Director de la fundación Mariano Ospina Pérez en honor de su ilustre padre
Mariano Ospina Hernandez: destacado conductor de los sectores público y privado.
Con el alma estrujada por el más hondo sentimiento de pesar, registramos la muerte del doctor Mariano Ospina Hernández, acaecida en la Capital de la República cuando celebrábamos con gran regocijo el arribo a sus 90 años de edad en plena vitalidad, gran presencia de ánimo y robustecimiento físico y espiritual. Por ello su muerte nos toma de sorpresa, por ser algo que todavía no esperábamos.
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El doctor Ospina Hernández nació en Medellín el 2 de agosto de 1927; hijo mayor del caudillo conservador Mariano Ospina Pérez, expresidente de la República y la aguerrida conductora Bertha Hernández de Ospina. Dedicó su fecunda vida a la política, la investigación y la academia, estuvo casado con doña Helena Baraya González con quien tuvo 7 hijos. Con su hoja de vida plena de brillantes logros y fiel continuador de los pasos de su ilustre padre. Ingeniero Civil del Instituto Tecnológico de Massachusetts – MIT- ; especializado en Harvard en 1951 y doctor Honoris Causa en Biología Marina de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Gerenció con reconocido éxito varias empresas de los sectores público y privado como la Caja Agraria, la Editorial El Globo S.A. (Diario La República) y en la actividad democrática se desempeñó como Concejal de Guatavita, de Itagüí y de Medellín entre 1968 y 1970. Diputado a la Asamblea de Antioquia entre 1964 y 1966 y Senador de la República desde 1970 hasta 1982, sin iterrupciones. También fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991.
En el campo diplomático se desempeñó como Embajador de Colombia en Alemania Federal entre 1979 y 1981; Delegado del Grupo de Consulta del Banco Mundial en Washsington en 1971 y Embajador ante la Tercera Conferencia sobre Ley del Mar en Ginebra (Suiza) en 1975; Director de la Fundación Mariano Ospina Pérez en memoria de su ilustre padre.
Estuve bajo la sombra tutelar del doctor Ospina Hernández desde los días memorables de mi lejana juventud cuando hacía parte del Comando de Juventudes del Directorio Conservador de Antioquia. Lo acompañé por todas la regiones de la arisca geografía de nuestro Departamento en sus campañas como aspirante al Concejo de Medellín, la Asamblea de Antioquia y el Congreso de la República. Al final siempre terminabamos en su tradicional mansión “El Ranchito” del Municipio de Itagui.
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En la década de los ochenta fijé mi residencia en Bogotá donde viví durante 20 años, desempeñándome como rector universitario y ejecutivo de importantes empresas como Carulla y Cia. que hacía parte de la Red Mundial de Supermercados. Al final aterricé en la Fundación Mariano Ospina y allí creamos el Programa de Desarrollo Municipal y Regional -Prodemur- desde donde adelantamos una serie de seminarios de adiestramiento y capacitación para funcionarios de todo el país, aprovechando mi experiencia como Director Nacional de la Esap durante el gobierno de Belisario Betancur.
Todo esto lo recuerdo ahora para honrar la memoria del doctor Ospina Hernández con la decisión de que recogemos su ejemplo de continuar luchando por el engrandecimiento de Colombia y con la consigna siempre vigente expresada por su padre: “No somos mercaderes de ilusiones sino empresarios de realidades”