El ingeniero cubano identificado como Víctor Ignacio Cuerdo, de 49 años, falleció en Medellín luego de sufrir una sobredosis de escopolamina junto con un amigo y socio, identificado como Óscar Cruz, de nacionalidad hondureña.

Ambos habrían llegado a la ciudad el pasado miércoles para participar en un congreso internacional sobre energía hidroeléctrica.

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Luego del evento, los dos hombres se desplazaron hasta el parque Lleras para tomarse unos tragos, pero tras pedir una botella de licor y ser abordados por dos mujeres perdieron la conciencia y fueron abandonados en la Variante, en el municipio de Caldas. 

Ambos fueron trasladados al hospital del municipio y los médicos hallaron clonazepam en su organismo, un medicamento para tratar enfermedades como la epilepsia, y que en altas dosis provoca la muerte.

A los extranjeros les hurtaron dinero en efectivo, tarjetas de crédito y documentos.

El ingeniero cubano falleció mientras su compañero ya fue dado de alta y tras declarar los acontecimientos permanece bajo custodia policial en un hotel de Medellín.