Miguel Ángel Sarmiento, otro gran embalador antioqueño

14 mayo de 2019 - 06:40 PM

En un apretado sprint, el antioqueño Miguel Ángel Sarmiento se adjudicó el triunfo de la primera etapa de la Vuelta de la Juventud, que inició este martes en territorio llanero y, con lágrimas en sus ojos, le dedicó su victoria con un fuerte sentimiento a su padre, quien lo llevó a practicar ciclismo.

Desde muy pequeño, Miguel Ángel Sarmiento Quinchía fue un verdadero amante de los deportes, practicó bicicross, natación, karate, fútbol, pero según él “nunca me acoplé a ninguno”; sin embargo, hubo un deporte que lo enamoró: “un día mi papá me llevó a montar en bicicleta con Efraín Domínguez y fue este quien me inició en el ciclismo”, así lo expresó Miguel, quien este martes celebró en Villavicencio, Meta, el triunfo que consiguió en un apretado sprint en la primera etapa de la Vuelta de la Juventud, que lo dejó como el primer líder de la carrera.

Este joven recuerda que su llegada al ciclismo se dio después de dar los primeros pedalazos en compañía de su padre, quien también fue ciclista, y de Efraín Domínguez, pero lo que más grabado tiene en su mente es “que se me dieron las cosas desde muy pequeño y en la primera carrera que competí en el municipio de Bello la gané y eso ratificaba que era el ciclismo el que llevaba en la sangre, porque mi padre y mi abuelo también fueron ciclistas”.

El destino de este jovencito antioqueño lo llevó a entrenar con Benjamín Laverde, uno de los reconocidos forjadores de ciclistas de Medellín, y este fue el puente para que Miguel Ángel fuera visto por el técnico más ganador del ciclismo colombiano, Raúl Mesa, y por su hijo Gabriel Jaime, quienes no dudaron en incluirlo en la nómina de su escuadra EPM, una de las más grandes del país.

“A ellos les agradezco mucho por la confianza que me dieron para llevarme al equipo, por el apoyo que me han dado para hacer parte de este gran equipo y por eso el triunfo de hoy se lo dedico a ellos y a mi padre”, destacó el joven sub-23 en diálogo con EL MUNDO.

“Estar en un equipo como el EPM es tener una mayor responsabilidad y una mayor motivación para entrenar con más ganas, porque hay que responderle a los patrocinadores. Además, el llevar esta camiseta es algo muy bonito, de mucho orgullo y de mucho respeto, porque en el lote se respetan mucho las camisetas de los equipos grandes”, manifestó el primer líder de la Vuelta de la Juventud 2019.

Otro buen sprinter

El corredor del equipo antioqueño fue puliendo durante su formación como ciclista su especialidad como sprinter: “Mi especialidad ha sido el embalaje y desde pequeño tuve el don de tener unas piernas rápidas”, algo que ratificó en la apertura de la carrera más importante para los jóvenes ciclistas del país, en la que por muy poco superó en la línea de meta a los boyacenses Iván Romero (Sundark) y a Juan Alejandro Umba (Arcabuco), quienes cruzaron la raya de sentencia con el mismo tiempo de Miguel Ángel, 3 horas, 16 minutos y 55 segundos.

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Las habilidades y grandes condiciones que tiene este joven las perfecciona en su equipo, en el que cuenta con otros grandes velocistas como el también antioqueño Jairo Cano Salas, un experimentado que le aportará mucho a Miguel en su formación como deportista.

En el pelotón nacional, Miguel Ángel admira mucho a los hermanos Juan Sebastián y Julián David Molano Benavides, quienes se han destacado como excelentes embaladores en el pelotón nacional y de quienes ha aprendido para ser mejor sprinter.

Triunfo con sentimiento especial

Sobre el triunfo de este martes, en la fracción disputada entre Villavicencio, Acacias, San Martín y Granada sobre 155 kilómetros, el pupilo de Gabriel Jaime y Raúl Mesa afirmó que fue una “llegada bastante peligrosa y nerviosa. Traía a Julián Molano a mi rueda con otros grandes embaladores y fue muy dura porque no hubo un equipo sólido que hiciera un tren de lanzamiento, entonces ganaría el que mejor ubicado estuviera. Gracias a Dios se me dieron las cosas y no sé cómo le gané al corredor de Sundark en los últimos metros”.

Al final de la jornada, mientras atendía a EL MUNDO y a otro medio televisivo de Antioquia, el joven recordó con un fuerte sentimiento a su padre Luis Eduardo Sarmiento, quien fue ciclista, pero entre lágrimas Sarmiento Quinchía aseguró que “no pudo cumplir su sueño. Siempre me acompaña y en este momento está pasando por un momento difícil y por eso quiero ganar esta carrera para ayudarlo. Le dedico mi triunfo, fue un sueño cumplido ganar esta etapa y me siento mucho más orgulloso de mi papá, que como ha podido nos ha sacado adelante todos estos años, siempre me ha apoyado y me ha acompañado en todas las carreras, en esta no pudo estar y por eso mi pensamiento en los últimos metros fueron sólo para él y para mi mamá Mónica Quinchía. Eso fue lo que más me ayudó a conseguir la victoria, sin ellos todo esto no habría sido posible”.

Seguirá buscando triunfos

La edición 52 de la Vuelta de la Juventud apenas inició y aún quedan más días para buscar más triunfos, como la segunda fracción este miércoles, que se disputará entre Acacías y Puerto López en territorio llanero, sobre un trazado de 108 kilómetros, en los que Miguel Ángel buscará otra victoria.

“Esta será otra etapa para embaladores, me siento muy bien, tengo buenas piernas y lo daré lo mejor de mí para darle otra alegría a mi equipo y seguirles agradeciendo por la confianza que me han brindado”, expresó este joven de 20 años y residente del barrio Pedregal en Medellín.