La mayoría de los habitantes de la comuna 6 -Doce de Octubre- manifiestan su conformidad con el proyecto; otros, como los conductores de bus, argumentan que perderán sus pasajeros.
Justo hacia la comuna 6 la Administración Municipal de Medellín teje un proyecto de metrocable que elevará a los habitantes de la zona hasta El Picacho de forma más cómoda y veloz. Las obras, iniciadas desde el pasado mes de marzo, incluirán cuatro estaciones: Acevedo, Sena, Doce de Octubre y El Progreso #2, prestas a funcionar para julio del año próximo.
María Edilma Higuita vive en barrio El Progreso # 2 hace 29 años y es la representante legal de la Junta de Acción Comunal. Como otros habitantes de la zona, tiene muchas expectativas con la propuesta del metrocable.
“Como trabajadores comunitarios hemos visto la necesidad que tiene la población para movilizarse”, argumenta. “Cuando esté listo serán muchos los que puedan acceder hacia diferentes puntos y de forma más rápida. Al realizar la intervención se mejorará el entorno y la calidad de vida donde queden finalmente instaladas estas estaciones. Además, muchas de las personas que tienen negocios se van a ver beneficiadas, porque podrán vender sus productos”.
El sexto metrocable de Medellín costará alrededor de 298.000 millones de pesos y favorecerá a más de 420.000 habitantes. A pesar de los beneficios, algunos pobladores de la comunidad, como la propia María Edilma, reconocen algunos puntos negativos como el retiro de viviendas que existen en los lugares donde quedarán posicionadas las estaciones.
“Aunque se reubiquen, las personas que viven allí sienten arraigo por su zona y no quieren marcharse de su territorio o vender su casa”, comenta. “Si viene una obra grande como la del metro, a mí también me gustaría quedarme y disfrutarla. Le pedimos a la Administración que traten de regular a los vendedores ambulantes porque están montando negocios en cualquier espacio que encuentran tanto en el andén como en la zona verde”, añade.
Por otra parte, el metrocable contribuirá con la generación de empleos tanto en la comuna 5 -Castilla- como en la 6, durante en el período de construcción y luego de su apertura oficial.
Al igual que esta trabajadora comunitaria, otros también opinan que sus vidas cambiarán tras la llegada del moderno medio de transporte. “Va ser un servicio muy bueno, pero muchos buseros quedarán sin trabajo”, advierte Consuelo Ocaña, una vecina del lugar.
Los choferes de bus de la zona alegan que “les afectará gravemente el bolsillo” aunque apuntan que “no se puede negar la modernización”. Varios de ellos habían invertido más de 800 millones de pesos en la compra de nuevos vehículos para transitar en la zona. “Deberían entregarles a estos choferes los buses alimentadores al metrocable para que no se queden varados”, señala Gloria Jiménez.
Se calcula que el metrocable de El Picacho será el más rápido de la ciudad, moviéndose a una velocidad de 5.5 metros por segundo. Además, contará con 2.800 metros de longitud y 138 cabinas con capacidad para 12 personas cada una.