Las encuestas, instrumentos de medición del pensamiento ciudadano, parecen, algunas de ellas, haber dejado su razón de ser para convertirse en instrumentos de manipulación de la opinión pública
El actual debate electoral, destinado a escoger el próximo presidente de los colombianos está signado, indudablemente, por una fuerte polarización de la opinión pública. De un lado el candidato de la derecha, doctor Iván Duque y del otro el candidato de la izquierda, doctor Gustavo Petro, son los que vienen recogiendo el fervor ciudadano, atizado el ambiente por posiciones extremas frente a las dificultades de la Patria, que las redes sociales difunden con encono, para el gusto de los enfrentados.
Es tal la polarización entre las gentes, que las opciones de centro, centro izquierda y centro derecha no parecen tener posibilidades algunas en la confrontación. Las encuestas, instrumentos de medición del pensamiento ciudadano, parecen, algunas de ellas, haber dejado su razón de ser para convertirse en instrumentos de manipulación de la opinión pública. No miden, inducen. Con extrañeza se observa cómo algunos medios de comunicación, bien importantes en el concierto nacional, inventan o importan extraños sistemas de medición para promocionar a algunos candidatos. Una importante cadena radial, en asocio de una reconocida firma encuestadora, nos han vendido los resultados de una extraña y exótica medición que nos hace aparecer a un candidato que en todas las encuestas figura con una intención de voto de un solo dígito, dizque ganando la contienda presidencial. Ese invento ha sido de difícil digestión y por el contrario ha producido más rechazo que aceptación.
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Curiosamente de la polarización también vienen haciendo parte los grandes medios de comunicación que, en su inmensa mayoría han tomado partido por el candidato de la derecha y otros, muy pocos, por cierto, por tercerías, en un esfuerzo de unos y otros por atajar al candidato de la izquierda. Esta gavilla parece estar produciendo un efecto contrario, cuando se observa a Gustavo Petro llenando plazas e incrementando su cauda popular. Este fenómeno no lo han podido soslayar ni las encuestadoras. Yanhass, autores de la última encuesta conocida y elaborada para RCN y otros medios de comunicación, muestra una tendencia clara: Duque disminuye dos puntos, de 40 a 38 por ciento y Petro incrementa cuatro puntos, de 24 a 28 por ciento. La opinión pública es rebelde e indescifrable: casi siempre suele alinearse con el perseguido por gavillas interesadas en producir efectos mediáticos.
Algunos grandes medios, tan parcializados casi siempre, suelen hacer su trabajo con sutileza y prudencia. En este caso parecen más decididos a lograr sus cometidos a como dé lugar y eso los ha dejado en evidencia ante sus usuarios que parecen dispuestos a no tragar entero.
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Para mis lectores quiero dejar constancia de que no hago parte de las huestes polarizadas de la actual campaña electoral. Votaré por Humberto de la Calle Lombana porque lo considero el candidato con el mejor programa. Porque es un verdadero estadista y en mi sentir, el presidente que requiere hoy Colombia.