La salud mental pasó de ser una enfermedad escondida a ser más visible y más relevante. Aunque como a toda la salud, todavía le faltan más recursos, pero ahora recibe mucho más apoyo que antes y su acceso es mucho más fácil para los pacientes. En Antioquia el Hospital Mental avanza en su oferta de servicios y la calidad de la prestación de los mismos.
Hace algunos años atrás, la salud mental era vista como una enfermedad que socialmente generaba rechazos, aislamiento y descuido, pues los que sufrían alguna patología relacionada con esta eran escondidos, aislados o rechazados por sus familiares y la gente que les rodeaba, incluso desde el Gobierno el apoyo era muy poco. Sin embargo, desde hace unos años la salud mental ha recibido más apoyo, tanto desde el Estado como desde los familiares de los pacientes, pues ya son conscientes de que el aislamiento, rechazo o indiferencia no es la solución.
Paulo Andrés Gutiérrez Muñoz, subgerente de prestación de servicios del Hospital Mental de Antioquia, expresó en diálogo con EL MUNDO que “en los últimos años se le ha dado más importancia a la salud mental, incluso desde el Gobierno que la ha incorporado en la atención en salud que tiene que pagar una EPS, es decir, un pagador debe atender en salud mental, algo que antes no se hacía, ahora pasa y es una ventaja muy grande”.
El subgerente detalló que “hoy la salud mental tiene relevancia, tanto que el año pasado salió desde el Ministerio de Salud una política de salud mental y de consumo de sustancias, buscando darle más relevancia y queriendo sacar de la sombra a la salud mental. No es que haya un descuido, sino que las mismas personas tienen que mirar cómo se accede a la salud mental. Hoy hay muchos más recursos que antes para la atención en salud mental, aunque hacen falta más instituciones y flujos de recursos que permitan que realmente haya la prestación y que estos se materialicen en beneficio de las personas”.
“Hacen falta más recursos, es cierto, aunque hoy le faltan recursos a toda la salud en general, pero se ha avanzado mucho en el tema, la salud mental tiene más apoyo ahora que antes”, agregó.
El directivo del Hospital Mental de Antioquia explicó que este es “un hospital mental que ofrece servicios en psiquiatría, psicología y neuropsicología. Es un hospital del orden departamental, por esto es dependiente de la Gobernación de Antioquia, pero es un ente descentralizado de la misma, y es de segundo nivel de atención por la especialidad en psiquiatría”.
La Población objeto del hospital también es departamental y trabajan en un 85% con el régimen subsidiado, con Savia Salud como la EPS con mayor número de pacientes. En el régimen contributivo trabajan con Coomeva, Sura, la Policía y la población del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec.
El Hospital Mental de Antioquia (Homo) tiene personal muy bien capacitado para atender a todos los pacientes. Fotos: Cortesía Homo
El tamaño de los hospitales se miden por las camas y este hospital tiene una capacidad de 550 camas, de las cuales 250 son ofertadas a la red pública hospitalaria y las demás están en proyectos especiales: “Normalmente hemos sido operadores de proyectos especiales en patología dual y en proyectos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, con poblaciones vulnerables como habitantes de calle, niños, niñas, adolescentes y algunos jóvenes que están bajo la protección del Icbf en restablecimiento de derechos. También tenemos unas camas en las que funciona un proyecto de internado para niños con discapacidad mental psicosocial”, resaltó Gutiérrez Muñoz.
En cuanto al volumen de prestación de servicios, informó el Subgerente, el Hospital tiene una capacidad de hacer 5.000 consultas cada mes, consultas externas que incluyen psiquiatría, psicología y neuropsicología.
Además, destacó, “se tienen aproximadamente 320 egresos hospitalarios, es decir, el paciente que se hospitaliza y egresa cuenta con un egreso hospitalario y entregamos cerca de 30.000 medicamentos al mes a cerca de 14.000 usuarios que vienen de todo el departamento a reclamar su medicamento a la farmacia. Igualmente, es el único hospital mental o entidad prestadora de salud mental que tiene servicio de urgencias las 24 horas, en el área metropolitana hay muchas urgencias de instituciones de salud que son de medicina general, pero este hospital es el único que presta el servicio de urgencias las 24 horas para pacientes con enfermedad mental”.
