No hay nuevos mundos por descubrir en el fútbol. Ese honor y ese trabajo se los ahorró Rinus Michels desde hace más de 50 años a todos los técnicos que en cualquier rincón del mundo se dispusieran en adelante a dirigir un grupo de futbolistas.

La presión, el plan sistemático para recuperar y tener el balón, los relevos, la velocidad, la inteligencia, la polifuncionalidad, la creación de espacios, la preparación física. La pieza en función del colectivo. Todo eso salió de la cabeza de ese holandés que llegaba a los entrenamientos del Ajax y la selección Holanda con un cuaderno de táctica bajo el brazo y una pistola entre el cinturón. O entendían o entendían. Y Johan Cruyff y su pandilla lo entendieron a la perfección dejando de paso un legado que refundó el fútbol para siempre.

Juan Manuel Lillo es un gran pensador del fútbol pero lo que él busca ya fue encontrado. Por lo tanto, con su conocimiento y los intérpretes de los cuales dispone en Nacional tendría que llevar a cabo un proyecto exitoso y atractivo; superar sus fallos del pasado y triunfar con su filosofía de trabajo.

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Lillo debe recordar que el fútbol no vive sólo de conocimiento estático. Si dispone sus sentidos y se compenetra con el entorno, seguramente el técnico español encontrará respuestas que en los libros o en su cabeza no está hallando. Los partidos, el día a día y hasta lo más imperceptible alrededor suyo le pueden dar herramientas valiosas que el español parece estar desestimando.
Y como si los problemas futbolísticos no fueran suficientes Nacional sigue huérfano de dirigencia y hay que decirlo abiertamente sin eufemismos: el presidente Andrés Botero se la ha pasado dando palos de ciego desde su llegada al equipo, y si Lillo quiere graduarse definitivamente como estratega y dejar de ser un simple romántico del fútbol, tiene que mostrar carácter y humildad y ponerse al frente de todo lo concerniente al proyecto deportivo del club.

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En poco tiempo Nacional tendrá que hacer efectiva la opción de compra de Dayro Moreno y según información cercana al club la dirigencia Verdolaga estaría pensando en dejar ir al goleador por su alto precio con relación a su edad. Cada decisión errada que se tome en la institución en estos momentos es una piedra menos para sostener la torre. Las comparaciones son odiosas, pero el éxito de Juan Carlos de la Cuesta como presidente se basó sencillamente en un amplio sentido común: invertir en buenos jugadores, sostener el proyecto deportivo más allá de los eventuales triunfos o fracasos, buscar canales de entendimiento con cuerpo técnico y jugadores y finalmente escuchar a la hinchada. 

El fútbol es complejo pero no es mecánica cuántica. Y todo el que anda buscando nuevos mundos lo más seguro es que termine desembarcando en alguna isla desierta. Por eso aunque la pasión enceguece, a veces el hincha es el más cuerdo en el entorno del fútbol cuando lanza desde la tribuna preguntas simples: ¿Por qué cambiar lo que funciona? ¿Por qué nuevas políticas institucionales justo ahora? ¿Por qué no se juega bien? ¿Por qué empeñarse en ir por caminos erráticos cuando el club puede darse el lujo del talento y el recurso en buenas proporciones? Con un poquito de sensatez las cosas no deberían ser tan difíciles.

Probables alineaciones:

Envigado FC:1. Santiago Londoño; 16. Cristian Arrieta, 23. Yosimar Quiñones, 30. Óliver Fula, 20. Elvis Mosquera, 27. George Saunders, 13. Diego Moreno, 10. Michael López, 11. Duván Vergara, 9. Joseph Cox y 17. Gerardo Jiménez
DT: Rubén D. Bedoya

Atlético Nacional: 25. Cristian Vargas; 26. Carlos Cuesta, 3. Felipe Aguilar, 12. Alexis Henríquez, 23. Edwin Velasco, 4. Gorka Elustondo, 29. Aldo Leao Ramírez, 10. Macnelly Torres, 20. Steven Lucumí, 11. Andrés Rentería y 17. Dayro Moreno
DT: Juan M. Lillo

Estadio: Polideportivo Sur

Hora:7:30 p.m.