Las protestas continuarán luego del anuncio del alza de los precios de la gasolina en México, que repercutirá en un aumento de la inflación y la especulación. El pasado domingo entró en vigor en el país un aumento entre 14% y 20% al costo de la gasolina y el diésel anunciado hace una semana por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Redacción Economía - EFE
El movimiento “El campo es de todos”, que incluye a varias organizaciones campesinas mexicanas y los conductores de al menos quince rutas de transporte público en la zona metropolitana de Guadalajara, manifestaron su rechazo al incremento del precio de los combustibles en México decretado por el Gobierno desde enero, y que ha llevado a un paro nacional.
La carretera que va de la Ciudad de México a Puebla, en el centro del país, fue la primera a la que llegaron ayer los manifestantes opuestos a las acciones del Gobierno que, en coincidencia con el inicio del año, aumentó el precio de la gasolina y el diésel hasta en 20%.
Al respecto, el presidente de México, Enrique Peña Nieto dijo: “El Gobierno de la República no permitirá abusos de quienes al amparo de esta medida (la subida de precios) se excusan y cometen tropelías”. En ese sentido, el jefe de Estado aseguró también que se controlarán los posibles incrementos o toma de decisiones al alza en precios de productos que no son justificados.
Por su parte, Javier Corral, gobernador del estado mexicano de Chihuahua, manifestó su rechazo al reciente alza de la gasolina impuesta por el Gobierno y anunció que la Policía a su cargo no reprimirá las protestas pacíficas contra el “gasolinazo”. Sin embargo, solicitó que se abandonen las tomas de las alcaldías, entre otros y se permita el libre tránsito por las carreteras.
Por otro lado, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) de México expuso que “los mexicanos además de vernos agraviados en nuestra economía, nos sentimos engañados por el Gobierno, ya que este había prometido que la reforma energética traería grandes beneficios, que la energía costaría menos y resultó ser todo lo contrario”.
La Anpec consideró que el aumento del precio de las gasolinas el pasado 1 de enero ha sido la “gota que derramó el vaso”, y que se suma a “muchas inconformidades acumuladas de la población para con el Gobierno”.
José, originario de Puebla, quien se negó a dar su apellido, consideró legítimo haber pasado la caseta de cobro sin pagar el peaje porque así “le tumbó 108 pesos (alrededor de US$5) al Gobierno que le subió la gasolina”.
En este momento, la gasolina en México es 29% más costosa que en Estados Unidos, “y esta diferencia en el corto plazo llegará a ser hasta de un 56%”, señaló la Anpec.
Asimismo, la entidad destacó que el país sufrirá una “escalada de precios” que abatirá “el poder de compra de la gente”.
Según varios especialistas, la inflación para 2017 se ubicará entre el 4% y el 5% en el ámbito nacional, un dato alejado del objetivo del banco central del 3%. Esta subida de precios chocará con el reciente aumento al salario mínimo a 80 pesos diarios, que equivalen a US$4.
Otros datos
De acuerdo con datos de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), hubo un aumento de las tarifas eléctricas en el sector industrial, comercial y de uso doméstico, del 53%, el 37,4% y el 25,3% en 2016, respectivamente, así como del 77% del gas natural.
“Este incremento a los precios de los energéticos, sin duda elevará los costos del abasto y suministro de los productos de primera necesidad de la canasta básica, disparando la inflación y la informalidad, empobreciendo aún más a las familias mexicanas”, apuntó.