El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
Aunque anticipando un mensaje de positivismo frente a la emergencia sanitaria por causa de la covid-19, al señalar que pese al continuo aumento de casos “hay indicios de esperanza y de que la humanidad puede superar esta pandemia gracias a la solidaridad mundial”, el director general de la Organización Mundial de la Salud -OMS-, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó que “es importante recordar que esta enfermedad es solo una de las numerosas amenazas a las que se enfrentan hoy las comunidades más vulnerables”.“Hemos hecho hincapié sistemáticamente en la importancia de garantizar el mantenimiento de los servicios de salud esenciales, en particular la vacunación sistemática y los servicios relativos al paludismo, la tuberculosis y el VIH”, dijo en su alocución del miércoles.Lea:En Antioquia no habrá regreso al aula en I. E. públicas en este 2020Y en ese sentido apuntó que hoy también hay que hablar de “las enfermedades tropicales desatendidas, una cuestión que preocupa profundamente”.Apuntó que las enfermedades tropicales desatendidas son un grupo de 20 enfermedades, entre ellas la elefantiasis, la enfermedad del sueño, la lepra, el tracoma y las lombrices intestinales, que colectivamente causan estragos en las comunidades más pobres y marginadas.“Estas enfermedades desfiguran, provocan discapacidades y pueden causar la muerte, y golpean con más fuerza en lugares pobres y en zonas remotas donde el acceso a servicios de salud de calidad es muy limitado”, señaló.Explicó que la OMS y sus asociados han elaborado una nueva hoja de ruta que sustituye los programas centrados en una sola enfermedad por enfoques integrados de prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades tropicales desatendidas, como parte de una estrategia general para lograr la cobertura sanitaria universal.La hoja de ruta para las enfermedades tropicales desatendidas hace hincapié en una mayor implicación por parte de los gobiernos nacionales y locales en la promoción de las acciones.Destacó que al igual que con la covid-19, la OMS insta a una mayor colaboración entre los gobiernos, las instituciones académicas, la sociedad civil y el sector privado para impulsar la innovación y el acceso a tecnologías sanitarias.“He visto personalmente el valor de las personas que viven con enfermedades tropicales desatendidas, por lo que pido a los países que no se olviden de los más vulnerables”, a lo que agregó que “juntos podemos lograr cualquier cosa” y puso como ejemplo el poder “constatar hoy el progreso en la lucha contra el brote de ébola en el este de la República Democrática del Congo”.Cifras de la covid-19En el informe de las últimas 24 horas, el mundo registró 187.859 nuevos casos de contagio por covid-19, otros 5.418 fallecimientos y otras 99.016 personas recuperadas. Con esas cifras, el mundo acumula 8'511.822 casos positivos, 453.394 muertes y en total 4'454.375 personas que le han ganado la batalla a la neumonía.Entre los países con las cifras más altas, Estados Unidos reporta 2'246.940 casos y 120.240 muertes; Brasil 965.512 y 46.842; Rusia 561.091 y 7.660; India 378.171 y 12.539; Reino Unido 300.469 y 42.288; España 292.348 y 27.136; Perú 240.908 y 7.257; Italia 238.159 y 34.514; Chile 225.103 y 3.841.En el informe del último día, Estados Unidos vuelve a ser el país con el mayor número de nuevos casos, 12.469 y 299 decesos; y en ese mismo orden India con 10.907 y 277; Rusia 7.790 y 182; Pakistán 5.358 y 118; Brasil 5.203 y 177; México 4.930 y 770; Chile 4.475 y 226; Perú 3.752 y 201; Reino Unido 1.218 y 135.En Suramérica, Brasil registra 965.512 casos y 46.842 fallecimientos; Perú 240.908 y 7.257; Chile 225.103 y 3.841; Colombia 57.046 y 1.864; Ecuador 49.097 y 4.087; Argentina 35.552 y 929; Bolivia 20.685 y 679; Venezuela 3.386 y 28; Paraguay 1.308 y 13; Uruguay 849 y 24.Del total de casos positivos en el mundo, hoy jueves 18 de junio, siguen activos 3'604.053, y de ellos 3'549.440 pacientes (98%) se encuentran en condiciones leves y 54.613 (2%) en estado grave o crítico.Los otros 4'907.769 corresponden a los casos cerrados, es decir que tuvieron un resultado: de ellos 4'454.375 (91%) son pacientes recuperados y 453.394 (9%) los fallecidos.
