A muchísimas personas se les ha hecho eterno este tiempo de cuarentena. Otras han estado tan ocupadas que no lo han sentido y otras se han dedicado a contar los días y a sumar los que probablemente faltan para terminar este confinamiento. Lo que sí es cierto es que el tiempo pasa segundo a segundo. Una consulta con el neuropsicólogo Jairo Quiceno nos habla del tiempo.
PUNTO UNO: Hace más de 90 días nos dieron la orden de quedarnos en casa. Cuando nos dijeron esto el mundo se nos vino encima. Lógico, la vida moderna nos tenía viviendo en la calle, nuestro hogar era para salir temprano a trabajar y regresar por la noche cansados y a dormir. Lo más parecido a un hotel. Nuestra oficina y todos nuestros compañeros de trabajo eran amigablemente familia. La rutina de los trancones en el Metro o en el carro hacían parte del interesante diálogo a compartir. Las noticias de los muertos y desaparecidos del día se mezclaban con los comentarios de qué bonito tu vestido de hoy, le viste la cara al jefe y lógico… la frase incunable de: “qué cansancio cuando será viernes para tomarnos unos traguitos”. Todo esto después de estamparle a cada compañero besos en cada mejilla. ¿Y los niños en casa? Tareas, celular y dormir. Eso sí… el amigo más íntimo era el celular. El celular nos daba chistes, notas intimas, infidelidades, control de los niños, saludo a la mamá, el regañito a la hermana, citas de trabajo, datos bancarios, canciones dedicadas, felicitaciones de aniversario, y hasta el sentido pésame con la foto del difunto. Pasaba y pasaba el tiempo. Mirábamos pero no veíamos, hablábamos y nada quedaba… y qué cansancio, qué estrés.
PUNTO DOS: Con las manos en la cabeza, el miedo, la incertidumbre y el estrés, cada hogar con el marido, los niños, la abuelita y la mascota, trazó su primera ruta de oficios y teletrabajo.
Pero ahora, después de más de 90 días, con la realidad de lo que significa el virus, el miedo sigue y la incertidumbre preocupa. Hay cansancio, hay una dura realidad en las estadísticas de contagio y muerte. Tenemos el tiempo en nuestras manos y esto nos dice el doctor Jairo Quiceno, Psicólogo Clínico.
*Especialista en PsicoNeuroInmunoEndocrinologia
*NeuroCoach con PNL con Certificación Internacional
*Master Coach de Negocios con PNL
*Especialista en Influencia Irresistible con PNL
1-En el primer momento de anuncio del virus nos tocó hacer una programación de labores. Programación que ya es una rutina.
¿Es buen método seguir con la misma?
Depende: si se hizo un plan de acción diaria que está permitiendo hacer las cosas que hay que hacer sin estrés sino por el contrario disfrutándolo, es bueno seguir con esta rutina. Si por el contrario ese plan de acción diaria le estresa, le agota, le irrita, le incomoda o no sabe que hacer primero, hay necesidad de revisar dicho plan o elaborar uno que nos permita adaptarnos a este nuevo estilo de vida.
2-¿Si en estos momentos el dato es que el 62% de las personas han sufrido estrés por el teletrabajo, qué se debe hacer?
Todo cambio genera estrés y un periodo de tiempo para adaptarnos a espacios y ritmos de trabajo, haciendo pausas activas que permitan oxigenar nuestra mente: (intercambiar: teletrabajo, descanso, quehacer de la casa, hijos, llamadas, hablar con la familia, atender la mascota, disfrutar de un buen café, etc.)
3-Despues de más de 90 días de confinamiento las tres palabras en la mente de las personas es: ansiedad, incertidumbre, miedo.
¿Qué terapia sirve?
Más que terapia es tomar consciencia del proceso de adaptación a nuevas formas de hacer las cosas, cambiando hábitos y creencias que para este tiempo estén obsoletas. Recomiendo las rutinas espress diarias que comparto en las redes sociales, son excelentes para neutralizar esos tres estados que menciona.
4-¿Es cuestión de tiempo una adaptación al cambio o reinventarnos?
Sí, todo ser vivo está en constante cambio tanto externa como internamente sin ser consciente de ello, ahora hay necesidad de que empecemos a ser conscientes de esos cambios para así lograr esa adaptación. Reinventarnos no es otra cosa que cambiar nuestra Mente Cavernícola a una Mente Extraordinaria.
5-¿Cómo educar a los niños emocionalmente en este tiempo?
Mas que educación es una formación que permita a nuestros niños la estructuración mental, emocional, psicológica, espiritual y ecológica para el ser, el hacer y el tener de manera colectiva y no individual y egoísta.
6-¿El tiempo que ha pasado puede dejar huellas psicológicas?
Toda experiencia deja huella, es decir establece nuevas formas de pensar, sentir, hablar, actuar y reaccionar. Lo que estamos viviendo estos tiempos se denomina momentos Kensho, es decir situaciones y experiencias dolorosas e inesperadas que nos dejan una gran lección y que nos permiten evolucionar más rápidamente.
7-¿Cómo tomar tiempo para descansar?
Perdemos mucho tiempo distraídos en vanalidades: pegados del celular, del computador, de las noticias y pasan las horas y no nos damos cuenta que el tiempo transcurre y dejamos de hacer lo verdaderamente importante y productivo priorizando tiempo para descansar (ir a mi interior para ser consciente de lo que estoy pensando, sintiendo, haciendo).
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Dediquemos tiempo para nosotros mismos: leer, pasear, estar en contacto con la naturaleza, compartir con la familia, participar de charlas, talleres, neurocoaching que me entrenen a Ser la Mejor Versión de Mi Mismo y poner en practica eso que me hace sentir y experimentar la Mente Extraordinaria que realmente soy.
PUNTO TRES: Sin oficina, ni trancones, ni pensar en cómo me visto hoy, ni dar besos a diestra y siniestra tenemos un hogar, familia y en nuestras manos TIEMPO.