El ministro hondureño de Seguridad, Julián Pacheco, aseguró que los principales actores de las protestas son miembros de las maras MS, mara 18, sicarios identificados con crimen organizado y narcotráfico.
Las autoridades de Honduras aseguraron este miércoles que grupos del narcotráfico, el crimen organizado y las pandillas estarían detrás de las protestas violentas que se registran en el país por un presunto "fraude" en las elecciones del pasado 26 de noviembre.
En la ciudad de San Pedro Sula, norte del país, "los principales actores" de las protestas "son miembros de las maras MS, mara 18, sicarios identificados con crimen organizado, narcotráfico, esto es una mezcolanza de actores delictivos que están actuando allí", afirmó el ministro hondureño de Seguridad, Julián Pacheco, al referirse a las manifestaciones de la oposición.
Añadió que en las manifestaciones que se están registrando en El Progreso y La Ceiba, norte y caribe del país, han "identificado a miembros de crimen organizado" que están "proporcionando armas y recursos para que estas acciones se realicen".
Pacheco señaló que las protestas convocadas por la Alianza de Oposición comenzaron, el pasado 29 de noviembre, cuando el candidato Salvador Nasralla denunció que se estaba fraguando un "fraude" en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en su contra, "siendo pacíficas, pero poco a poco se han ido tornando violentas".
"Lo más importante es la relación que hemos podido encontrar entre las actividades políticas y las del crimen organizado y hemos llegado al límite" a partir del domingo pasado, cuando el TSE proclamó presidente electo a Juan Orlando Hernández, actual gobernante del país, añadió.
Dijo además que las fuerzas del orden han identificado que detrás de las protestas están "individuos con perfil delictivo", y lamentó que la economía de Honduras "ha sido golpeada, así como la gente más pobre y los pequeñas empresas".
Pacheco enfatizó que la Policía hondureña "hará las acciones correspondientes para mantener el orden, el control de nuestros ejes carreteros, también para proteger a las personas y sus bienes".
Denunció que al menos cuatro estaciones de la Policía Nacional han sido "saqueadas, destruidas y quemadas" por manifestantes.
La última fue incendiada anoche en el municipio de Pimienta, departamento de Cortés, cercano a San Pedro Sula, donde además desnudaron y golpearon a los cuatro policías que estaban asignados a esa unidad, un hecho que fue condenado por el ministro de Seguridad.
"Estos policías estaban de fin de semana (libre), estaban ahí retenidos en este lugar porque había una toma de la calle. La Policía y las Fuerzas Armadas venían despejando en otro sector antes que llegaran cuando fueron descubiertos, lamentablemente ellos andaban uniformados y les hicieron este acto delincuencial", señaló.
Las autoridades hondureñas han documentado el caso y van a "proceder legalmente contra estos delincuentes que hicieron eso", indicó Pacheco, quien pidió a los organismos de derechos humanos que también "se preocupen por los derechos de los trabajadores" y no solo "se dediquen a vigilar que errores cometen nuestros soldados y policías en las calles para criticar y acusarnos".
El secretario de Defensa, Fredy Díaz, por su parte dijo que las Fuerzas Armadas trabajan de manera conjunta con la Policía Nacional para mantener el orden.
Los militares están "listos para prestar todo el apoyo necesario a la Policía y cualquier esfuerzo que se tenga que hacer para mantener estas vías totalmente liberadas, se va hacer", subrayó.
El Gobierno hondureño denunció el pasado día 16 que Venezuela y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) estarían financiando las manifestaciones en el país, algunas con vandalismo, lo que la oposición rechazó.