Autor: Lucas Velásquez Restrepo

El sector minero lleva una delantera frente a otros sectores económicos, debido a que la actividad se desarrolla en ambientes de aislamiento (en máquinas, áreas remotas), lo que ha inducido al sector a mejorar sus sistemas de comunicación entre máquina, hombre y ambiente, convirtiendo a la minería en pionera en varios asuntos que ayudan a otros sectores a realizar sus actividades mientras el virus nos ronda. Es adelantado no solo en la aplicación de protocolos de bioseguridad y el uso de Elementos de Protección Personal, sino en la forma de comunicarnos, lo cual ha permitido evitar la acumulación de personal en las zonas de trabajo y la prevención de accidentes.

Los exámenes de seguridad de las labores mineras son estrictos, por ejemplo: la OMS adoptó las recomendaciones realizadas por la empresa Caterpillar para sugerir que las cabinas de aspersión o desinfección podrían llegar a ser más contraproducentes por su alta probabilidad de esparcir el virus, en vez de eliminarlo. En su investigación Caterpilar llegó a la conclusión que la desinfección debe hacerse manual y no con ningún tipo de aerosol, y fue por esta compañía especializada en la elaboración de maquinaria para la minería y la construcción, que la OMS replicó las recomendaciones; de hecho, en nuestro país fue adoptada en las resoluciones 666 y 797 de 2020.

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Estas resoluciones son además mandatorias en la identificación de las comorbilidades del personal para tomar medidas de protección frente a su vulnerabilidad por los altos riesgos ocasionados por el contagio del Covid-19, sin embargo, en algunas minas de UK ya era una práctica común realizar toma de muestras de saliva dirigidas a personal y visitantes, con el objetivo de identificar dichas morbilidades o consumo de sustancias como drogas o alcohol, identificando rápidamente si es apto o no para transitar por ciertos lugares.

En efecto, los protocolos de seguridad industrial en la minería son el paso previo fundamental para el inicio de las labores y entre estos están los diferentes sistemas de comunicación: el uso del radio teléfono, por ejemplo, es un instrumento de uso personal, que con una buena desinfección permite transmitir los mensajes verbales de manera segura sin riesgo de contagio. Las alarmas de sonido de los equipos es otro modo de comunicación, el número de veces que suena la alarma genera un lenguaje de fácil identificación, con mensajes claros al receptor y de fácil realización por el emisor.

En algunas minas de Australia, por ejemplo, tienen alarmas de proximidad determinas por un GPS que porta cada trabajador en su carné de identificación o en su casco, así los equipos de la operación identifican la cercanía de cualquier persona avisándole por sonidos y luces que debe moverse del lugar. Este sistema de identificación por el geoposicionamiento de los equipos y los trabajadores lo implementaron también en Suecia con chips puestos en la piel.

Otros de los elementos de comunicación usados en algunas minas del mundo, son los mensajes de texto enviados a cada trabajador antes de iniciar los turnos de trabajo, donde le informan las condiciones atmosféricas, de sostenimiento, etc. en el frente donde va a laborar.

Las señalizaciones por colores, mapas, textos, publicados en pantallas que cambian constantemente el mensaje, según las condiciones de la mina, son bastante relevantes en llevar los mensajes de forma segura.

Las constantes capacitaciones, las socializaciones de las lecciones aprendidas, las evaluaciones periódicas sobre seguridad son maneras diferentes de comunicación. En esta era, la virtualidad (aprendizaje online) para llevar a cabo estas actividades, son esenciales y este punto ya lo experimentamos todos: acudiendo a las plataformas que nos permiten comunicarnos con nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo.

Todos estos métodos alternativos de comunicación que buscan evitar el acercamiento físico llevan a su vez a la automatización de los procesos, y es en la relación del hombre con la máquina, donde se debe garantizar una correlación segura.

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En este sentido, la tecnología se convierte en el principal aliado de la seguridad, la productividad y la rentabilidad de las industrias. Así las cosas, las inversiones en tecnología para mejorar en la seguridad se ve directamente relacionada en mejoras en la producción. Una muestra de esto es el caso de la minería de minerales industriales, donde las operaciones seguras con altos estándares en comunicación y seguridad han mostrado más de un 30% en reducción de costo en comparación con otras operaciones.

Tanto las razones económicas, como la importancia para salvaguardar vidas, generó que los sectores minero-energéticos tengan condiciones seguras de trabajo, produjo que se mantengan en constate innovación en la implementación de los sistemas de comunicación, lo que les da la opción a los demás sectores económicos, de replicar estas practicas y continuar con sus operaciones durante y después de la pandemia.