Integridad, audacia, tolerancia, excelencia y responsabilidad, son los valores que guían la vocación educativa y formativa de la Universidad Eafit, que este lunes 4 de mayo de 2020 conmemora 60 años de historia.Juan Luis Mejía Arango, rector de ese claustro, reconoció que los 60 años llegan en este momento, por la coyuntura de la covid-19, con una universidad fortalecida y reinventada desde la virtualidad. “Eafit tiene la capacidad de adaptarse, tiene capacidad de reinventarse y de leer las necesidades sociales”, dijo, y tras ocho semanas de ese nuevo modelo, el directivo destacó que toda la comunidad ha sido capaz de reaccionar y adaptarse.Por lo anterior, el rector está convencido de que toda su comunidad educativa debe mirar a Eafit como un “faro que guía hacia el futuro”.“Hay un rasgo distintivo en la creación de la EAF de entonces (Escuela de Administración y Finanzas, como nació Eafit) y es que se creó para llenar una necesidad en la empresa antioqueña, que estaba en su esplendor, en las áreas de administración y finanzas. A diferencia de muchas instituciones de educación superior de nuestro medio, que han surgido como reacción a un momento, o como reacción a una ideología o una postura religiosa, Eafit fue proactiva y yo creo que eso le ha marcado un carácter a lo largo de su historia”, expresó Mejía Arango en un texto para la agencia de Noticias de la Universidad.En medio de la celebración institucional, el rector de Eafit enfatizó en que toda la comunidad educativa tiene un papel fundamental “en la reconstrucción del tejido social, primero porque hay evidencia de que más que nunca la humanidad, cualquier sociedad, necesita de sus científicos, de sus pensadores, de sus intelectuales que la guíen en momentos de incertidumbre y de zozobra. Y esa intelectualidad, lo mejor de la inteligencia de una sociedad, está en la universidad. La humanidad está buscando respuestas a la pandemia y las respuestas solo las puede dar la ciencia, no las puede dar una política ni ninguna otra actividad social, sino la ciencia, alojada principalmente en la universidad”.Invitación para celebrarPara la comunidad eafitense este 4 de mayo es un día para agradecer. “Eafit llega a 60 años de vida institucional y esos propósitos cobran fuerza gracias al apoyo, la tenacidad, la compañía y el respaldo de cada una de las personas que hacen parte de este grupo humano en todos sus estamentos, y en general de todos aquellos que hacen parte de los grupos de interés de la Universidad”, publicó la universidad en su sitio web.De manera protocolar, la forma de hacerlo será este lunes 4 de mayo, a las 5:00 p.m., en una cita que desde la distancia permitirá reafirmar lazos de confianza, todos se podrán unir a esta jornada a través de www.eafit.edu.co.“Es una invitación para que nos conectemos y vivamos por este medio, diferente, pero muy importante, esa emoción de ser eafitenses. Nos escucharemos y nos veremos de otra manera para sentir ese calor y emoción de compartir este proyecto de Universidad que tanto queremos”, expresó Paula Andrea Arango Gutiérrez, vicerrectora de Sostenibilidad y Proyección Social.Por su parte, Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación, señaló: “Somos una Universidad de mucha trascendencia y de gran trayectoria para la región, la ciudad y el país. De eso dan muestra nuestros 60 años de historia y nuestro Propósito Superior que, al irradiar vidas e inspirar conocimiento para forjar humanidad y sociedad, refleja nuestras capacidades para transformarnos y sortear situaciones como las que actualmente vivimos. Los invitamos de manera muy especial a esta celebración”.A su vez, Claudia Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje, indicó que esta “será una fecha memorable para todos, para renovar nuestros compromisos con la sociedad y la humanidad en una fecha que marca un hito en la historia de la Institución por ser el año de la reinvención y de abrir un nuevo camino hacia el futuro y hacia ese nuevo mañana”.De acuerdo con Catalina Suárez Restrepo, jefa del Departamento de Comunicación, será el momento para, valiéndonos de las nuevas tecnologías y en un evento sencillo pero cargado de mucho simbolismo, conmemorar, recordar con orgullo y expresar gratitud a los gestores de este proyecto educativo y a quienes a lo largo del tiempo han engrandecido la idea de Universidad.
