En la reunión, que será entre las cancillerías de ambos países, participarán además ministros y altos funcionarios.
Panamá y Colombia intentarán este jueves avanzar en temas comerciales y de seguridad que han tensado la relación bilateral en los últimos años, en una reunión de alto nivel en la capital panameña que encabezarán las cancilleres colombiana, María Ángela Holguín, y panameña, Isabel De Saint Malo.
La cita, anunciada por la Cancillería de Panamá, estaba en principio prevista para el pasado 14 de agosto, pero un día antes se anunció su suspensión debido a "imprevistos de carácter personal" de Holguín.
La información oficial panameña indicó este miércoles que en la reunión del jueves participarán ministros y altos funcionarios de ambos países de las áreas de comercio, seguridad y energía, y "se enfocará especialmente en la agenda comercial y de seguridad, así como lo relacionado a la interconexión eléctrica y los retos que representa".
Panamá y Colombia mantienen una larga disputa en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por unos aranceles aplicados por las autoridades colombianas a las exportaciones de textiles y calzados de la Zona Libre de Colón (ZLC), la mayor del hemisferio, ubicada en el Caribe panameño.
La controversia comenzó en 2012 y ha vivido varias etapas, incluido un fallo de la OMC a favor de Panamá que obligó a Colombia a suspender en noviembre pasado el arancel mixto, pero en su lugar aprobó dos decretos que endurecen los controles aduaneros y que dificultan de igual manera las importaciones de calzados y textiles procedentes de la ZLC, de acuerdo con las autoridades panameñas.
A causa del tema arancelario Panamá mantiene suspendido el proceso de aprobación del tratado de libre comercio (TLC) firmado por los dos Gobiernos en 2013, después de cuatro años de negociaciones que iniciaron en 2009.
Por esa misma controversia comercial Panamá suspendió en enero pasado la compra por unos 30 millones de dólares de dos lanchas patrulleras al Ejército de Colombia, una transacción que había sido pactada en octubre de 2016 durante una reunión de los presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Colombia, Juan Manuel Santos.
Otro asunto pendiente en la agenda bilateral es la interconexión eléctrica, un proyecto de al menos 500 millones de dólares que se remonta a 2009 y está suspendido de forma indefinida desde agosto de 2012 debido a la falta de capital y por problemas en los aspectos técnicos y socio-ambientales, según portavoces oficiales.
En marzo de 2013, el entonces presidente panameño, Ricardo Martinelli (2009-2014), descartó "por falta de recursos" la interconexión con Colombia, y anunció que en su lugar se abocaría a la ampliación de la red de distribución dentro de Panamá.
Para el desarrollo del proyecto se creó en 2009 la sociedad Interconexión Eléctrica Colombia-Panamá (ICP), conformada a partes iguales por la estatal panameña Empresa de Transmisión Eléctrica S.A. (Etesa) y la colombiana Interconexión S.A. (ISA).
En una primera fase, se había planteado que el proyecto fuera desde la subestación colombiana de Cerromatoso, en el departamento de Córdoba, hasta la subestación Panamá II, en la provincia de Panamá, con un recorrido de unos 614 kilómetros, y con una capacidad de energía de 300 megavatios.
La seguridad, especialmente la lucha contra el narcotráfico, es otro tema que se mantiene en la primera línea de la agenda de Panamá y Colombia, que comparten una agreste frontera terrestre además de la marítima.
El presidente Varela ha expresado de forma recurrente su preocupación por el aumento de la producción de cocaína en Colombia y su impacto en el trasiego del alcaloide para que llegue a Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo de esa droga.