Esperamos que cumplan sus programas ofrecidos en la campaña, tarea en la cual tanto diputados y concejales elegidos como la sociedad debemos colaborarles
El pasado primero de enero iniciaron sus mandatos para los próximos 4 años los nuevos gobernantes para Antioquia, Medellín y nuestros municipios, elegidos por el pueblo. Su fallo es inapelable y debe ser respetado. Proceder en forma contraria, es una actitud mezquina.
Aníbal Gaviria y Daniel Quintero han recibido el honroso encargo de liderar nuestros destinos. Su solvencia académica y profesional, su dinamismo y comportamiento ético auguran éxito de tan delicada misión. Esperamos que cumplan sus programas ofrecidos en la campaña, tarea en la cual tanto diputados y concejales elegidos como la sociedad debemos colaborarles. Obstaculizar su trabajo sería una irresponsabilidad. Su éxito será el éxito de la comunidad.
Múltiples lecciones se desprenden de los resultados del pasado proceso electoral: Rechazo a la polarización, castigo a quienes actuaron con soberbia y prepotencia, igualmente a quienes utilizaron artificios mañosos, calumniadores y juego sucio; sin duda, se percibe un voto protesta ciudadana.
Finalizaron los mandatos de los gobernantes salientes, que como toda obra humana presentan luces y sombras.
Tanto en la campaña para la Gobernación como para la Alcaldía de Medellín tuvimos a nuestra consideración un amplio abanico de propuestas que interpretaban la compleja realidad socioeconómica. Sin duda, los candidatos adelantaron una intensa tarea, que los hace merecedores de la gratitud ciudadana.
Los nuevos gobernantes han manifestado que su tarea prioritaria será la de unir, no la de polarizar ni estimular enfrentamientos políticos que nada aportan a la solución de la compleja problemática de nuestra gente, necesitada de mejora en su calidad de vida, para lo cual unirán recursos del Departamento y de Medellín; gobernarán para todos los ciudadanos, sin excepción alguna, tanto para quienes votamos por ellos, como por quienes no.
Sus discursos de posesión significan tranquilidad, seguridad y progreso. El éxito de su difícil trabajo necesita de puentes para los indispensables consensos que faciliten su gobernanza y gobernabilidad y, desde luego, estimular la urgente reconciliación ciudadana y la colaboración del inmenso
Amables lectores: Nuestra responsabilidad no se agota con la elección de los gobernantes, nos corresponde colaborar, desprovistos de prejuicios y resentimientos, caminando hacia el mismo destino que permita mejorar la calidad de vida de nuestra gente, la convivencia ciudadana, el crecimiento económico, el respeto a la dignidad humana, la derrota a la criminalidad y la corrupción…
Inexplicablemente encontramos gobernantes en campaña y pendientes de las selfies para el Facebook. Popularidad no necesariamente significa buen gobierno.
Al finalizar sus mandatos aspiramos a sentirnos orgullosos y agradecidos con su trabajo
¡Terminó la campaña , a trabajar !