Desde hace tres semanas están llegando los miembros de esta minoría provenientes de Birmania.
La oficina de la ONU en Bangladesh situó este martes en 420.000 los miembros de la minoría musulmana rohinyá llegados al país desde Birmania (Myanmar) desde hace tres semanas, 5.000 más que los registrados el pasado lunes, y pidió "de manera urgente fondos" para lograr hacer frente a las necesidades de ayuda humanitaria.
"En línea con la tendencia de los últimos tres días, se ha registrado una reducción del movimiento de personas cruzando la frontera el 18 de septiembre", indicó el Grupo de Coordinación Intersectorial en su último informe.
Los refugiados que se alojan en asentamientos "espontáneos" se sitúan en 204.000 (19.000 menos que ayer), mientras que unos 183.000 (22.000 más que la víspera) están en campamentos preexistentes y otros 33.000 rohinyás se encuentran en comunidades de acogida, precisó. "Ha habido un movimiento significativo de personas instaladas en campamentos preexistentes hacia la nueva zona expandida del campamento de Kutupalong", en el distrito de Cox's Bazar, en el sureste del país cerca de la frontera birmana, añadió el documento.
Como resultado, se ha producido también una reducción del número de rohinyás instalados "a los lados de las carreteras". "Puede que el movimiento se haya desencadenado por información sobre la nueva zona expandida de Kutupalong, que se encuentra todavía en desarrollo", detalló el informe.
Además, la ONU pidió "de manera urgente fondos" para "apoyar y aumentar" los servicios humanitarios que se den a los refugiados, una ayuda que se ve limitada también por el complicado acceso por carretera a los lugares donde se encuentran los rohinyás.
La crisis comenzó el pasado 25 de agosto, después de que un grupo insurgente local atacara unas casetas de la Policía y del Ejército en el estado de Rakhine, lo que desencadenó una operación militar que ha sido catalogada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos como "caso de libro de limpieza étnica".