Ahora que se conmemoran los 200 años de la Batalla de Boyacá –para unos historiadores- y para otros sólo el de un Combate en Boyacá, batalla o combate que se ha referenciado como punto de inicio del sello de nuestra independencia del reino español de Fernando VII, deseo expresar mi opinión sobre la causa del rechazo de nuestra región sureña a las ideas, actitudes y accionar del llamado Ejército Libertador, es decir, las causas del acentuado realismo de nuestra región sur, en ese entonces conocida como Provincia de Pasto, con su mínima capital –que llevaba ya el mismo nombre, adicionado al de su santo patrón, San Juan de Pasto-, nombre colonial que se ha buscado reeditar en estos últimos años, tanto allí como en otras capitales, hasta de la misma Santafé de Bogotá (¿cosas de la moda?). Al opinar sobre el Realismo Pastuso, no me pretendo historiador. Deseo que quede claro que sigo siendo un escritor de novelas, cuentos, poesía, ensayo y crónica, además de opinador columnista; los historiadores me merecen todo mi respeto. Aclaro también que estas notas siguientes, entrecomilladas, forman parte de mi reciente libro Sur, donde las rocas secretamente florecen. Crónicas, publicado por la Alcaldía Municipal de Pasto en 2018.Lea también: Agualongo, valor y orgullo de un puebloExpreso también que me aparto de una de las principales tesis actuales de algunos (o quizá de varios) de nuestros historiadores nariñenses, la cual asegura que fuimos realistas porque buscábamos que se respetara nuestra voluntad en nuestro propio destino, la de nuestro propio proyecto de región, que son las palabras con las que, más o menos, he escuchado plantear esta tesis. Al contrario, pienso que nosotros, jamás -ni entonces ni hoy-, hemos llegado a formularnos como destino propio, como proyecto propio, como visión de conjunto humano con voluntad propia, y no es sólo nosotros como región; es todo nuestro país -al que llamamos ahora Colombia- el que jamás ha procedido así (y no sé si todos los países de nuestra Latinoamérica). Hasta hoy nuestros líderes o quienes han pretendido fungirlo, nuestras élites políticas, nacionales y regionales (y quizá latinoamericanas) o quienes han reclamado serlo, no se han preocupado de nuestros territorios y de nosotros como países, sino como de unas fincas particulares o grupales propias de ellos, a las que hay que defender o usurpar con una legislación y un ejército, para su beneficio particular propio o de sus familia o de sus grupos, pero jamás como proyecto nacional o de región (mucha razón lleva el escritor Héctor Abad Faciolince con su novela Angosta; recomiendo su lectura). Ejércitos que antes los conformaron con sus esclavos o con sus peones, hoy con soldados o con paramilitares o con organizaciones de delincuentes y hasta con guerrilleros (“si tenemos que sicariar con los Pelusos, sicariamos”, recordemos que fueron las palabras de un alto general del ejército, recientemente).Hoy mismo carecemos de ese proyecto regional y nacional; creo que de ahí se deriva la parte más sustancial de nuestra tragedia (incluidas las razones de nuestra enorme inequidad), y no sé si de todas las adversidades e infortunios que hemos debido padecer. En nuestro país, algunos gobiernos, fugazmente, han pretendido formular y ejecutar ese tipo de proyectos, pero han sido borrados de un plumazo por las élites. El ejemplo más claro –quizá no el único- es el primer período presidencial de Alfonso López Pumarejo (1934-1938) con sus leyes de modernización capitalista del Estado en cuanto a la tenencia y producción de la tierra, y a la reforma de los servicios de educación y salud. De haber dejado actuar esas leyes y esa visión “lopezpumarejista” de Estado -La Revolución en Marcha-, pienso que seríamos un país más equitativo, con una paz mucho más estable y duradera, y con mucho mejor y más justo desarrollo; nos habríamos ahorrado toda la violencia del Siglo XX y la del actual, además del azote del narcotráfico, consecuencia de la inequidad, la corrupción y la violencia. La clerecía católica y las élites aristocráticas de ambos partidos políticos lo borraron, tildando de comunista a López Pumarejo. A esto me he referido en varios artículos de mi columna Desde Nod.Un paréntesis: quizá una excepción vivificante actual es el ejemplo de dos poblaciones antioqueñas ubicadas en su suroeste cafetero. Uno no se cansa de asombrarse de las diferencias entre las bellas poblaciones de Jardín y de Jericó en contraposición con las que las circundan (Andes, Venecia, etc.). Ambas nacidas de la llamada “Colonización Antioqueña”, cuando los habitantes de este territorio de la patria comenzaron a adaptar las tierras aún baldías, de su entonces Estado de Antioquia, con la promesa gubernamental de que serían de su propiedad, siempre y cuando las pusieran a producir. En alguna visita mía a esas poblaciones, al notar mi asombro, alguna persona me explicó que Jardín y Jericó nacieron con un “Plan territorial” –voy a usar esta acepción actual con su permiso- diferente a las del resto: en su nacimiento se contempló mucha equidad con miras hacia una mejor convivencia comunitaria, y así trata de ser hasta hoy. El espíritu cultural de estas poblaciones se lo siente, casi que se