Normalmente, una persona va a psicología o a medicina general a su IPS de base, donde consulta normalmente. Si allí se le identifica una situación que tenga que ser valorada por salud mental a esa persona se le genera un anexo o una hoja de remisión, en la que el médico general o el psicólogo envían los datos del paciente, un breve resumen y lo remite a psiquiatría en el Hospital Mental.
Luego de eso, la persona se dirige al Hospital y allá se le asigna la consulta de primera vez, que según explicó Paulo Andrés, “normalmente debe ser dada en menos de diez días, de acuerdo a los indicadores de Supersalud. En esa consulta se define si el paciente necesita medicamentos, si es sólo un manejo con psicoterapia y se le hace el diagnostico o si debe ser internado”.
“Hasta el año 2011 no había el acceso que hoy se tiene para la salud mental. Antes había más estigma social, la gente quería ocultar la enfermedad mental y también había menos acceso, es decir, una persona difícilmente llegaba a ser atendido por el psiquiatra. Después de 2011 todas las leyes y normas han sido orientadas a generar este acceso y a darle la importancia que tiene la salud mental, por eso hoy es más fácil el acceso, porque el régimen, tanto subsidiado como contributivo, tiene la obligación de prestar servicios de salud mental. Entonces al POS o ahora PBS entra psicología, entra el alcoholismo como una enfermedad y no como un vicio, entra la fármacodependencia, no como un vicioso de la calle sino como una persona enferma que necesita ayuda a través de su sistema de salud”, manifestó el Subgerente de Prestación de Servicios del Hospital.
Cifras entregadas a este medio por el Hospital Mental de Antioquia. Gráfico: EL MUNDO
Además, hizo hincapié en que “todo eso que entró al sistema de salud, hacen que hoy haya más acceso y más posibilidades para las personas. Por eso tuvimos un incremento tan grande, porque este hospital pasó en 2011 de 1.800 consultas a hoy tener la capacidad de 5.000 consultas”.
El Oriente antioqueño es la subregión donde más se atienden casos de enfermedades mentales, porque este tiene características que hacen que esto pase, y son características genéticas, como relaciones entre familiares, entre otras.
En el año 2018, por ejemplo, en el municipio de Santuario se atendieron 364 pacientes, siendo la localidad con mayor número de atenciones, seguido de Guarne (330), Marinilla (320), Rionegro (285) y El Carmen de Viboral (225).
Desde hace más o menos seis años, el Hospital ha utilizado unas estrategias para facilitar el acceso a la salud mental, porque no sólo hay pacientes de Medellín sino que también llega gente de los 125 municipios.
Con el fin de acercar el hospital a las personas crearon un modelo de atención, que además de ser la atención que se ofrece en la sede también hacen consulta extramural en los municipios, es decir, van a los municipios con un psiquiatra en convenio con los hospitales locales y así revisan las personas que hayan en cada municipio con enfermedades mentales. Así las personas no tienen que desplazarse hasta la sede del hospital en el municipio de Bello y no tienen que dejar de consultar por no tener, por ejemplo, dinero para trasladarse hasta la institución.
“Hoy vamos a cerca de 32 municipios en todo el departamento, municipios que tienen otros cercanos y que a las personas les es más fácil llegar a su municipio cercano que llegar hasta Bello. Esas dificultades geográficas de las personas hacen que nosotros vamos a los municipios donde podemos acercar la atención de psiquiatría a las personas. Por ejemplo, vamos a Urrao, Andes, Yarumal, Bolombolo, Gómez Plata, Carolina del Príncipe, entre otros. Además vamos a instituciones como internados, instituciones que tienen población de ancianos, de pacientes con discapacidad cognitiva y tres veces a la semana vamos a las unidades de Metrosalud, para descongestionar también estas unidades”, explicó el funcionario.
El Trastorno Afectivo Bipolar y la Esquizofrenia son las dos enfermedades más comunes en pacientes antioqueños. Foto: Pixabay
Desde hace año y medio aproximadamente, el Hospital Mental de Antioquia cuenta con el servicio de telepsiquiatría, “pues hay pacientes con los que nos conectamos a través de las tecnologías de la información y la comunicación, y el psiquiatra estando en el hospital, conectado a un computador mediante plataformas especiales, se conecta con el médico de algún otro municipio y este presenta los pacientes que tiene para evaluar por psiquiatría a través de telepsiquiatría sincrónica, es una consulta sincrónica. Esto también disminuye barreras de acceso, utiliza las tecnologías para acerca la salud mental”, resaltó.
