La Fiscalía le imputó los delitos de lavado de activos, tráfico de influencias, concierto para delinquir, cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos al congresista del partido de la U.
El exsenador Bernardo Miguel Elías Vidal, conocido con el apodo del Ñoño Elías, aceptó este miércoles ante la Corte Suprema de Justicia los delitos de cohecho propio y tráfico de influencias en el escándalo de corrupción por el pago de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
El excongresista se declaró culpable de haber favorecido un otrosí de la carretera Ocaña-Gamarra, del contrato de la Ruta del Sol II en favor de la multinacional brasileña.
Aunque el exlegislador aceptó esos dos delitos se declaró inocente de concierto para delinquir, lavado de activos e interés indebido.
La abogada defensora Silvia Rugeles explicó que Elías aceptó su responsabilidad en tráfico de influencias porque prestó su casa para que Eleuberto Martorelli, expresidente de Odebrecht en Colombia, y Luis Fernando Andrade, exdirector de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), se reunieran para hablar sobre la construcción y ejecución del contrato de la carretera Ocaña-Gamarra.
Andrade renunció a su cargo y actualmente tiene casa por cárcel en el proceso que se le sigue por el escándalo de sobornos de Odebrecht.
Elías está preso desde agosto pasado en la cárcel La Picota de Bogotá señalado de haber recibido parte de los 4,1 millones de dólares que envió Odebrecht para que el contrato de Ocaña-Gamarra le fuera adicionado al convenio de la Ruta del Sol II.
Ese contrato le fue otorgado a Odebrecht por el Instituto Nacional de Concesiones (Inco) en 2012 luego de pagar 6,5 millones de dólares en sobornos a varios funcionarios del Gobierno, entre ellos el exviceministro de transporte Gabriel García Morales.
García Morales, detenido en enero de este año, fue condenado este martes a seis años de prisión por haber recibido 6,5 millones de dólares de Odebrecht.
Según documentos publicados el pasado 21 de diciembre por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht pagó aproximadamente 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África, entre ellos Colombia, en donde habría entregado más de 11 millones de dólares entre 2009 y 2014.
Sin embargo, la Fiscalía señaló luego que las coimas que presuntamente pagó Odebrecht en Colombia fueron de 84.000 millones de pesos (unos 27,72 millones de dólares) y no 11,1 millones de dólares (unos 21.550 millones de pesos de la época), como indicó en principio el Departamento de Justicia de EE. UU.