lo respira, porque así fue desde sus inicios. Pero precisamente ahora están entre la espada y la pared por culpa de unas compañías mineras que llegaron a esos territorios a acabar con su bien vivir y con su tranquilidad. No pierdo la esperanza de que así como Jardín y Jericó, habrá otras poblaciones en la geografía de nuestra patria, con similar historia humana, pero desconocida en las indiferentes esferas de gobierno en Bogotá. Dejo aquí porque todo esto daría para otro ensayo o crónica (fin del paréntesis).Y ahora entremos al grano (y como dije arriba, todo el artículo que sigue hace parte de mi libro (2018) referenciado antes):“Las causas del realismo pastuso podrían formularse de la siguiente manera, a mi modo de ver:“a.- Hay una causa que muy pocos historiadores mencionan quizá porque piensen que científica u objetivamente no pueda ser mensurable o porque, quizá también, poca importancia le han dado y talvez ni la habrán notado otros: el nariñense es un pueblo muy, pero muy leal. Al hacer esta afirmación, sé que me estoy arriesgando a que el posible lector de este texto lo cierre con una sonrisa cercana al desprecio por lo ingenuo del escritor sobre esto que los antropólogos llaman Determinismo.“Sin embargo, otra de las causas del éxito del dictador mexicano Porfirio Díaz para los resultados de sus campañas y sus 35 años de tiranía sobre su país, se acepta que fue también por su conocimiento de la gente de la que se rodeaba y de aquella a la que se enfrentaba. Con su perfidia –término medio entre la lealtad y la traición y que la practicó toda su vida, como los políticos de hoy, principalmente los que desean perpetuarse-, Díaz tenía plena conciencia de que las virtudes de “sus indios” eran la lealtad y la verdad, que esa era una característica propia de ellos: “…Moralmente, el mestizo Díaz se daría cuenta de que la lealtad y la verdad –virtudes cardinales del indígena- conducen más fácilmente al sacrificio que al poder” (Enrique Krauze, Porfirio Díaz, Místico de la autoridad. 2002, pg. 76). ¿Genética o cultura o ambas? La población nariñense, y más para esos días, tenía un altísimo porcentaje de ascendencia marcadamente indígena. Este ha sido un tema que quizá no se ha estudiado satisfactoriamente.“b.- Ignorancia del común del pueblo, que era la casi totalidad de la población. Esta circunstancia había sido común y corriente en toda Hispanoamérica, argüirán algunos, y debo admitir como válido este argumento. Incluso la que podría llamarse la aristocracia “noble” pastusa no tenía -en la mayoría de sus cuadros más jóvenes- casi preparación académica, debido a la pragmática-sanción de Carlos III que, desde 1767 por recomendación de su ministro Campomanes, expulsó a los jesuitas de todo el territorio español y de sus colonias a causa del levantamiento popular conocido como “Motín de Esquilache”. Con los jesuitas desaparecieron también de Pasto el Colegio de la Compañía y su escuela de las primeras letras.“c.- Acentuada religiosidad, principalmente en el pueblo raso. Ésta ha sido más característica en nuestra región que en otras. La acentuada religiosidad, unida a la ignorancia, me parece que siempre han sido manipuladas, no sólo en nuestra región sino en cualquier esquina de la Historia. En nuestro país, recordemos quiénes la manosearon en las guerras civiles del siglo diecinueve –una vez eliminadas todas las cabezas de la terrible Hidra pastusa-.“Cosa igual en los comienzos del siglo veinte y luego en tiempos de la llamada Violencia, muy entrado el pasado Siglo XX. Quienes la manipularon en tiempos de la naciente Independencia, tenían intereses creados para que el realismo continuara, porque temían perder sus privilegios si nacía un cambio de sistema de gobierno. Dicha manipulación fue ejercida por los terratenientes y la aristocracia pastusa, apoyados por casi todo el alto, mediano y bajo clero. Al comienzo de la lucha la aristocracia de Pasto dudó entre la lealtad a su lejano rey o a la nueva república que se fundaba. Se hizo la consulta al Obispo español de Popayán Salvador Jiménez, quien “pastoreaba” a Pasto: ¿las ideas de una república armonizaban con las de la Religión Católica? Él respondió que NO, y la voz del prelado, para el populus pastensis, fue la voz de Dios.