colectivo afirmó que van a denunciar cualquier violación a la Constitución, acto de corrupción o política regresiva.
Además dijeron que conformarán una “bancada alternativa” con otros partidos como el Polo Democrático Alternativo y la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) para temas en los que encuentren “convergencia”.
“Nuestro propósito seguirá siendo profundizar la democracia a través del crecimiento en liderazgos, representación social y apoyo ciudadano”, concluyó la Alianza.
El pasado 9 de julio, Santos sancionó el Estatuto de la Oposición con el que el Estado ofrece una serie de “garantías mínimas” a los partidos políticos que estén en la otra orilla del Gobierno.
Ese estatuto contempla la financiación, acceso a medios y seguridad política, jurídica y personal de los partidos opositores, además de asegurar su participación en mesas directivas de corporaciones públicas y en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores.
De igual forma se otorga un escaño en el Congreso a los candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia que obtengan la segunda votación más alta y que para el próximo periodo legislativo, que se inicia este viernes, fueron asignados al izquierdista Gustavo Petro (Senado) y a María Ángela Robledo (Cámara de Representantes).