Tenemos la necesidad de trabajar en equipo, con los diferentes actores públicos y privados, con las empresas privadas mediante dialogo y cooperación inclusiva, con las organizaciones sociales y con el propósito de buscar el equilibrio entre el desarrollo y la sostenibilidad
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con sus 17 objetivos y 169 metas, son un acuerdo mundial, adoptado en 2015 por 193 países que conforman las Naciones Unidas y que a través de una agenda global buscan el bienestar de todo el planeta, mejorar la vida de las personas en armonía con el ambiente y constituyen un plan de acción en favor de la inclusión social, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico. Para su cumplimiento se requerirá una cooperación y una colaboración sin precedentes entre los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, los asociados para el desarrollo, el sector privado y las comunidades.
Para destacar el aporte de Jeffrey Sachs, premio nobel de economía y exasesor especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y Subdirector General del Proyecto del Milenio de las Naciones Unidas para Nueva York y asesor del Centro de Inversión Sostenible de la Universidad de Columbia (CCSI, por sus siglas originales) y del Earth Institute de dicha Universidad, promoviendo investigación aplicada dedicado al estudio, la práctica y el debate sobre la inversión sostenible internacional en todo el mundo.
Colombia a través del documento Conpes 3918 de 2018 adoptó la Estrategia para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el documento se traza la línea de base para cada objetivo, lo alcanzado a 2018 y la meta al 2030. En cumplimiento de los ODS, Colombia es décima, con 65 acciones de fortalecimiento de capacidades. Aunque los resultados a nivel nacional son positivos, a nivel regional se evidencia crecimiento en desigualdades, lo que hace imperioso cerrar estas brechas regionales.
¿Cómo la minería puede ayudar a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible?
El Foro Económico Mundial junto al PNUMA, el Columbia Center on Sustainable Investment y la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, elaboró un Atlas con un mapa minero que contiene las metas del Desarrollo Sostenible, donde presenta la correlación entre la minería y los ODS mediante el uso de ejemplos de buenas prácticas en la industria y con el propósito de avanzar en cómo las empresas mineras pueden trabajar en colaboración con los gobiernos, las comunidades, la sociedad civil y otros asociados para ayudar a lograr los ODS.
La agenda mundial 2030 vence en 11 años y la industria de la minería dispone de una oportunidad sin precedentes de movilizar recursos humanos, físicos, tecnológicos y financieros considerables para avanzar hacia el logro de los ODS.
La minería es una industria mundial que suele ubicarse en zonas apartadas, frágiles desde el punto de vista ecológico, con bajo desarrollado y si se gestiona de manera adecuada, puede generar puestos de trabajo, estimular la innovación y conseguir inversión e infraestructura que conlleven cambios de carácter transformador en el largo plazo. Sin embargo, si se gestiona de manera inadecuada, la minería también puede provocar degradación ambiental, desplazamiento de poblaciones, desigualdad y aumento de conflictos, entre otros problemas. Antioquia tiene la oportunidad para el 2020, con los nuevos gobiernos municipales y departamentales, de construir, alinear y articular las regiones con los ODS. La realidad territorial, potencialidades y gobernanza, con temas como la inclusión ciudadana, potencialización de capacidades y el desarrollo técnico de las instituciones, son necesarios para asegurar un desarrollo sostenible.
Tenemos la necesidad de trabajar en equipo, con los diferentes actores públicos y privados, con las empresas privadas mediante dialogo y cooperación inclusiva, con las organizaciones sociales y con el propósito de buscar el equilibrio entre el desarrollo y la sostenibilidad. Es el momento de armonizar el desarrollo urbano con el rural, desde nuestra pluriculturalidad y con todo nuestro potencial para respaldar los programas y las actividades destinados a desbloquear el potencial de que dispone el sector de la minería para contribuir a un futuro sostenible.
Los ODS son un plan de desarrollo hacia el futuro que debería ser marco de referencia para la elaboración y ajuste de los planes de ordenamiento territorial.
La búsqueda de alternativas de construcción de una visión de desarrollo integral con crecimiento económico sostenible, nos debe llevar a un cambio de actitud donde cobran gran importancia los aspectos territoriales y las formas de gestión empresarial y tecnológica.
El aprovechamiento de las potencialidades endógenas de cada territorio, debe incluir además de los factores económicos, los aspectos sociales, ambientales, técnicos, culturales, históricos e, institucionales, los cuales son decisivos en el proceso de crecimiento económico local, con un nuevo modelo incluyente donde predomine la coordinación y articulación interagencial liderado por el gobierno en sus diferentes frentes e instancias y entendiendo las dinámicas locales en un marco de diferencia pero de respeto de saberes.
Podemos concluir que el diálogo y la cooperación entre los diferentes grupos de interés están destinados a generar confianza a través de intercambio de información y puntos de vista para llegar a acuerdos sobre el modo de abordar los problemas y las preocupaciones comunes y válidas, en ocasiones manipuladas en contra del sector minero por grupos con otros intereses.
Tenemos una enorme responsabilidad frente a las generaciones futuras y la necesidad urgente de involucramiento desde las organizaciones a las demandas de la sociedad y la sostenibilidad es la respuesta para ello, concibiéndola como el principio integrador de la competitividad, el desarrollo con equidad y la base para construir la paz.
Posdata: Hace pocos días el abogado, filósofo, politólogo y profesor de la Universidad Nacional Sede Medellín Gilberto Tobón Sanín, hacia la reflexión de que era mejor para la sociedad: “Tener buenas leyes y malos abogados o tener buenos abogados y malas leyes”. La respuesta final fue que es mejor tener buenos abogados porque así tengan malas leyes saben tomar buenas decisiones con lo que tienen. Creer que los problemas se resuelven legislando desde el escritorio desde el nivel central sin conocer el territorio, ha sido nefasto para el país y esta actitud ha sido crítica para el sector minero que curiosamente cuenta con profesionales y academia de la más alta calidad, conocimiento científico, tecnológico y experticia que han sido desaprovechados en su potencial y son fundamentales para avanzar hacia la minería Sustentable que queremos.