Con motivo de los 250 años del natalicio de Alexander von Humboldt, el 24 de este mes de julio tendrá lugar una jornada en su honor en el Parque Explora, de Medellín. A lo largo del día se presentarán ocho conferencias, las cuales finalizarán con un concierto en la Casa de la Música, de la Fundación EPM, en el cual se estrenará una obra original con el nombre Cantata Humboldtiana.

Durante la mañana, el programa se iniciará con una conferencia de Juan Luis Mejía, rector de la Universidad Eafit, quien disertará sobre un tema sorprendente y poco conocido: una memoria de Humboldt sobre Antioquia. Luego vendrán tres conferencias sobre geografía de las plantas o fitogeografía, una disciplina científica establecida por el prusiano, y a la cual Francisco José de Caldas hizo una importante contribución que apenas se reconoce internacionalmente en nuestros días.

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El distinguido invitado alemán, Ulrich Paessler de la Academia de Ciencias de Berlín Brandemburgo, se ocupará de los manuscritos inéditos de Humboldt sobre la geografía de las plantas, un tema que se constituye en una primicia internacional. Por su parte, este columnista pondrá de presente que Caldas puede ser considerado como codescubridor con Humboldt de la geografía de las plantas en los Andes equinocciales. Finalmente, Alberto Gómez Gutiérrez, autor de la extraordinaria obra en cinco volúmenes Humboldtiana neogranadina, expondrá los trabajos en paralelo de Humboldt y Caldas sobre la mencionada disciplina, con el fin de concluir sobre un eventual desarrollo simultáneo de la geografía de las plantas en las mentes del berlinés y el neogranadino.

Es digno de mención que la creación de esa nueva disciplina científica fue uno de los más grandes logros de Humboldt y que su desarrollo y aplicación principal ocurrió durante su viaje al actual Ecuador, en especial cuando observó la gran altura y biodiversidad del volcán Chimborazo, al cual ascendió hasta casi llegar a la cumbre.

La sesión de la tarde incluye cuatro conferencias sobre otros temas tratados por Humboldt en su estudio del mundo físico y biótico de la Tierra. Felipe Lamus Ochoa, de la Universidad del Norte en Barranquilla, tratará el tema de la geología, algo que mucho interesó al prusiano, en especial a su paso en 1801 por lo que fuera la Nueva Granada. Gabriel Jaime Gómez Carder, divulgador científico y director de Endeavour Expeditions, se enfrenta a la obra máxima de Humboldt, Cosmos, para destacar que en esa publicación el prusiano señala la interrelación de todo lo existente, la unidad en la diversidad, y que lo fundamental de Cosmos es unir fenómenos de la naturaleza y tratar de establecer leyes o por lo menos relaciones importantes.

Se sabe que Humboldt se interesó mucho por el galvanismo, y cómo las pequeñas corrientes eléctricas que viajan por los nervios de seres humanos y animales son responsables del movimiento muscular. Hizo experimentos sobre su propio cuerpo, los cuales le causaron daño. Entonces, Jorge Reynolds Pombo, distinguido investigador de tiempo atrás de esa clase de estímulos, en especial con respecto al corazón, se interesó por el tema y escribe un texto atrayente.

Finalmente, Beatriz González, la distinguida artista colombiana, se enfrenta a un tema que sigue siendo objeto de estudio en la actualidad. Es la relación entre arte y ciencia que plantean los paisajes tropicales de Humboldt, resultado de ser este al mismo tiempo hijo de la Ilustración y del Romanticismo alemán. La autora pone de presente la gran influencia ejercida por el prusiano sobre los pintores viajeros del siglo XIX, al punto de que puede hablarse de una escuela al respecto. El artículo termina con la importancia del legado sobre los pintores colombianos del mismo siglo.

Después de terminada la sesión de conferencias, a partir de las siete de la tarde tiene lugar en la Casa de la Música, de la Fundación EPM, un concierto con una obra audiovisual inédita, la denominada Cantata Humboldtiana. La iniciativa surgió al conocerse que Felix Mendelssohn, a instancias de Humboldt, compuso la Cantata Humboldt para dar la bienvenida a los asistentes a un congreso científico en 1828. Se tomó entonces la decisión de tomar elementos musicales y de texto de esta cantata para componer una obra original adaptada al trópico y a las condiciones del siglo XXI, en la cual intervienen narrador, pianista, tenor, video-mapping, cuatro instrumentistas y dos integrantes del grupo Solle El Cuerpo. Se desarrolla un viaje imaginario de Mendelssohn y Humboldt al trópico de nuestro tiempo, en donde se encuentran con Aimé Bonpland, compañero del prusiano en su viaje a las regiones equinocciales, Cuba, México y Estados Unidos (1799-1804), José Celestino Mutis, director de la Real Expedición Botánica a la Nueva Granada, y Francisco José de Caldas. Los maestros Fernando Mora Ángel y Arnaldo García Guinand son los compositores y directores artísticos de la obra.

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Al celebrar a Alexander von Humboldt se rinde homenaje al príncipe de los exploradores científicos, a quien en el siglo XIX introdujo la necesidad del trabajo interdisciplinario para entender y describir nuestro planeta, y quien reunió en su obra ciencia, arte y humanismo, como trescientos años antes lo hiciera Leonardo da Vinci.