En una entrevista con motivo de su llegada al poder como jefa del Gobierno Regional se abstuvo de hacer promesas en cuanto a independizar la región de Hong Kong.
La nueva jefa del Gobierno regional de Hong Kong, Carrie Lam, eludió comprometerse durante su mandato a que se pueda pedir libremente más democracia o la independencia de la región. En una entrevista con la BBC con motivo de su llegada al poder este sábado, cuando se cumplió el vigésimo aniversario del retorno de la excolonia británica a manos chinas, Lam respondió a una pregunta sobre si podía hacer esa promesa, con que "la petición de independencia tiene que ser puesta en el contexto de lo que dice la ley".
"¿Cómo puedes prometerlo cuando no conoces la situación concreta o la legislación (que habrá) en Hong Kong" en un futuro?, contestó Lam. La nueva jefa del Gobierno regional acaba de iniciar un mandato de cinco años en medio de crecientes, aunque no multitudinarias, peticiones de democracia real, e incluso de independencia, tras las históricas protestas de 2014 conocidas como la "Revolución de los paraguas".
En este sentido, consideró que las voces que piden la independencia son "la expresión de una opinión personal... pero si expresar ese punto de vista constituye una ofensa, tendríamos que ver qué dice la legislación". Lam mostró su convencimiento de que "Hong Kong es una parte inseparable de la República Popular China" y que entiende la fórmula "un país, dos sistemas" de forma que "no se trate de oponer a un país en oposición a Hong Kong".
¿Cuál es el propósito de (tener) dos sistemas si no es en el contexto de un país?", se preguntó, y recalcó que Pekín "respeta la historia y las realidades de Hong Kong, y asegura su prosperidad y estabilidad". También declaró que no apreciaba "ningún tipo de interferencia judicial" en la decisión de la Asamblea Popular de China de noviembre pasado que impidió ocupar su escaño a dos legisladores de Hong Kong elegidos en las elecciones regionales de septiembre.
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En una ciudad de siete millones de habitantes, Lam fue elegida en el pasado 26 de marzo por 777 votos en un comité de 1.200 miembros que representa a diversos sectores sociales y económicos, y que está muy influido por Pekín Aún así, dijo que se siente legitimada, ya que "no es solo cuestión de una cifra" (los votos que recibió) sino de que el comité representaba "ampliamente a todos los sectores de la sociedad".
Antes de su elección, Lam iba detrás de otro rival, Donald Tsang, en los sondeos de opinión realizados por medios de comunicación. La jefa del Gobierno regional hongkonés reconoció que existe la "percepción" de que es otra "marioneta" del Gobierno de Pekín en el puesto. "Sé que las percepciones son importantes, pero decir que solo soy una marioneta, que gané esta elección gracias a las fuerzas pro Pekín, supone no reconocer lo que he hecho en los últimos 36 años por el pueblo de Hong Kong", argumentó Lam en referencia el tiempo que lleva como funcionaria pública de la ciudad.