El anuncio de la agente especial liquidadora de Saludcoop EPS de reversar la venta de Cafesalud EPS a Medimás, elevó el estrés de los afiliados y de todo el sistema de seguridad social en salud, cuya crisis parece empeorar cada día. El gerente de Medimás, Carlos Aguilar Rodríguez, cuenta su versión de los hechos.
Carlos Aguilar Rodríguez, es médico de la Universidad de Antioquia y tiene experiencia en administración de salud. Es el gerente general de Medimás, regional Antioquia y Chocó, y por tanto ahora enfrenta la crisis generada por la decisión de la Agente Especial Liquidadora de Saludcoop, Ángela María Echeverri, y comunicada por el procurador Fernando Carrillo, de reversar la compra que esa entidad hizo de los activos de Cafesalud.
A su juicio, las declaraciones del procurador y de la agente liquidadora, que tomaron a todo el mundo por sorpresa, incluyendo al alto gobierno, carecen de valor pues "ni el procurador ni la liquidadora son competentes para salir a decir a la opinión pública que van a suspender la operación de Medimás y mucho menos a manifestar traslados de usuarios a otras EPS".
La liquidadora expone como argumentos el incumplimiento en los pagos por parte de los señores de Medimás pero, a juicio de Rodríguez, es imprudente decir que se va a reversar el proceso de compra. "El que tiene que dirimir esta situación es un Tribunal de Arbitramento y ya Medimás está reunido con los abogados" para interponer la demanda respectiva.
Los dueños de Medimás tienen sus argumentos. Por ejemplo, que se compró a Cafesalud con seis millones de usuarios y entregaron 4.700.000; que Medimás tuvo que asumir todos los procedimientos represados que dejó Cafesalud, que fueron 5.200.000 atenciones que costaron 480.000 millones de pesos, suma adicional a lo que tuvo que pagar Medimás en licencias e incapacidades que se generaron en la época de Cafesalud. Esto, dice Medimás, lo asumieron por un fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, algo que "no ha dicho a liquidadora".
Para el gerente regional, estas declaraciones "imprudentes e inadecuadas" son un delito porque "generaron un pánico financiero y esto se está evaluando. Esto afectó a los dueños de las clínicas, los hospitales, las juntas directivas empezaron a preguntarse si continuaban o no con los servicios. Se puso en riesgo la prestación de servicios de salud a más de cuatro millones de usuarios", que son los afiliados que tiene Medimás a nivel nacional.
Solo el ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, y el superintendente, Fabio Aristizábal, lograron apaciguar la situación. "Medimás sigue vivo y sigue habilitado como asegurador y para seguir prestando servicios de salud a la población”, declaró Aristizábal. "Hemos hablado con todos los gerentes de las clínicas de la ciudad que tienen una relación con Medimás para dar un parte de tranquilidad. Lógico que no falta quien aproveche y confunda la situación. Tenemos vigilancia especial por parte de la Supersalud, tenemos un contralor delegado que da garantía de la transparencia de Medimás y estamos comprometidos, no hemos renunciado a convertirnos en una de las mejores EPS del país", añadió Aguilar.
Con 468.000 usuarios en 124 municipios del departamento, Medimás es una de las mayores aseguradoras del sistema de salud en la región. A juicio de su gerente, cuenta con una red hospitalaria sólida y suficiente, que garantiza la mediana y la alta complejidad de acuerdo al riesgo que tienen en los usuarios. Según datos del Instituto Nacional de Salud, Medimás es la segunda EPS que más trasplantes ha realizado a sus pacientes.
Medimás "se gasta mensualmente siete mil millones de pesos en medicamentos y el 70 % corresponde a medicamentos prescritos por fuera del plan de beneficio. Esto es alarmante. ¿Quién se beneficia de esto? ¿Quién le mete la mano al bolsillo al sistema? ¿La empresa farmacéutica? Esto se ha denunciado y el anterior Ministro de Salud, (Alejandro) Gaviria le iba a poner una regulación a los medicamentos, pero esta industria tiene un poder muy alto, muy grande, tanto que no han podido controlar la situación", explicó el gerente regional.
¿El que sufre es el usuario?
Tenemos una red muy sólida y es importante aclarar que Medimás no es propietaria de ninguna clínica. Esimed es un prestador de servicios que tiene un contrato con Medimás, tenemos 1.800 instituciones en todo el país para brindar los servicios de salud en 520 municipios y, aquí en Antioquia, 240 instituciones de salud contratadas para brindar servicio en 124 municipios.
¿Y el cierre de la clínica de la 80 con pacientes y niños neonatos?
Si, esta fue cerrada por una medida sanitaria del ente departamental de Antioquia. A raíz de este cierre implementamos un plan de contingencia enfocado en varios frentes con información, explicándole la situación a los pacientes, pero en ninguna medida se van a interrumpir las atenciones; los pacientes siguen evaluados por los médicos y dándoles sus medicamentos hasta que no se les resuelva su traslado a otra institución. No se puede trasladar a un paciente sin saber las normas a su nivel de complejidad. Es un proceso que estamos coordinando.
De 192 hay solo 29 esperando la disponibilidad de camas, hay dos niños neonatos que se deben de reubicar (el martes). Hay déficit de camas en Medellín y se han visto colapsados hasta los servicios de urgencia. Por ejemplo Clínica Soma se ha visto colapsada por la situación y nos obliga a tener un médico de referencia para descongestionar.
Es lógico que se han generado inconvenientes, pero los hemos resuelto, lo más importante es que los usuarios estén tranquilos y seguimos pendientes.
Gerente con presión alta
Carlos Aguilar Rodríguez es un ser humano como cualquier cristiano. Un gerente que por estas situaciones tiene la alarma de estar monitoreado por presión alta. Es médico, pero también un experto en parrilla y lo certifican los cursos que ha hecho. Tiene cuatro hijas y una nieta. Y en este momento su trabajo es estar de recorrido en todas las entidades de servicio de Medimás.