Son peligrosas, mucho. Uno de los principios de la ortografía del español es la “correspondencia unívoca entre letras y fonemas”. ¿Qué es eso? Una letra produce un único sonido (fonema, para ser más estricto) y cada sonido es representado por una sola letra. Pero no funciona así: en América, aun en algunas regiones de España, zumo y sumo suenan exactamente igual. El zumo es un líquido y sumo es un arte marcial, el verbo sumar o equivalente a “muy grande”.
- Encausar/encauzar. Pareja mortal. Es muy usado uno de estos para indicar “dirigir un asunto o una persona por el camino adecuado”. “Debe encauzar a su hijo”. “Encaucemos este debate”. Cuidado: en muchos de los libros que edito he visto en frases como estas al verbo encausar. Pero escrito con S ya no tiene nada que ver con el cauce, sino con causa: encausar es formar una causa judicial contra alguien, es decir, “empapelarlo”.
- Racero/rasero. Debemos medir con el mismo “rasero”, porque el racero es un gallo de pelea o un macho (del ganado) destinado a la reproducción. El rasero es una palo que sirve para rasar, y rasar significa igualar “las medidas del trigo, de la cebada…”.
- Triada/tríada. Este par es diferente a los otros dos: realmente la pronunciación no es igual: el acento cambia (la primera tiene acento en la primera A). La agrego porque también lleva a error. Si vamos a hablar de un conjunto de tres seres o cosas, es tríada, con tilde. Triar, triada es su participio, significa escoger, separar para escoger.
De esas que casi nunca usamos
Decúbito. Es la posición horizontal que podemos tomar las personas y los animales. Si nos echamos sobre el pecho, se llama decúbito prono. Si nos echamos sobre la espalda, se llama decúbito supino.