“Aquí detengámonos en un pequeño paréntesis:En 1814 -cuando ya Pasto se aprestaba a combatir “la invasión” del General Antonio Nariño-, hay un cruce de comunicaciones entre el cabildo de la ciudad y el general, presidente del gobierno de Cundinamarca (Santafé) que le pedía rendirse y tomar las armas por su gobierno. El cabildo le responde a su comunicación del abril 6 (cita tomada de la de obra de Sergio Elías Ortiz -pg. 327, 1974-, “Agustín Agualongo y su tiempo”):‘Como acaso será ésta la última vez que este cabildo tenga la bondad de hablar con usía, en contestación a su oficio del 6 que rige, ha creído de su deber asegurarle con la ingenuidad que constituye su carácter, que tiene firme en sus principios y cada día más adherido al sistema de gobierno que vivieron y murieron sus padres… etc’ (letra bastardilla y resaltado míos). ¿Por qué el Cabildo de Pasto se autocalifica de carácter ingenuo? ¿Sabría quizá que ya se rumoraba algo en relación con esto, con que se lo calificaba de ingenuo? De haber sido así, ¿quiénes podrían haber sido –y por qué- quienes propagaron esos rumores? ¿Tiene esto alguna relación con el posteriormente llamado Chiste Pastuso? (fin del paréntesis).“d.- Interés de la aristocracia pastusa de que la minúscula y dependiente ciudad de esos días, Pasto, tuviera las mejoras de una grande e independiente. Independiente en lo civil, en lo eclesiástico y en lo militar. Dejar de ser así la villa intermedia entre las grandes urbes como lo eran Popayán y Quito. Esto beneficiaría a las aristocracias civil, militar y eclesiástica porque serían ellos quienes tomarían sus riendas. Para lograrlo –pensaban- deberían hacer méritos, ¿y qué mejor que esta prueba de fidelidad al Rey? Sólo así tendrían la oportunidad de solicitar, ilusos, al lejano Rey Fernando VII, como en realidad lo solicitaron, los privilegios mencionados, con la correspondiente petición a los jefes más inmediatos, en poder y distancia, para que dieran cuenta al soberano de las calidades de súbditos que tenía en estas breñas de América, desconocidas para su majestad; esta petición siempre fue desdeñada o burlada, pero jamás tomada en serio.“Concretamente Pasto deseaba tener un colegio real y seminario, siquiera con dos cátedras, Filosofía y Teología Moral, para empezar. Que se estableciera un centro de gobierno y que se la erigiese en sede episcopal. Estos eran los deseos desde el comienzo de la lucha. Ya más tarde (1816, por intermedio de Pablo Morillo) se agregaron otras solicitudes al Consejo de Indias: exención del pago de alcabalas, privilegio que había perdido la ciudad, porque curiosamente se perdieron las cédulas de esta prerrogativa. Abolir el estanco del aguardiente y del tabaco. Que a los indios se les exonerara totalmente del tributo o al menos de la mitad. Finalmente, que se condecorara tanto al ayuntamiento como al vecindario según grado de Su Majestad.“Tardíamente, el Consejo de Indias concedió (20 de marzo de 1919):1) eximir del pago de alcabala por 10 años a la ciudad;2) que el virrey de Santa Fe de Bogotá se hiciera cargo del seminario de la manera menos gravosa;3) NO a la solicitud de desestancar los estancos;4) los indios serían exonerados de éste en la mitad y sólo por un tiempo definido, según lo estableciera el virrey;5) en cuanto a las condecoraciones, esperar los informes para repartir los homenajes; eso sí, se guardó el privilegio de nombrar a algunos habitantes para éstos, entre ellos a doña María Manuela Vicuña, mujer del regidor de Quito y habitante de esa ciudad, don Pablo Guarderas, por una comunicación enviada al ayuntamiento de Pasto con remisión de ropas para gentes pobres y de reciente luto por causa de la guerra y un manto de terciopelo carmesí para la Virgen de las Mercedes, patrona de la ciudad.“A mi parecer, la estrategia de los dirigentes pastusos era apoyar a la aristocracia española (demostrando fidelidad al Rey) detentora hasta el momento del mando político, militar y eclesiástico en América. Apoyarla contra los deseos de poder de la aristocracia criolla que en el momento peleaba ese poder encarnizadamente, sin dejar de observar el sometimiento al rey de España, como fue en un comienzo el cariz tomado por el confuso movimiento ‘independentista’ provocado por los linajudos criollos. Los aristócratas pastusos esperaban que la aristocracia española, “ayudada”, sería la mejor “cuña política” que tendrían para obtener los favores de Fernando VII. Esta ilusión se convirtió en otra frustración más.“Como otro de innúmeros ejemplos, el Cabildo de Pasto recibió este homenaje: (que mueve a la sonrisa o a la ira) ‘… En virtud de las facultades que me tiene conferidas el rey nuestro señor, don Fernando VII, en sus reales instrucciones de 18 de noviembre de 1814, y atendiendo a la acendrada fidelidad y buenos servicios y adhesión a la causa del rey… he venido a conceder al dicho ayuntamiento reunido, los honores y tratamiento de mariscal de campo de los reales ejércitos… etc. Santa Fe de Bogotá, a 23 de septiembre de 1816. Pablo Morillo’ (Ortiz, 1974).