Ambas partes exploran la posibilidad de reanudar los diálogos pese a las actuaciones del presidente Nicolás Maduro.
La oposición venezolana sigue reacia a entablar un nuevo proceso de diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro, aunque acudió a una invitación que les hiciera a las partes el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, para explorar la posibilidad de reanudar las negociaciones.
Desde Venezuela la jornada se siguió entre el hermetismo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y la promoción del oficialismo sobre esta "nueva etapa" de diálogo, que pregonan como una victoria de la llamada revolución bolivariana y de la "paz".
Sólo a través de las redes sociales los dirigentes opositores hicieron algunos comentarios al respecto, casi todos para reiterar que no participarán en una mesa de diálogo directo con representantes chavistas hasta que se cumplan algunas condiciones demandadas insistentemente por la MUD.
Por ejemplo, el presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, reiteró que para reanudar las negociaciones se debe publicar un "cronograma electoral completo con presidenciales incluidas", excarcelar a quienes considera "presos políticos" y deshacer las inhabilitaciones a dirigentes opositores.
Asimismo, pidió el respeto de todas las competencias de la Asamblea Nacional (Parlamento), controlada por una contundente mayoría opositora, y atender de manera "inmediata a la crisis económica y social del país" con la apertura de un canal humanitario para el ingreso de alimentos y medicinas que escasean.
"Reitero a Venezuela y al mundo que hoy no hay diálogo y no lo habrá hasta que se cumplan condiciones", expresó el opositor en Twitter, donde agregó: "Reiteramos a @DaniloMedina y (secretario general de Naciones Unidas) Antonio Guterres que no hay diálogo hasta que se cumplan las condiciones y haya acompañamiento internacional".
Antes, el expresidente del Parlamento Henry Ramos Allup había indicado en rueda de prensa que Borges se encontraba en Santo Domingo para atender la invitación de Medina y aseguró que la delegación opositora no sostendría un cara a cara con los representantes oficialistas.
La comunidad internacional, "incluso a instancias de Antonio Guterres", realiza esfuerzos para que con "cancilleres de países seleccionados de mutuo acuerdo entre el gobierno y la oposición" y la supervisión del secretario general de la Naciones Unidas, "pueda entablarse alguna relación de diálogo", dijo Ramos Allup.
"Si llegara a construirse una instancia integrada por cancilleres de países unos seleccionados por el gobierno y otros de la oposición supervisado y garantizado por el secretario general de las Naciones Unidas a mí en lo personal me parece una instancia perfecta si es para resolver los problemas venezolanos", agregó.
Entretanto, el diputado Luis Florido, representante de la oposición en esta cita, aseguró que el Gobierno de Maduro se ha visto forzado a buscar una negociación ante la crisis que atraviesa el país petrolero.
"Debido a la presión nacional e internacional el Gobierno se ha visto forzado a buscar una negociación. La comunidad internacional está con pueblo de Venezuela. Llegó la hora de acciones concretas que terminen en solución electoral", expresó el parlamentario en la misma red social.
Por otra parte, la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN) reseñó que ambas delegaciones se reunieron "en la sede de la cancillería de República Dominicana para evaluar los mecanismos necesarios para el reimpulso del diálogo, con el fin de solventar la situación política y económica que vive Venezuela".
Desde el chavismo, el constituyente Diosdado Cabello, uno de los hombres más influyentes del Gobierno venezolano, recriminó, también a través de Twitter, que los dirigentes de la MUD nieguen la existencia de un diálogo político.
"Otra vez le mienten (a sus simpatizantes), qué pena", dijo.
Estos acercamientos entre el Gobierno y la oposición se producen un mes antes de que los venezolanos acudan nuevamente a las urnas para elegir a los 23 gobernadores del país, un escenario en el que la MUD ve grandes posibilidades de hacerse con la mayoría de las plazas en disputa.