La candidatura de Norteamérica, que está compuesta por Estados Unidos, Canadá y México, toma una ligera ventaja frente a la candidatura de Marruecos para organizar el Mundial 2026.
El grupo de trabajo de evaluación de las candidaturas que optan al Mundial 2026 ha dado casi el doble de puntos a la propuesta norteamericana (Canadá-México-Estados Unidos)
que a la marroquí.
Esta comisión, formada por el esloveno Tomaz Vesel, el indio Mukul Mudgal, el macedonio Ilcho Gjorgjiorki, el suizo Marco Villiger y el croata Zvonimir Boban otorgó 402.8 puntos (sobre 500) a la candidatura norteamericana y 274.9 a la marroquí, las dos opciones entre las que deberá elegir el Congreso de la Fifa que se reunirá en Moscú, el 13 de junio, un día antes del comienzo del Mundial 2018.
Este grupo, que en abril visitó las sedes propuestas por ambas candidaturas, destaca que Marruecos 2026 cuenta con un fuerte respaldo gubernamental aunque la necesidad de construir o renovar completamente muchas infraestructuras para estadios, transporte y alojamientos supone un riesgo importante.
El proyecto conjunto de Estados Unidos, México y Canadá lidera claramente este aspecto, igual que el de la renovación tecnológica que ofrece con nuevas formas de interacción multimedia con los aficionados y de digitalización para su Mundial.
El grupo de evaluación alude a las ventajas que tienen las candidaturas individuales, por implicar a "una única asociación y un único gobierno", pero recuerda también que la Fifa "ya adelantó la posibilidad de candidaturas conjuntas cuando decidiera expandir el formato del Mundial a 48 clubes".
Esta posible ampliación se decidirá en el Congreso que la Fifa celebrará el día 13 en Moscú, en el que también se votará el organizador del Mundial de 2026, tras escuchar la recomendación que haga el Consejo en su reunión del domingo 10 sobre el proyecto marroquí y el de Estados Unidos, México y Canadá.
El grupo de evaluación elaboró su documento tras hacer una valoración del cumplimiento de los requisitos exigidos a las candidaturas y una evaluación general de riesgos y también técnica, en la que las infraestructuras supusieron un 70% del total.
En todos los capítulos puntuados de infraestructuras, que fueron estadios, instalaciones para equipos y árbitros, alojamiento, transporte, centros de comunicación y zonas de aficionados, la candidatura conjunta supera a la de Marruecos.
Sólo en los apartados comerciales de costes de organización y entradas y hospitalidad, el proyecto marroquí está por delante.
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En la valoración de riesgos, Marruecos se topó con una calificación alta para sus estadios, el alojamiento y el transporte, mientras que la candidatura conjunta sólo reseñó un riesgo medio en costes de organización.
Ambas coinciden en un riesgo medio en lo relativo a respeto de los derechos humanos y estándares laborales y Estados Unidos, México y Canadá también se apuntan un riesgo medio por apoyo gubernamental, frente al bajo riesgo que la Comisión de Evaluación otorga a Marruecos.
En el análisis detallado del proyecto conjunto, el grupo de evaluación reseñó un riesgo alto en Canadá para permisos de trabajo y por su legislación laboral, así como en seguridad y en el centro internacional de transmisiones para prensa.
Las 219 páginas del informe reflejan también las previsiones de ingresos de las candidaturas, 14,3 billones de dólares en el caso de la conjunta y 7,2 billones en la de Marruecos, pero el grupo de evaluación considera que un examen por separado de los ingresos y los costos de organización no presenta totalmente los ingresos netos que espera cada una.
El documento del grupo de trabajo hecho público por la Fifa pasará ahora a manos del Consejo de ésta que lo estudiará el próximo día 10 en Moscú y hará una preselección de las candidaturas que trasladará al Congreso de tres días después para su votación.
En la votación será necesaria una mayoría simple (más del 50%) de los votos válidos emitidos para adoptar una decisión.
La Fifa tiene previsto que en caso de que su Congreso no otorgue los derechos de organización a ninguna candidatura abrirá un nuevo proceso, en el que no podrán participar las asociaciones implicadas en éste, para hacer una nueva elección en el 70 Congreso que celebrará en mayo de 2020.