La menor de edad, de 16 años, había sido reclutada por el Eln en el Urabá antioqueño.
Sin manos y esperanzada en que los médicos puedan salvarle la visión por un ojo, porque el otro también lo perdió, una adolescente indígena víctima de una mina antipersona se enfrenta ahora a la vida.
El Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, denunció que “la niña, de apenas 16 años, fue reclutada por el Eln y luego obligada a instalar una mina antipersonal que detonó en sus manos”, en hechos ocurridos el pasado 23 de mayo, cerca de la comunidad de Coredo, del Resguardo Murindó, en el municipio de Murindó, en el Urabá antioqueño.
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Tras los acontecimientos la menor de edad fue abandonada debiendo ser apoyada por la comunidad, y sólo tres días después, debido al mal tiempo en la zona, pudo ser aerotransportada hasta el hospital Pablo Tobón Uribe, en Medellín, donde fue intervenida quirúrgicamente y luego atendida en cuidados intensivos. Perdió sus brazos y la visión en uno de sus ojos.
En declaraciones a medios, el Alto Comisionado invitó al país “a unirse en el repudio al reclutamiento de menores” y de paso reiteró “la exigencia del Gobierno para que cese inmediatamente este grave delito considerado un crimen de guerra”.
Ceballos enfatizó su condena a estos acontecimientos: “La niña indígena de Murindó tiene 16 años, perdió sus brazos, llevaba un mes reclutada contra su voluntad y sólo un mes después la ponen a manipular minas antipersona”.
Sin embargo, frente al doloroso episodio, el jefe del equipo negociador del grupo guerrilleo, alias Pablo Beltrán, le dijo desde La Habana al programa 6AM Hoy por Hoy de Caracol Radio, que “en el Eln no se tiene a nadie a las malas, ni se mete a nadie al Eln a las malas”, según él, para que se entienda que “no cabe el término reclutar”, pues, además, “la orientación que tienen los frentes del Eln es cumplir el derecho internacional humanitario en ese tope de edad”, es decir, no vinculando al conflicto armado a los menores de edad.
Consideró también que “los accidentes y las bajas son propios de todo conflicto armado, y precisamente este caso de comunidades indígenas, son casos muy graves, porque son comunidades supremamente empobrecidas, en las que los muchachos, en la medida que van teniendo edad, van bregando a irse de la casa”.
A eso agregó el jefe guerrillero que, el Eln le ha “dicho a organismos internacionales, que hay que resolver el problema de estas comunidades es donde está la causa, para que no les quede a esos muchachos y muchachas que la única opción que tienen de vida es meterse al conflicto armado. Hay que resolver los problemas en las causas, no en las consecuencias”.