El Hospital Mental se encuentra adelantando en este momento la construcción de una nueva sede, ubicada en los mismos predios del hospital actual y tendrá una capacidad de 440 camas adicionales.
Paulo Gutiérrez le confirmó a este medio que “las enfermedades son las mismas en todo el departamento, no varía mucho de una región a otra. Las principales enfermedades en el perfil de morbilidad de todo Antioquia son el Trastorno Afectivo Bipolar, la Esquizofrenia, la Discapacidad mental tipo cognitiva o lo que llaman retardo mental y la Depresión, dentro de esas están los elementos riesgos suicidas, agresiones, entre otros”.
También destacó que “se encuentra un alto porcentaje de pacientes con su enfermedad mental de base que tienen riesgo de abuso de sustancias. Hay un montón de situaciones sociales que hacen que se vea una gran incidencia del abuso de sustancias entre las personas que tienen enfermedad mental. Eso es lo que se llama patología dual, que quiere decir que son personas que tienen una condición base de enfermedad mental también tienen consumo de sustancias, a estas hay que hacerles un tratamiento diferente porque hay que hacer tratamiento a su enfermedad mental de base y luego uno de abuso de sustancias, porque si no una detonará la otra y el paciente va a mantener una descomposición permanente”.
Un elemento muy importante en la enfermedad mental es la educación a las familias, el empoderamiento a las familias para que se sientan corresponsables en el cuidado de una persona con enfermedad mental.
60.000 consultas se hacen al año en el Hospital Mental de Antioquia, pero individualmente se atienden 24.000 pacientes en el año. El 75% de esos 24.000 son pacientes de Medellín.
“Antes era guardar o esconder al paciente con enfermedad mental, por eso se llamaban manicomios, donde el paciente se quedaba años y hasta sin ser visitados por sus familias, los abandonaban. Ahora no es un manicomio sino que es un hospital mental, donde el paciente se estabiliza y se regresa a su familia, pero tenemos que educar a la familia para que sepan qué síntomas tiene, cuáles son de alarma, qué medicamento debe tomar, que es lo que los mantiene estables y así ellos también se apoderen del paciente”, expresó el Subgerente, quien añadió que “el acompañamiento de la familia es muy importante, porque el paciente con enfermedad mental tiende a ser abandonado”.
Ricardo Castrillón Quintero, gerente de salud pública de la Seccional de Salud de Antioquia habló con este medio y aseguró que desde esta dependencia “le brindamos asesoría y asistencia técnica a los 125 municipios de Antioquia en todos los temas de salud mental. Esta dimensión es muy grande, es una de las dimensiones del Plan Decenal de Salud Pública, que comprende todo el tema de convivencia, de violencia, tanto intrafamiliar como de género, todo el tema de homicidios, suicidios, drogodependencia, más los problemas de salud mental, que ahora se ve mucho la depresión y la ansiedad”.
Una de las metas grandes que tiene ahora la Secretaría Seccional de Salud de Antioquia es que todos los municipios tengan su política o su plan de salud mental, “no sólo adaptada dentro de lo local, sino que también lo estén cumpliendo, que lo estén ejecutando. Eso nos toca vigilarlo, entonces hacemos la asesoría en esos temas para que los municipios puedan montar sus programas o proyectos y luego hacemos inspección y vigilancia de que sí lo estén haciendo y lo estén haciendo bien”.
Castrillón Quintero destacó que en la Seccional “tenemos un análisis de cuántos son los municipios que se han visitado, en qué temas, cuáles son las falencias, todo eso de acuerdo a lo que nosotros revisamos en lo que llamamos perfiles de morbilidad y de mortalidad. Además, ayudamos a municipios en la modalidad de demanda, porque hay municipios que llaman por su cuenta y solicitan la asesoría”.
Igualmente, confirmó que desde hace año y medio reactivamos la mesa departamental de salud mental y está funcionando.