“e.- Una causa que mucho más tarde aparece, después de los primeros excesos cometidos por las tropas patriotas en sus iniciales luchas y escaramuzas, y que debieron ser publicitados y manejados de manera proclive por los militares realistas y por la aristocracia pastusa, fue el deseo de retaliación ante hechos como el incendio de la población de Patía (actual sur del Cauca en la llamada carretera Panamericana) ejecutado por las tropas al mando del capitán patriota Eusebio Borrero, que sembró para siempre el rencor entre los habitantes de este inhóspito valle, hacia todo lo que tuviera que ver con el llamado Ejército Libertador.“f.- Por último, esta sí una causa verdaderamente tardía, debió de ser el deseo de sangre de venganza del común del pueblo contra los no sólo abusos sino crímenes por parte del ejército patriota, apoyados en forma activa o pasiva por el alto mando. Venganza contra los excesos del batallón Rifles(por órdenes de Sucre que a su vez dependían de las de Bolívar) al entrar a Pasto a sangre y fuego en la navidad de 1822, claro está que después del rompimiento por parte de los pastusos (instigados por el español Benito Boves, que huyó con los primeros reveses, sobrino de José Tomás Boves) de las capitulaciones firmadas entre Bolívar y Basilio García luego del revés de la batalla de Bomboná (07 de abril de 1822) sufrido por Su Excelencia El Libertador, reversado por esta causa hacia el norte, hacia El Trapiche (hoy Bolívar, Cauca). Cuando el español García firmó las capitulaciones, ya conocía el triunfo de Sucre en Pichincha (al sur, 24 de mayo de 1822) sobre su compatriota el general Melchor Aymerich, no así Bolívar. García temía sufrir un acorralamiento en Pasto desde el sur y desde el occidente –por el Océano Pacífico y Barbacoas- con ese revés de las armas realistas. Sólo le habrían quedado las selvas amazónicas del oriente para replegarse o huir.Lea también: Departamento de Nariño: 111 años de fundado“Venganza contra las exacciones que Bolívar ordenó luego de que Sucre destruyó a Pasto. Venganza contra las exacciones y desalojos de propiedades a los pastusos. Venganza contra los abusos de los generales que siguieron dando pábulo a su sevicia en Pasto, como el horrible crimen propiciado por el General Salom y ejecutado por el Teniente Coronel Cruz Paredes, que consistió en amarrar de espaldas, y en parejas, a 14 principales personajes pastusos y empujarlos vivos hacia los vórtices del río Guáitara…”Espero que el anterior sea otro aporte de nuestra región a la conmemoración de estos 200 años de Boyacá.
–Llévenos a El Hueco. A cualquier punto de El Hueco. No importa.El chofer del taxi asintió con la cabeza.–¿De dónde vienen?–¿De dónde parece que venimos?–De Venezuela.–Ah, no. ¿Otro idea?–De Cuba–Somos de Cuba.En una ruta cercana al Metro de Medellín, el chofer fue acercándose al famoso Hueco. Antes dijo: “De noche soy cantante, de día me gano la vida en el taxi”. Aclaró que Bogotá era fría y Medellín cálida, que los paisas eran amables y los rolos distantes, que el tráfico en la capital era caótico y en Medellín más apacible. En el reproductor echó a andar sus propios temas y nos invitó a un concierto.El Hueco se abrió frente a nosotros, bajo las estaciones Parque Berrío y San Antonio. Parecía un área de comercio sin límites, únicamente flanqueada por el centro administrativo y político de Medellín. Hacia los otros lados El Hueco podía ser interminable. Un cubano, recién llegado, no sabe. Había que descubrir las ventas, los comercios, los vendedores ambulantes, las ofertas especiales. A uno no le queda más remedio que aceptar el sino de los extranjeros en El Hueco: aun los cubanos, camuflados entre los paisas, ofrecimos ingenua papaya.Foto: Archivo.Finalmente, El Hueco resulta más ordenado y menos caótico que Gamarra, el mercado callejero de Lima, Perú. Es menos peligroso que Tepito, en Ciudad de México, y mayor que todos los Flea Markets de Miami. Sería incomparable con las “candongas” cubanas, una versión pobre y precaria del mercado negro latinoamericano.El Hueco, junto a varias comunas de Medellín, perdura en la memoria mucho más que otras zonas de la ciudad, donde se agolpan los turistas. El Poblado, por ejemplo, tiene grandes y modernos edificios y bancos y hoteles y centros comerciales y starbucks y mc’donalds y turistas y franquicias y estratos cinco y seis, pero no compite jamás con El Hueco. El Poblado es un déjà vu o una ilusión: podría lo mismo surgir en Ciudad de México que en Buenos Aires que en Miami.Sin embargo, El Hueco tiene los olores a comida frita y refrita, mezclados con madera y telas recién procesadas, y los restaurantes de estratos dos y tres, y los vendedores ambulantes de frutas y morrales, y las perchas en la calle y los regateos y los descuentos y las biblias y los libros de segunda mano y las copias de Nike y Adidas, y los ladrones que entran y jamás salen.