Durante el Día Mundial de la Higiene de Manos, la máxima autoridad en salud recomienda a personal hospitalario mantener sus manos aseadas y así frenar la propagación de bacterias.
La Organización Mundial de Salud (OMS) recomendó a los profesionales en esta área mantener constante higiene en sus manos a la hora de atender pacientes. Esta práctica puede salvar vidas al evitar las infecciones transmitidas por contacto.
Cada 5 de mayo, Día Mundial de la Higiene de Manos, las campañas para promover este hábito toman fuerza. Según el médico epidemiólogo, doctor Cristian Pallares, “de todas las medidas que hay en prevención y control de infecciones, la higiene de manos puede disminuir hasta en un 50% la transmisión cruzada de virus y bacterias en las instituciones hospitalarias”.
El control de las infecciones constituye una base sólida y esencial para la seguridad de las personas, es por ello que “todo profesional o dispensador de servicios de atención sanitaria, o cualquier persona que participe directa o indirectamente en la atención a un paciente, debe mantener la higiene de sus manos y saber cómo hacerlo correctamente en el momento adecuado”, agregó el doctor.
Existen dos métodos para realizarse higiene de manos, el primero es usar agua y un jabón antimicrobiano y el segundo e igual de efectivo es utilizar un desinfectante que contenga al menos 60% de alcohol. Con esta práctica se pueden salvar millones de vidas, disminuyendo por ejemplo, la trasmisión de infecciones respiratorias agudas, que son la causa de muerte de 3,5 millones de niños y niñas cada año, según datos de la OMS.
Pallares recomienda al personal de salud que la higiene de manos se realice en los cinco momentos que plantea la estrategia multimodal de la OMS:
1. Antes del contacto directo con el paciente.
2. Antes de realizar cualquier procedimiento.
3. Después de la exposición a fluidos corporales.
4. Después del contacto con el paciente.
5. Después del contacto con el entorno del paciente.
A su vez, hace un llamado a los pacientes para que hagan uso del agua y jabón, como medida principal de prevención ante la carga bacteriana que se aloja en las manos.
Para que la limpieza se realice de manera adecuada, tenga en cuenta lo siguiente:
• Limpie sus manos frotándolas con un desinfectante a base de alcohol, como medio habitual preferente para desinfectarlas cuando no estén visiblemente sucias. Es más rápido, más eficaz y mejor tolerado por las manos, que lavarlas con agua y jabón.
• Lávese las manos con agua y jabón cuando estén visiblemente sucias, manchadas de sangre u otros fluidos corporales, o después de usar el inodoro.
• Cuando se sospeche o se tenga constancia de haber estado expuesto a patógenos que liberan esporas, y en particular a brotes de Clostridium difficile, el método preferible consistirá en lavarse las manos con agua y jabón.