Los maratha, una comunidad hindú dedicada tradicionalmente a la agricultura y mayoritaria en el estado de Maharashtra, iniciaron una "marcha silenciosa" de cerca de seis kilómetros.
Cientos de miles de miembros de la minoría maratha tomaron este miércoles Bombay, capital financiera de la India, en una marcha para pedir su inclusión en el sistema de discriminación positiva vigente en el país y beneficiarse así de las cuotas gubernamentales en educación o empleo público.
La Policía de Bombay desplegó una operación especial para que la gran manifestación no colapsara del todo una ciudad ya de por sí propensa a los atascos y desplegó en la urbe a miles de efectivos para evitar problemas mayores.
Según afirmó la portavoz de la Policía de Bombay, Karandikar Rashmi, la marcha se mantuvo "pacífica" en todo momento.
"Estamos aquí para conseguir reservas para los maratha en Maharashtra. No existe ningún tipo de protección para nosotros en nuestra propia tierra", aseguró una de las miles de manifestantes, Manisha Ekhande, de 31 años.
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Ekhande subrayó que aunque su grupo es mayoría en Maharashtra, al final pasan muchas dificultadas para ser admitidos en colegios de prestigio o en las universidades, incluso cuando logran mejores calificaciones que miembros de castas que sí están protegidas.
"¿Por qué no tenemos derechos? Los forasteros llegan a Maharashtra y ganan mucho dinero. El Gobierno nos debería proveer de algún tipo de cuota", sentenció la manifestante.
En 1950 la Constitución de India garantizó un sistema de cuotas para rectificar la enorme y milenaria discriminación que habían sufrido los eslabones más bajos del jerárquico sistema de castas hindú y los grupos tribales.
El Estado reservó el 22,5% de los puestos en universidades y trabajo público para los parias o "intocables", a los que las castas altas no dejaban entrar en templos ni en escuelas y a quienes condenaban a trabajos como la recogida de heces.
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El sistema se amplió en 1989 a lo que se denominó Otras Clases Subdesarrolladas (OBC), que amparaba a castas intermedias con poder político pero no económico, reservándoles el 27% en educación y trabajo público.
Pero la creación de las OBC supuso la apertura de la caja de pandora, desencadenado revueltas y manifestaciones en toda la India de grupos que reclamaban su incorporación en esta categoría, los últimos de ellos, de una larga lista, los maratha.