“Entre usted, señor, en qué puedo ayudarlo, qué le regalo, qué busca, qué le interesa, aquí tenemos, más económico, todo por 700, todo por 1000, entre a ver sin compromiso”. Los voceadores funcionan como imanes: atrapan la atención y desvían el curso de los viajeros.No hay turistas en la zona. Apenas un par o un grupo que prefiere trascender la postal turística de Medellín. Acaso descubran que la ciudad alcanza su mejor definición en El Huecoy en las comunas que reptan por las laderas de Los Andes. Cuando uno se marcha, y siente que se marcha para siempre, sabe que la memoria, fascinada, regresará muchas veces a las calles vitales del centro de Medellín.Foto: Archivo.La tarde empieza a caer sobre El Hueco y la vida no se apaga. Al contrario: los obreros escapan finalmente de sus trabajos e inundan los comercios antes de ir a casa. Los precios bajan y el barullo sube. De los restaurantes emana el olor a comida recién servida, que se mezcla con los recuerdos.A primera hora de la noche, después de caminar en todas las direcciones, hemos regresado a un punto conocido: la estación de San Antonio. Muy cerca, se reúnen los vendedores ambulantes de calzas, frutas, confituras y arepas. Una chica cubana se adelanta hasta la mesa de las uvas, sorprendida por el tamaño de los frutos.Pide un kilogramo, pero no acepta el precio. El vendedor, un joven que no supera los 20 años, le propone: “Lleve medio”. La chica acepta.Otra vendedora ambulante se acerca a ofrecer arequipe. La muchacha dice “No, no podemos, gracias”. El vendedor de uvas mira a la señora del arequipe y le advierte:–Es que no pueden. Ellos son “cubeños”.
Diversas comunidades científicas en el mundo conmemoran este miércoles los 139 años que se cumplen del natalicio de Albert Einstein, uno de los más grandes científicos de toda la historia de la humanidad y pionero de la física moderna.Expresó Hernando Ballesteros, docente y físico de la UdeA, que J. Einstein es “el padre de la teoría de la Relatividad”, con la cual “elevó el estatus mental de los humanos” al revisar los planteamientos físicos que clásicamente se han hecho sobre un escenario en el que los fenómenos físicos ocurren en el espacio y transcurren por separado en el tiempo”.El genio más famoso el siglo XX trasladó dichos conceptos al escenario real del espacio-tiempo donde espacio y tiempo, detalló Ballesteros, “ya no se pueden pensar por separado, sino que son uno sólo cuyo registro para un mismo acontecimiento no es igual para diferentes observadores, aunque estos siempre pueden conciliar sus respectivos registros mediante reglas de transformación bien definidas”. Tal y como en alguna vez lo dijo Einstein: 'La mente es como un paracaídas, sólo funciona si la tenemos abierta'.Lea también:Muere el físico Stephen HawkingPrincipales hallazgosSegún lo expuso Ballesteros, estos serían algunos de los grandes descubrimientos aportados por Einstein a la ciencia planteando una nueva visión sobre los fenómenos físicos que las teorías clásicas no supieron explicar:1. La realidad física del espacio-tiempo: cada observador del universo constituye una malla de relojes regularmente dispuestos y sincronizados. Si el observador es inercial, su malla es rígida, pero si no lo es su malla será elástica y, en ambos casos, cada observador hace los registros de espacio y de tiempo en su propia malla.Einstein explicó al presentar a la comunidad internacional esta teoría que “cuando un hombre se sienta una hora con una mujer hermosa, parece un minuto. Pero si se sienta un minuto sobre una estufa caliente, será más largo que cualquier hora. Eso es la relatividad”.2. La velocidad de la luz es constante para todos los observadores inerciales o no inerciales: cualquiera que sea el caso, la luz ignora el estado de movimiento de los observadores y estos le miden igual velocidad sin que importe el valor V de su velocidad relativa.3. El poder de los experimentos pensados, con los que se dio cuenta que la simultaneidad es relativa y que, con el movimiento, la longitud se contrae y la masa y el tiempo se dilatan.Un ejemplo de la dilatación del tiempo es la “paradoja de los gemelos”: si existen dos hermanos gemelos y uno de ellos hace un viaje espacial a grandes velocidades mientras que el otro permanece en Tierra, a su regreso