En contraposición a las que no, ya dadas al estimulante pueblo lector, llevamos a los ojos y conciencia del mismo, las siguientes, tomadas de variados libros y revistan, llegados a nuestro despacho de abogados en ejercicio:
*La presencia en el territorio Patrio, “no se circunscribe únicamente a la extracción de un depósito de oro (o de esmeraldas) y el pago de impuestos y regalías. Somos socios del desarrollo regional, brindando transferencia de conocimiento mediante una minería moderna, altamente tecnificada, en armonía con el medio ambiente y trabajando con las comunidades vecinas”.
“La gestión está centrada en la de crecer con las comunidades, conociendo sus necesidades en territorio y aportando a la construcción de una visión compartida, que las empodere para que sean actoras del desarrollo”.
*La sociedad ha ofrecido a las mujeres la posibilidad de representar una serie de papeles en los que es definida por su relación con los otros. En el campo laboral, las mujeres más que indispensables, pero al mismo tiempo, subestimadas, han emprendido luchas por el reconocimiento y la aplicación de sus derechos, que hoy en día, continúan presentes en los proyectos de algunas artistas que procuran conquistar los terrenos sociales que han batallado sus predecesoras.
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*Ha escrito Juan Manuel Galán: “En tiempos oscuros es tentador renunciar a la política. Un sector importante de la población siente que las próximas elecciones, van a beneficiar a los mismos de siempre, que nada tienen que ver con los ciudadanos de a pie. Sin embargo, pese a la evidencia, tenemos el deber de creer que nuestras instituciones pueden mejorar. Si no creemos en ello, nada va a cambiar y perderemos el derecho a reclamar”.
*El Nadaísmo fue un movimiento que pretendió conspirar contra el orden, la estética, la literatura y la estrecha visión del mundo, que para los años 60, imperaba en las esferas social, cultural, filosófica, religiosa y hasta económica, de Colombia.
Alguna vez Gonzalo Arango A, escribió: “Nací en un pueblo sin gloria (Andes) que será famoso por mi nacimiento. No soy casado porque tengo fe en que el amor durará toda la vida y porque amar es mi manera de ser libre. Soy hostil al amor comprometido y a la literatura comprometida, pues en ambos casos, la belleza pierde su independencia. No tengo títulos ni menciones de honor. Estuve a punto de ser abogado, pero cierta inclinación a torcerlo todo, me desvió del Derecho”. La línea de mi vida –agregó-, según los astros, es una línea curva, difícil, que conduce a la gloria”.
(Tuvimos la satisfacción de ser su compañero cuando cursábamos el 3º y 4 de bachillerato, en su natal ciudad, Andes).