La Ciudad de la Eterna Primavera respondió al llamado para alentar a la Selección Colombia en el juego ante Inglaterra. En Medellín, los antioqueños y extranjeros apoyaron a la Tricolor con sus cantos, gritos, aplausos, camisetas y banderas. Aunque se mantuvo la fe intacta hasta el último momento, el sueño de avanzar a Cuartos no se consiguió, pero el agradecimiento al seleccionado nacional por lo hecho en Rusia fue el común denominador al final del encuentro.
Emociones de principio a fin. El día inició con un aire de motivación, las camisetas de la Tricolor y las banderas de Colombia adornaban todos los rincones de la Capital de la Montaña, los ánimos estaban en el punto más alto y la fe estaba intacta, los antioqueños tenían la ilusión de ver a la Selección en los Cuartos de final del Mundial Rusia 2018.
La ansiedad se apoderó de los seguidores del equipo dirigido por el argentino José Néstor Pékerman y se contaban los minutos para que el juego entre colombianos e ingleses empezara. El reloj marcó la 1:00 de la tarde y la ciudad de Medellín se paralizó, las calles quedaron solas y los televisores pasaron a ser los protagonistas cuando el árbitro central Mark Geiger, de Estados Unidos, sonó el silbato indicando el inicio del juego Colombia vs. Inglaterra, lo que aumentó los latidos en el corazón de los colombianos y la esperanza de que al final los cafeteros obtuvieran la clasificación.
Fotos: Estefanía Posso Soto
El cronómetro corría y los aficionados cantaban, aplaudían y animaban a distancia a los jugadores de la Selección, quienes en el estadio Spartak de Moscú entregaban todo por avanzar a la siguiente ronda de la cita orbital.
Los nervios llegaban con cada jugada de ataque de los ingleses. Rezos, dedos cruzados, cogidas de cabeza y dedos en la boca era lo que se veía en los aficionados, quienes respiraban profundo y volvían a la calma cuando la zaga cafetera cortaba el peligro o cuando el arquero David Ospina evitaba la caída de su arco.
Terminó la primera parte y los hinchas seguían motivados, esperaban un gol de Colombia en la parte complementaria, pues como lo dijo Diego Vélez, hincha fiel de la Selección, “ha sido un partido intenso, está muy duro, pero somos colombianos y vamos a ganar”.
Comenzó la segunda parte y volvieron las emociones. Gritos y aplausos con cada llegada de los colombianos al área rival y nervios y un poco de susto con los ataques de Inglaterra.
Los nervios fueron mayores cuando se decretó penal a favor de los ingleses. Silbidos y dedos cruzados volvieron a verse, el gol de Harry Kane silenció a los colombianos, aunque estos no perdieron la fe y con aplausos animaron nuevamente a la Tricolor para que empatara el juego.
El reloj corría y el gol colombiano no llegaba. La ansiedad y el desespero empezaron a aparecer otra vez, hasta que en el minuto 93, Yerry Mina volvió a aparecer con su cabeza de oro y le dio a Colombia el gol del empate.
La euforia se desató en todos los rincones de la ciudad y la ilusión se mantenía intacta. Colombia seguía con vida en el Mundial.
Pasaron 30 minutos de alargue y el corazón empezó a latir más rápido con los cobros desde los doce pasos. Uno a uno fueron cobrando los jugadores colombianos y la ilusión crecía con cada gol, David Ospina la hizo más grande aún cuando atajó uno de los cobros ingleses, pero los cobros fallidos de Matheus Uribe y Carlos Bacca le dieron un giro de 360 grados a los sentimientos de los hinchas cafeteros.
La Selección perdió en los penales y fue eliminada del Mundial, la alegría y motivación pasó a ser lágrimas, impotencia y rabia. Este capítulo de la Tricolor en la cita orbital no terminó con final feliz, pero sí con el agradecimiento de los miles de colombianos, quienes a pesar de la eliminación aplaudieron al final lo hecho por el seleccionado nacional y con la cabeza en alto, los seguidores de Colombia afirmaban: “Gracias Colombia. En otra ocasión será”.
Así vivió Medellín el juego entre colombianos e ingleses:
Imágenes del Centro Administrativo La Alpujarra y estadio Atanasio Girardot.