el gemelo viajero encuentra que su hermano ya no es su gemelo, pues está más viejo (en edad y fisiológicamente). Esto es de difícil aceptación para una mente no abierta, pero es lo que realmente ocurre: el tiempo para el viajero ha transcurrido más lento que para su hermano.También le puede interesar:Detección de una galaxia intacta desde el comienzo del universo4. La masa es energía y la energía es masa: el efecto acumulado de la dilatación del tiempo, la contracción de la longitud y la dilatación de la masa con el movimiento lleva a Einstein al resultado que lo identifica en la comunidad científica y en los corrillos de aficionados: E = mc2 , donde E es la energía total relativista y m es la masa en movimiento. La masa es algo así como energía muy condensada y la energía es algo así como masa muy diluida.5. Nueva teoría de la gravitación: las grandes masas o grandes concentraciones de energía producen profundas curvaturas en el espacio-tiempo a su alrededor. Por ejemplo, el Sol (cuya masa es el 99.75% de la masa de todo el sistema solar) crea a su alrededor profundas curvaturas cerradas sobre las cuales se trasladan los planetas de manera parecida a como las ruedas de los vagones del metro se trasladan sobre los rieles sin poderlos abandonar.6. Huecos negros: si la masa es suficientemente grande puede crear a su alrededor una fisura tan profunda que alcanza a romper la malla espacio-temporal dando lugar a un hueco negro, con una gravedad tan intensa que literalmente se traga todo lo que se halle a su alrededor, incluida la luz, sin que nada de lo absorbido por el hueco negro lo pueda abandonar nunca más.7. Dilatación gravitacional del tiempo: el campo gravitacional también produce retardo en la marcha de un reloj que se halle en sus alrededores (dilatación gravitacional del tiempo) siendo tal retardo más notable en campos intensos que en campos poco intensos, de tal manera que en un hueco negro se frena el flujo del tiempo y los relojes se detienen. En el interior de un hueco negro el tiempo no transcurre.Controversias de su teoríaEn la Alemania Nazi se creó una asociación en contra de su teoría y se publicó el libro Cien autores en contra de Einstein, ante lo cual el genio se limitó a decir: “¿Por qué cien? Si estuviera equivocado, bastaría con uno sólo”.“Con su Dios no juega a los dados, Einstein se aparta de las incertidumbres inherentes a la Teoría Cuántica. Sin embargo, el entrelazamiento cuántico de partículas se ha probado experimentalmente y, para muchos, esto significa que la teoría de Einstein es controvertible. Pienso que este asunto es más de fondo filosófico que físico, puesto que el techo de la física es la filosofía. En la actualidad ambas teorías conviven en paz”, relató J. Hernando Ballesteros.
A raíz del proyecto de ley que pretende la nivelación salarial de los empleados estatales tales como del Ministerio de Trabajo, elInstituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), entre otros, se desató una polémica entre la jefe de cartera laboral, Griselda Janeth Restrepo Gallego y la senadora del Centro Democrático (CD), Paloma Valencia Laserna.Este proyecto exceptúa del control de gasto de personal al Mintrabajo, al Inpec, al Congreso de la República, a la Unidad Administrativa de Aeronáutica Civil y al Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), aunque su discusión fue aplazada por el Senado hasta el próximo año.Lea más sobre: Renunció primer aspirante a la Presidencia por el Centro DemocráticoSegún un Twitter de la senadora Valencia Laserna, el Centro Democrático estaba dispuesto a votar sólo la nivelación salarial tanto de trabajadores del Congreso, comodel Ministerio del Trabajo, sin embargo, 'la ministra no aceptó'.Por su parte, Restrepo Gallego manifestó a la W que los funcionarios del Congresoincorporaron un artículo para la nivelación salarial de ellos. Ese artículo le generaba a la senadora algunas preocupaciones, que según la titular aún no comprende e insta a Valencia Laserna a dialogar.La congresista del CD denunció que el proyecto que propende la nivelación salarial de trabajadores del Congreso, incluía unas curules para las Farc, específicamente el acto legislativo 3 de 2017.Lea más sobre: Gobierno espera seguir discusión del salario mínimo la próxima semana'El Centro Democrático le dijo a la Mintrabajo desde hace varias semanas que no votaría curules para las Farc, ni más burocracia y no quiso modificarlo', indicó en su cuenta de Twitter.Ante eso, la titular laboral expuso que el Gobierno no hizo modificaciones del proyecto y que el texto lo redactó la Cámara de Representantes.