Con un poemario que transporta a los lugares de la memoria del artista, entre ellas la infancia, el pasado miércoles 3 de mayo el paisa Carlos Alberto Palacio Lopera ganó el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández. En entrevista, su narración de qué trata.
El artista antioqueño Carlos Alberto Palacio, escritor y cantautor colombiano, alcanzó el honor del Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández, tras superar con sus versos a otros 383 poemarios postulados de todo el mundo.
Abajo había nubes es el nuevo título del autor local que alcanzó el premio, que está dotado con 8.000 euros e incluye la respectiva publicación de la obra inédita, por la editorial madrileña Devenir.
Carlos Palacio, o simplemente Pala, como letrista se ha destacado en el ámbito de la canción latinoamericana, hace dos décadas, y como poeta, aunque su camino no ha sido tan largo, se consolida ahora como un autor con el valor de la esperanza, muy pertinente en tiempos de la pandemia de la covid-19 que azota al mundo.
Tanto el presidente del jurado del premio, Francisco Javier Díez de Revenga, como el director de la Fundación Cultural Miguel Hernández, Aitor Larrabide, destacaron del nuevo libro de poemas de Pala la esperanza que deja, a su vez que lo definen como el autor enamorado del poeta oriolano.
Al igual que Bob Dylan, de canciones como Like a Rolling Stone, Knockin’ On Heaven’s Door y Blowin’ in the Wind, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2016, según la Academia Sueca por “haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense”. Ahora, en este 2020 el premio otorgado por la Fundación Cultural Miguel Hernández al artista autor y cantante antioqueño Pala, reivindica el valor poético de la canción. Es de precisar, en el fondo el valor de este premio en esta ocasión está en que fue otorgado a un cantante.
De Pala se destaca la excelencia de sus letras, que se mezcla con su ingenio en las mezclas musicales, con gran creatividad melódica, y no se puede dejar de mencionar el sentido de los mensajes de sus letras.
Es válido afirmar que a Pala la literatura le fluye por la sangre. El periodista mexicano Héctor González afirmó que es un “diestro para la métrica y la lírica”.
Su propio amigo y colega Jorge Drexler, quien es también actor uruguayo, afirmó: “Es uno de mis escritores favoritos contemporáneos del verso fijo y un impresionante sonetista”.
En entrevista con EL MUNDO, Pala narró cómo recibió el premio por su lado poético y cuál ha sido su camino en ese arte, entre otras confesiones más.
Yo llevo una carrera mucho más larga en la música, de hace más de veinte años, pero llevo escribiendo poesía más o menos cinco años, con dos libros editados, uno hace dos años y otro hace tres, Pasacintas y Así se besa un cactus.
Es un libro que escribí cuando cumplí 50 años de edad. Este es un poemario que reúne mi visión del mundo al llegar a ese lugar, a ese momento de mi vida, al balcón de los cincuenta años.
Es un grupo de poemas que yo escribo situándome en mi pueblo natal, Yarumal (Antioquia). En ese pueblo pasé mi infancia y lo que la vida me ha ido mostrando es que finalmente uno regresa al lugar del que es.
Definitivamente, el titulo se refiere a eso que es para mí mi pueblo. Yarumal es un territorio colgadito en la montaña, es un pueblo muy frío. En muchos días del año uno se levanta y ve que, efectivamente, las nubes están debajo de las montañas.
Entonces, el título de este poemario se refiero a eso, además todo el libro es una alusión a ese tema.
Cada una me ha otorgado alegrías diferentes.
La música tiene una particularidad que es la de poder hacer que te relaciones con tus seguidores de una manera más directa, existen los conciertos y esa conexión directa con el público.
Por su parte, la escritura del texto poético coloca al lector o seguidor, en una posición que vos ni siquiera conoces. Pero, eso hace que se otorgue otra posibilidad, para que uno diga exacta y milimétricamente lo que cada uno quiere.
La poesía genera unas cuotas de libertada que la canción no te da. En síntesis, creo que cada uno de los géneros ofrece unas reflexiones y placeres distintos.
A mí me hace muy feliz, porque es un premio que lo dan más que a un poeta a un cantautor. Para mí es muy significativo, porque es un premio que vuelve a ubicar a la cultura en el centro de la discusión sobre si la canción tiene un valor poético.
Yo estoy seguro de que la canción puede tener perfectamente un valor poético, y eso es algo que la sociedad no puede dejar perder de vista.
Estoy presentado ahora mi noveno disco, El siglo del Loro. Es una recopilación de sonetos musicalizados, que canto con algunos colegas.
Canto con Jorge Drexler, con Juanes, con Santiago Cruz, con Pedro Guerra y otros colegas más que invité.
A continuación, el video de la canción Existe Una Mujer, canción de El siglo del Loro, en compañía de Rozalén.