Hasta el momento se ignora la extensión y las implicaciones demográficas del área que sería incorporada por Israel. Ningún mapa se ha difundido.
Una pregunta que en estos días preocupa no sólo al líder israelí. También a los 36 ministros de su costoso e inestable gobierno y a amplios círculos de la opinión pública del país.
Alude a la probable cancelación de los acuerdos de Oslo suscritos en los noventa que establecieron el reparto de los territorios conquistados por Israel en la Guerra de los Seis Días (1967). Se acordó entonces que dos partes de ellos serán administrados por la Autoridad Palestina y el tercero por una autoridad militar israelí. Un acuerdo que puso final a las violentas tensiones entre las partes al tiempo que abrió cauce a la formación de un estado autónomo palestino al lado de Israel.
Entendimiento y perspectivas que se diluirán si Netanyahu -con el pleno apoyo de Trump- resuelve proceder a la anexión de territorios ubicados en la franja occidental que lindan con el Mar Muerto y la frontera jordana.
Hasta el momento se ignora la extensión y las implicaciones demográficas del área que sería incorporada por Israel. Ningún mapa se ha difundido. Sin embargo, al trascender estas intenciones la Autoridad Palestina resolvió suspender los acuerdos de colaboración con Israel sin llamar a una resistencia activa contra estas intenciones. Al menos hasta aquí.
Jordania, Bahrain, Arabia Saudita y Egipto han manifestado en los últimos días encendida oposición a las intenciones de Netanyahu. Obviamente, si éstas cristalizan en alguna medida, los entendimientos y convergencias entre estos países e Israel perderán la fuerza que han revelado en los últimos años. No pocos líderes árabes han apelado directamente a la opinión pública israelí llamándola a resistir cualquier acción dirigida a quebrar los acuerdos de Oslo.
Ciertamente, episodios y tendencias en el escenario internacional – en USA en particular – de ningún modo favorecen las intenciones del jefe del gobierno israelí. Antes al contrario. La figura y las perspectivas reelectorales de Trump se ven hoy debilitadas por los violentos desórdenes que se multiplican en su país, además de la extendida propagación del covid-19. Por su lado, Joe Biden y los demócratas no ocultan la resuelta oposición a las intenciones de Netanyahu. Postura que hoy coincide con las de múltiples países europeos.
Si a pesar de estas objeciones Israel lleva a cabo la anexión completa o parcial de la franja occidental jordana cabe anticipar dos oscuros escenarios: la multiplicación de la violencia dentro y fuera de este país, por un lado, y, por otro, el derrumbe de la frágil coalición gubernamental encabezada por Netanyahu seguido por la apertura de un cuarto torneo electoral. Abrumadora perspectiva.