Entre los puntos más controvertidos estaba la petición de Estados Unidos de aumentar el contenido regional en automóviles, del 62,5% al 85%, con una participación del 50% del vecino del norte.
México, Estados Unidos y Canadá cerraron este martes la quinta ronda de negociaciones para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) con avances que han sido cuestionados por la senadora opositora mexicana Dolores Padierna.
Durante esta quinta ronda de negociaciones celebrada en Ciudad de México, "se lograron avances en varios capítulos", aseguraron los tres socios comerciales en declaración conjunta divulgada por la Secretaría mexicana de Economía. Los ministros acordaron celebrar la sexta ronda de negociaciones del 23 y el 28 de enero próximo en Montreal, Canadá, y que sus equipos tengan reuniones intersesionales en Washington a mediados de diciembre y que les reporten los avances.
Sin la presencia de los ministros, los jefes negociadores de los tres países "se enfocaron en avanzar lo más posible, con el objetivo de reducir brechas y encontrar soluciones", apuntó el ministerio mexicano.
Entre los puntos más controvertidos de este quinto encuentro de negociación estaba la petición de Estados Unidos de aumentar el contenido regional en automóviles, del 62,5% al 85%, con una participación del 50% del vecino del norte. También el capítulo 19, de solución de controversias, la eliminación de la apertura del transporte transfronterizo por carretera, un tema que se empezó a tratar en el encuentro anterior, o la cláusula "sunset" sobre la revisión cada cinco años del Tlcan que está vigente desde 1994.
México destacó que las discusiones durante la quinta ronda "fueron productivas en todos los temas" y que si bien "no se cerró" ningún capítulo, hubo avance sustancial en anticorrupción, buenas prácticas regulatorias, telecomunicaciones, medidas sanitarias y fitosanitarias. También en facilitación comercial, comercio electrónico, obstáculos técnicos al comercio y en varios anexos sectoriales, se dieron estos avances, precisó el gobierno mexicano en un comunicado de la Secretaria de Economía.
"México reitera que una modernización exitosa del Tlcan debe beneficiar a los tres socios del Tlcan y las propuestas que formen parte de la negociación deben orientarse a tal objetivo", precisó el gobierno. Por su parte, el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo a la cadena Radio Fórmula que México se toma en serio las propuestas de Estados Unidos y por ello es que se están concretando algunas y analizando otras.
"Estamos enfilándolos a seguir trabajando en los 30 grupos para una ronda técnica que seguirá en Washington y hacia la ministerial de Enero, y claramente este diálogo seguirá, estamos en comunicación permanente", apuntó el ministro mexicano. La senadora Padierna, coordinadora del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y miembro del llamado cuarto de junto, criticó estos avances al sostener que es una nueva manera de referirse a lo que antes los negociadores llamaban retrocesos.
"Llaman avances a lo que antes llamaban retrocesos, aceptable o posible acuerdo a lo que antes llamaban inaceptable", dijo Padierna al criticar la posición de México en estas negociaciones por considerar que se está cediendo a las presiones de Estados Unidos. La senadora apuntó en estos criterios asuntos como la revisión del Tlcan cada cinco años, la llamada cláusula "Sunset", propuesta por Estados Unidos, además de los temas laborales y los referentes al sector automotriz.
"México había dicho que era inaceptable el tema de la revisión del Tlcan cada cinco años" y ahora se dice que pueden aceptar la revisión cada cinco años, lo que genera una "incertidumbre muy alta para los inversionistas", apuntó Padierna.
La senadora criticó la cita de enero en las negociaciones al considerar que parece que "estamos atenidos a la elección norteamericana" y se deja pasar el tiempo para el discurso de Trump tenga efecto en sus electores. En principio las negociaciones del Tlcan se extenderán hasta marzo del 2018, meses antes de las elecciones presidenciales en México del próximo julio. Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos con la promesa de acabar con el Tlcan al considerar que el tratado había acabado con empleos en su país.