El Mandatario venezolano indicó que si su homólogo estadounidense lee la carta con buena voluntad mejorarían las relaciones para bien entre ambos países, que han tenido tensiones recientemente.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este martes que enviará una carta a su homólogo estadounidense, Donald Trump, en un intento por rebajar las "tensiones" entre ambos países, al tiempo que reiteró que desea "una relación mejor" con la nación norteamericana, a la que califica de "imperio".
"Yo le voy a enviar una carta a Trump muy pronto, porque estoy seguro que si él la lee, con un poco de buena voluntad, muchas cosas pueden cambiar para bien, y yo quiero que las relaciones con Estados Unidos cambien para bien", dijo el gobernante en una rueda de prensa con medios nacionales e internacionales.
"Quisiéramos tener una relación mejor con el presidente Trump, ojalá por lo menos responda la carta que le voy a enviar, ojalá la lea y ojalá (...) más temprano que tarde, podamos tener un contacto de palabra, telefónico", insistió. El pasado 10 de agosto Maduro instruyó a su recién nombrado canciller, Jorge Arreaza, que iniciara "gestiones" para que se concretara al menos una conversación telefónica entre ambos mandatarios.
Pero solo un día después Trump rechazó establecer algún contacto con Maduro, a quien tachó de "dictador", y adelantó que su Administración no descarta "una posible opción militar" en Venezuela si fuera necesario. En tal sentido, Maduro dijo este martes que "el camino del mundo tiene que ser el camino del diálogo", pese a recordar que la nación caribeña se prepara unos para ejercicios de guerra que fueron anunciados luego de las declaraciones de Trump.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se volvieron tensas casi desde la llegada del fallecido presidente Hugo Chávez al poder en 1999, pese a que el intercambio comercial entre ambas naciones, cimentado casi de forma exclusiva en la compra-venta de petróleo y combustibles, se mantiene invariable.
Estados Unidos impuso recientemente sanciones económicas y migratorias a diversos funcionaros venezolanos y al propio Maduro, luego de la elección a la Asamblea Nacional Constituyente, conformada solo por oficialistas, que ese país y otro grupo de naciones han dicho que no reconocen.