No podemos seguir votando como lo hacíamos hace un siglo.
El sistema utilizado para que los colombianos sufraguemos es definitivamente un instrumento poco confiable y se requieren reformas urgentes y trascendentales. No podemos seguir votando como lo hacíamos hace un siglo.
Luego de cada proceso electoral surgen infinidad de problemas en varios municipios, cuando los electores consideran que les arrebataron un triunfo. En ocasiones se da el caso de dirigentes políticos que denuncian que han sido contactados para que mediante el pago de una gruesa suma de dinero los ingresen a las listas de los elegidos por el pueblo. Es posible que en muchas de esas protestas lo que existan son malos perdedores, pero también hay circunstancias y hechos denunciados que indican que algo anómalo está sucediendo. Cito un caso, que no debió ser un caso aislado: La indígena Ana Rita Domicó Bailarín se acercó a su puesto de votación en el corregimiento de La Blanquita (Murrí) a reclamar los tarjetones en la pasada contienda electoral para sufragar por los candidatos de sus preferencias. Cuál no sería su sorpresa cuando los jurados le indicaron que ella ya había votado. La indígena protestó y la abogada Carmen Alicia Tabares Serna presentó por escrito la reclamación respectiva ante el presidente de la mesa donde sucedió la anomalía. Nada se dijo ni se investigó posteriormente.
Los tachones, enmendaduras, etc. que se dan sobre los famosos formularios E-14 son ya recurrentes y en todas las elecciones aparecen, luego, fotos y fotocopias de estos documentos como evidencia de la forma como fueron manipulados. Ante las precauciones que toman los partidos y movimientos políticos de vigilar el recuento de los votos y los posteriores escrutinios y especialmente la vigilancia que ya todos esos testigos ejercen sobre estos formularios parece ser que los avivatos han migrado a hacer sus pilatunas en los formularios E-24 que son una especie de resumen de los E-14. Dictan un número de votos que figuran en este último instrumento y anotan una cifra superior o inferior, según el interés del jurado, en el E-24. Inflan o desinflan los resultados.
El exmagistrado del Consejo Nacional Electoral, doctor Guillermo Mejìa Mejía, ante la propuesta de instalar un sistema electrónico de votación en Colombia, se ha opuesto indicando que es poco confiable y que se presta a mayores manipulaciones. Es posible que lo asista algo de razón, pero existen sistemas un poco más seguros que pueden garantizar unas elecciones transparentes. Si se implementa un sistema mixto, donde el elector se acerque a la urna, vote inicialmente utilizando un aparato electrónico y luego de votar, ese aparato electrónico le imprima el voto que acaba de dar, facilitando que el elector haga un control directo sobre su intención de voto, para luego depositar el papel (voto) entregado por el equipo electrónico en una urna, nos permite tener un sistema mixto. Al final de la jornada será necesario confrontar el voto electrónico con el voto encontrado en las urnas y este tiene que coincidir. Esa confrontación se puede hacer en un porcentaje alto de las mesas instaladas en un puesto y si existe diferencia en una sola mesa, se tendrán que contabilizar todas las urnas del puesto, para transparencia del debate electoral. Creo que esto alivia las preocupaciones del doctor Guillermo Mejía M.
Obvio, un sistema perfecto hoy, no existe, pero si tenemos forma de hacer las cosas más transparentes y por medios más modernos.