Diciembre no es solamente el regalo del 24 que en estos tiempos ya ni carta tiene de petición. Aguinaldos, regalo del Niño, atenciones de Navidad y regalos de Reyes Magos, se dan a cada día en este tiempo en donde la alegría brota por todos los poros. ¿Pero sabemos lo elemental de dar y recibir un regalo y una invitación?
Desde hace muchísimos años, nuestros queridos padres católicos fervientes, nos daban la orden que sin la “Carta al Niño Jesús” los regalos no llegaban. Pedíamos de todo así fuera con garabatos de letras escritos y como algo milagroso los regalos aparecían debajo de la cama al brillante amanecer del 25 de diciembre. Describir las alegrías de ese día es imposible, todo daba para sentir una inmensa y extraña sensación que se combinaba con el rico desayuno y todo un día de solo jugar. Creíamos que esa carta que poníamos debajo de la almohada era recogida por un ángel mandado del cielo.
Los regalos tienen la tradición histórica de los pastores y los Reyes Magos que le llevaron ofrendas al Niño Jesús. Y la historia cercana viene de la petición de San Agustín que en estas fechas se practicara la caridad con los regalos y San Francisco invitó a compartir en la Nochebuena la mesa.
Aquí están los dos temas, los regalos y las invitaciones, los dos van de la mano, son inseparables en estas fechas.
La época no está para sacar millones de los bolsillos. El regalo de los aguinaldos son pequeños detalles, sobre todo regalos de “comida y licores”. Galletas, chocolates, frutos secos, tortas, panes. También pueden ser y están muy de moda los artículos para el hogar: un bonito cojín con motivo navideño, jarros, vasos, platos, bandejas, adornos y figuras de Navidad y algo que es indispensable y que adorna la mesa son unas bonitas servilletas.
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Si a usted lo invitan a una cena, no se presente con las manos vacías, puede llevar una botella de vino, en este caso las cavas y espumosos son el ideal para hacer un brindis, también unos panes navideños o un postre de Navidad.
Es importante que a cualquier invitación que asista, siempre investigue un poco de los gustos de sus anfitriones. No es bueno que se presente con algo que a ellos no les guste o no puedan comerlo. Por ejemplo si la dama anfitriona sufre de diabetes no se presente con un postre de arequipe. Hoy día hay en pastelería y dulcería muchas opciones elaboradas con los endulzantes especiales. Estas invitaciones resultan ser muy familiares, la época se presta para encuentros de tiempos atrás.
La etiqueta, como su palabra lo dice, nos muestra tal y como somos, la etiqueta es la base de los detalles, del hacer sentir muy bien a nuestros invitados. Recuerde que el servicio a la mesa es el de servir por la izquierda los platos y retirar los mismos por la derecha. Pero los licores se sirven por la derecha.
Recuerde tener una música agradable pero que no moleste al vecindario. Si la invitación es con niños tenga para ellos algo especial de entretenimiento y cosas curiosas en el menú. Si la cena no es de formalidad y el plato llega servido, es por la derecha que se coloca. El brindis lo debe hacer por la Navidad y por el Nuevo Año el anfitrión. Si usted no puede tomar licor, no importa, en este momento del brindis usted puede brindar y desear alegrías aunque sea con su copa de agua.
Piense que con estas invitaciones de diciembre y enero, el cuerpo no tiene por qué ir escaleras arriba con la talla. Sea prudente con el exceso de calorías y licores.
Si la invitación es para la cena de Año Nuevo y usted es de los que tiene rituales y agüeros, decida por su suerte. No se presente ni de maleta, ni con los bolsillos soplados de lentejas. No muestre que sus cucos son amarillos, no le queme la casa a su anfitrión con los sahumerios. Estas creencias de la “buena suerte” se pueden practicar durante los cinco primeros días del año. Lo que sí es cierto es que el vestir de “negro” no es lo más recomendable para recibir el año, compre la pinta más hermosa en blanco, rojo, dorado o plateado.
Si usted es la anfitriona de cualquiera de las cenas no se complique con el menú. Hoy se pueden sugerir platos deliciosos sin que sean pesados. Es más, recuerde que los colores tradicionales de la Navidad son el rojo, verde y dorado y la mesa usted la puede poner en estos colores.
Una sopa de remolacha, un risotto de espinacas, un salmón de costra plateada sobre una cama de variedad de lechugas, unos pimientos rojos y verdes rellenos, unos rollitos de pavo rellenos de verdura. Pueden picar con unas mini empanadillas de manzanas, frutos secos y miel. El postre… chocolates, torta de Navidad con helado o un flan frío de mango. Nuestros dulces tradicionales merecen estar en la mesa de celebración con la natilla, los buñuelos y las hojuelas.
1-Es de etiqueta presentar con nombre y apellido a los invitados que no se conocen.
2-Es muy importante tener en cuenta los arreglos florales y los elementos significativos de la Navidad como las uvas.
3-Tener todo listo y a tiempo, licores fríos y cristalería adecuada.
4-Es de etiqueta dar las gracias enviando un mensajito, una llamada o una tarjeta.
5-El 6 de enero es el día de Reyes y es una fecha en donde en especial se pueden mandar regalos o un detalle a esas personas a quienes se nos pasó hacerles una atención en Navidad.
Feliz Navidad – Feliz Año 2018.